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Política

Shock en Venezuela: Maduro y oposición firman polémico pacto

La oposición y el oficialismo en Venezuela llevan años buscando estabilidad política mediante diálogos y acuerdos, sin resultados visibles. A poco más de un mes de las elecciones presidenciales del 28 de julio, ocho de los diez candidatos, incluido Nicolás Maduro, firmaron un documento comprometiéndose a reconocer los resultados electorales.

El politólogo Ángel Medina cree que el descontento ciudadano podría llevar a una “avalancha” de votos a favor de la oposición, destacando la necesidad de combatir el abstencionismo y proteger los votos. Según Datincorp, el candidato opositor Edmundo González tiene un 62% de aprobación frente al 20,33% de Maduro.

Aunque otros candidatos opositores también firmaron el acuerdo, son criticados por ser colaboracionistas del chavismo. El pacto incluye elementos nacionalistas como la exigencia del levantamiento de sanciones, lo que podría derivar en acciones penales contra los candidatos que las solicitaron.

El politólogo Carlos Zambrano sostiene que el oficialismo intenta imponer la narrativa de ventaja en las elecciones. Las encuestas muestran que González lidera, y podría obtener 7 millones de votos de una proyección de 11 millones, mientras Maduro no superaría los 4,7 millones.

El acuerdo también acompaña una campaña caracterizada por la detención de opositores y la inhabilitación de alcaldes por recibir a la opositora María Corina Machado. Maduro insiste en que las elecciones se realizarán pese a la oposición al pacto.

El apoyo a los otros candidatos es bajo: Benjamín Rausseo con 3,42%, Javier Bertucci 2,25%, Luis Eduardo Martínez 1,75%, Claudio Fermín 1,5%, Antonio Ecarri 0,92%, Enrique Márquez 0,75%, José Brito 0,33%, y Daniel Ceballos 0,25%.

Medina resalta la importancia de que los candidatos ofrezcan garantías para reducir la incertidumbre de una transición. La firma británica Barclays ve posibilidades significativas de una transición en Venezuela, dados los problemas internos del chavismo, y destaca la credibilidad de González como un factor clave.

Finalmente, González argumenta que el Acuerdo de Barbados ya incluye el reconocimiento de los resultados electorales, por lo que no ve necesidad de firmar un nuevo documento.

La oposición y el oficialismo en Venezuela se han pasado los últimos años instalando diálogos y firmando acuerdos para intentar traer estabilidad política al país. Sin embargo, los efectos aún no se ven. Faltando poco más de un mes para las elecciones presidenciales del 28 de julio, ocho de los diez candidatos presidenciales estamparon su firma en un nuevo documento oficialista en el que se comprometen a reconocer los resultados electorales, incluido Nicolás Maduro.

Pese al escenario adverso, el politólogo y exdiputado Ángel Medina, cree que el 28 de julio es una oportunidad para que haya “una avalancha” de votos a favor de la oposición. De hecho, Medina cree que, si bien hay que mirar la situación con cautela, la firma del acuerdo no impide un triunfo de González. “A diferencia de otras elecciones, el descontento ciudadano es mayor”, acota.

El último estudio de la consultora Datincorp, del mes de mayo, arrojó que González cuenta con 62% de aprobación, frente a 20,33% de Nicolás Maduro.

Sin embargo, Medina va más allá y cree que hay dos puntos fundamentales para una victoria electoral. Por un lado, que haya una votación masiva y efectiva, atacando el abstencionismo. Es necesario que “los electores acuden temprano a su centro de votación”, explica. El segundo, proteger los votos y, para ellos, se debe “diseñar una estrategia que permita tener presencia e información sobre los escrutinios”.

Junto a Maduro también firmaron otros candidatos opositores, pero que son cuestionados y señalados de ser colaboracionistas del chavismo en la sombra. Entre ellos figuran Antonio Ecarri, Luis Eduardo Martínez, José Brito, Daniel Ceballos, Javier Bertucci, Benjamín Rausseo y Claudio Fermín.

“Este acuerdo pone en el tapete elementos altamente nacionalistas como, por ejemplo, la exigencia del levantamiento de sanciones a la nación. Esto puede derivar en una acción penal contra aquellos candidatos que presuntamente solicitaron sanciones, de acuerdo con la visión del Ejecutivo”, dijo a El Tiempo el politólogo Carlos Zambrano. El analista, además, sostiene que el oficialismo busca imponer la narrativa de que lleva “ventaja” en la elección, pese a que los sondeos no lo favorecen.

Cabe recordar que Amoroso revocó la invitación al bloque comunitario europeo un mes después de que Bruselas ratificó sanciones individuales contra dirigentes del chavismo, aunque suspendía una contra el propio presidente del CNE.

El mismo Maduro enfatizó que “lo que diga el árbitro electoral, amén”. “Basta de sabotajes contra nuestro país. Basta de conspiraciones. Venezuela quiere tranquilidad”, dijo el líder chavista, elevando su tono en contra de quienes no firmaron el pacto.

En un informe conocido esta semana, la firma evaluó la posibilidad de una transición, pero también de que Maduro continúe y se reelija para seis años más. “Si Maduro sigue en el poder, una posible reestructuración de la deuda se retrasaría y los valores de recuperación podrían ser más bajos, pero no se puede descartar”, dice el documento.

Este pacto fue impulsado por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) -que busca la reelección de Maduro- y aceptado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que tiene mayoría chavista.

Las encuestas en Venezuela son variadas, pero, a la fecha, todas le dan ventaja a Edmundo González, quien ha dejado las grandes concentraciones y mítines en manos de María Corina Machado, mientras él acude a eventos en grupos pequeños y cortos.

Por su parte, el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello proyecta una participación de 11 millones de electores. De ellos, González podría obtener unos 7 millones de votos, mientras Maduro no superaría los 4,7 millones.

Así las cosas, analistas consultados por este diario aseguran que el acuerdo hay que mirarlo con lupa, especialmente porque en lo que va del año han sido detenido 37 opositores, entre líderes locales y colaboradores de Machado. A eso se le suma la inhabilitación de diez alcaldes como castigo por recibir a la opositora en sus municipios. Incluso, hay otros seis de sus colaboradores refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas.

“Es un indicio del sesgo que caracteriza esta campaña desigual”, sentenció González tras añadir que “revocar la observación internacional de la Unión Europea y aumentar la persecución contra dirigentes y simpatizantes de nuestra campaña violaba precisamente el acuerdo de Barbados”.

En todo caso, la elección presidencial en Venezuela no será como la de Argentina, donde la victoria de Javier Milei se consolidó contra la entrega del poder por parte del kirchnerismo sin sobresaltos. O, incluso, las más recientes elecciones en México, en las que el movimiento Moreno renovó su fuerza y los partidos opositores permitieron una continuidad en un marco democrático.

Ahora, analistas prevén que el chavismo, a través del CNE, pueda seguir con su deriva contra la oposición y sumir aun más en la incertidumbre el proceso electoral en Venezuela.

Álvaro Pulido, analista y consultor de la Universidad Central de Venezuela, considera que tener a González y a Márquez fuera del acuerdo le da la posibilidad al régimen de nuevas maniobras, “como inhabilitar más adelante a los dos opositores alegando que no quisieron comprometerse con el desarrollo de la elección”.

Adicionalmente, Márquez también criticó a los presidentes de Colombia y Brasil, Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva, porque, según él, “se lavaron las manos” con el caso de Venezuela en vista de que las propuestas que ambos presentaron para una transición democrática no tuvieron respuesta por parte del chavismo.

Sin embargo, para el chavismo, las pautas del nuevo compromiso van en “consonancia con lo previsto en los acuerdos de Barbados y Caracas”, de acuerdo con el texto final que difundió el CNE.

Márquez, por su parte, y quien fue rector del CNE, dijo este viernes que para resolver los problemas en Venezuela no hace falta un acuerdo, solo voluntad política, y criticó a quienes firmaron junto a Maduro. “Le dieron un cheque en blanco”, dijo el candidato al asegurar que el texto no se discutió ni se conoció con anterioridad.

Pero el abanderado de María Corina Machado, Edmundo González, y el candidato Enrique Márquez no asistieron a la firma y rechazaron cualquier nuevo acuerdo impulsado por el chavismo. Ambos afirman que el Acuerdo de Barbados –suscrito el 17 de octubre de 2023 por el oficialismo y la oposición- ya incluía un reconocimiento de los resultados en las urnas.

Por El Nacional

Ante esto, Maduro dijo que quienes no reconocen el acuerdo buscan “desestabilizar y sabotear este proceso electoral, pero con ellos o sin ellos va a haber elecciones”, un discurso que parece alineado con el del CNE.

De acuerdo con el presidente del CNE, Elvis Amoroso, quien era Controlar cuando se impulsó la inhabilitación de Machado, Edmundo González “no acudió al llamado de la patria”. Mientras que el opositor se defendió diciendo que no tenía invitación para ir a la sede del ente electoral.

El apoyo al resto de los candidatos se divide de la siguiente manera: el comediante Benjamín Rausseo, con 3,42%; el pastor evangélico Javier Bertucci, 2,25%; el diputado Luis Eduardo Martínez, 1,75%, el varias veces candidato Claudio Fermín con 1,5%; Antonio Ecarri, 0,92%; el exrector del CNE Enrique Márquez, 0,75%; José Brito, 0,33%, y Daniel Ceballos, 0,25%.

Para Medina es clave tomar como ejemplo estas elecciones porque resalta “la relevancia de que las partes ofrezcan garantías para que los candidatos comprometan su palabra y voluntad en establecer procesos” que reduzcan la incertidumbre de una transición.

La pregunta sobre qué pasaría si Maduro vuelve a reelegirse es igual materia de discusión. La firma británica Barclays ve “posibilidades significativas” para una transición en Venezuela, basándose en que las disputas internas del chavismo pueden obligar a los distintos factores a una negociación.

Pero, Barclays cree que debido a la credibilidad con la que cuenta Edmundo González, es muy probable la transición. “Se trata de una situación inédita ya que, en casi 25 años en el poder, el chavismo nunca había acudido a unas elecciones nacionales con una desventaja tan grande, lo que hace extremadamente difícil que Maduro pueda ganar unos comicios en condiciones mínimas de competitividad”, se lee en el informe.

“Nosotros y Venezuela suscribimos el Acuerdo de Barbados. Ese es el documento que contiene todas las cláusulas incluyendo las que proponen un reconocimiento de los resultados electorales. No vemos razón para firmar algo nuevo”, le dijo a El Tiempo Edmundo González un día antes de la firma, la cual se produjo el pasado jueves.

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