Aliados de la OTAN anuncian ayuda millonaria a Ucrania para enfrentar a Rusia
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Los 32 jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN comenzaron su cumbre en Washington con una ceremonia que conmemoró los 75 años de la Alianza. El presidente de EE. UU., Joe Biden, anunció un refuerzo significativo de las defensas aéreas de Ucrania.
Biden destacó la fuerza de la OTAN y los líderes se comprometieron a dedicar 40.000 millones de euros en 2025 para ayudar a Ucrania a vencer a Rusia y disuadir futuros ataques. Afirmaron su intención de financiar equipos militares, asistencia y entrenamiento para Ucrania.
Los aliados destacaron su determinación de apoyar cón son equipo militar, apoyo en especie, mantenimiento y transporte. Acordaron revisar las contribuciones en futuras cumbres empezando por la de La Haya el próximo año.
La OTAN establecerá una unidad de asistencia y entrenamiento (NSATU) en estados aliados para coordinar el suministro y entrenamiento de fuerzas ucranianas. También crearán un Centro Conjunto de Análisis y Educación para aumentar la interoperabilidad con Ucrania.
Los líderes garantizaron su apoyo en el camino de Ucrania hacia la integración en la Alianza Atlántica, destacando que su futuro está en la OTAN y elogiando sus reformas democráticas y de seguridad.
Se comprometieron a reforzar la industria de defensa, protegiendo las cadenas de suministro y promoviendo la adopción de nuevas tecnologías. Los aliados priorizarán adquisiciones conjuntas y la cooperación con socios como Australia y Japón.
Decidieron nombrar un enviado especial para el flanco sur de la Alianza, reforzando el diálogo con el norte de África y Oriente Medio. Anunciaron una oficina de enlace en Jordania.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, destacó las amenazas desde el norte de África y Oriente Medio, pero también las oportunidades de cooperación en esas regiones. Reforzó la conexión entre la seguridad de los aliados y la de regiones como el Sahel.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su confianza en el compromiso de la OTAN para enfrentar la migración irregular. Stoltenberg criticó a China por apoyar la economía de guerra de Rusia y subrayó la necesidad de la OTAN de vigilar las amenazas de Irán, Corea del Norte y China.
Finalmente, Stoltenberg concluyó que terminar la guerra rápidamente significaría la ocupación, por lo que la OTAN debe mostrar compromiso y resolución.
Washington (EFE).- Los 32 jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN iniciaron este martes su cumbre de Washington con una ceremonia de conmemoración de los 75 años de la Alianza en la que el anfitrión, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció un fuerte refuerzo de las defensas aéreas de Ucrania por parte de los aliados.
“Hoy la OTAN es más poderosa que nunca antes, con la fuerza de 32 naciones”, aseguró Biden en la ceremonia de conmemoración en el auditorio Andrew W. Mellon de la capital estadounidense, donde los líderes aliados se reunieron para celebrar la firma del Tratado del Atlántico Norte en ese mismo lugar el 4 de abril de 1949.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN se comprometieron este miércoles a dedicar un mínimo de 40.000 millones de euros en 2025 para ayudar a Ucrania a vencer a Rusia y disuadir nuevos ataques en un futuro.
“Afirmamos nuestra determinación de apoyar a Ucrania en la creación de una fuerza capaz de derrotar la agresión rusa hoy y disuadirla en el futuro. Con ese fin, tenemos la intención de proporcionar una financiación básica mínima de 40.000 millones de euros durante el próximo año”, indicaron los aliados en la declaración de la cumbre que celebran en Washington.
En esa línea, acordaron “proporcionar niveles sostenibles de asistencia de seguridad para que Ucrania prevalezca”, teniendo en cuenta las necesidades del país, los respectivos procedimientos presupuestarios nacionales y los acuerdos de seguridad bilaterales celebrados con Kiev.
Se comprometieron a revisar las contribuciones aliadas en futuras cumbres de la OTAN, empezando por la que tendrá lugar el año que viene en La Haya.
Los aliados han dedicado a la ayuda militar a Ucrania unos 40.000 millones de euros aproximadamente desde que comenzó la invasión rusa en febrero de 2022. El nuevo compromiso servirá para cubrir los costos relacionados con el suministro de equipo militar y la asistencia y entrenamiento para Ucrania.
Estará incluida la compra de equipo militar para Ucrania; apoyo en especie; el mantenimiento, logística y transporte de equipos militares; el entrenamiento de soldados; inversiones en infraestructura y la industria de defensa ucraniana, o las contribuciones a los fondos fiduciarios de la OTAN para Ucrania, incluida la ayuda no letal.
Para apoyar un reparto justo de la carga, dijeron que intentarán cumplir este compromiso mediante contribuciones proporcionales, teniendo en cuenta también su participación en el PIB de la Alianza.
Los aliados informarán a la OTAN sobre el apoyo brindado a través de este compromiso dos veces al año, y el primer informe incluirá las contribuciones entregadas después del 1 de enero de 2024.
Sobre esta base, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, proporcionará a los aliados una descripción general de todas las contribuciones notificadas.
Además, los aliados decidieron hoy establecer una unidad de la OTAN de asistencia de seguridad y entrenamiento para Ucrania (NSATU, por sus siglas en inglés) para coordinar el suministro de equipo militar y entrenamiento de fuerzas ucranianas.
NSATU, que operará en los estados aliados, apoyará la autodefensa de Ucrania de acuerdo con la Carta de la ONU y, según el derecho internacional, no convertirá a la OTAN en parte en el conflicto sino que respaldará la transformación de las fuerzas de Ucrania y permitirá su mayor integración con la Alianza.
Igualmente, acordaron establecer un Centro Conjunto de Análisis, Capacitación y Educación (JATEC) OTAN-Ucrania, que consideraron “un pilar importante de cooperación práctica” para identificar y aplicar lecciones de la guerra de Rusia contra Ucrania y aumentar la interoperabilidad entre ese país y la OTAN.
En su declaración, los líderes garantizaron su apoyo a Ucrania en su “camino irreversible” hacia la integración en la Alianza Atlántica y aseguraron que le extenderán una invitación para unirse cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones para ello.
“El futuro de Ucrania está en la OTAN. Ucrania es cada vez más interoperable y está cada vez más políticamente integrada con la Alianza”, indicaron, y elogiaron los avances del país en reformas democráticas, económicas y de seguridad.
“Mientras continúa con esta labor vital seguiremos apoyándola en su camino irreversible hacia la plena integración euroatlántica, incluida la membresía en la OTAN”.
Para la Alianza estas decisiones, combinadas con el trabajo en curso de los aliados, “constituyen un puente hacia la membresía de Ucrania en la OTAN”.
Los líderes de la OTAN se comprometieron a reforzar su capacidad industrial en el ámbito defensivo y a proteger sus cadenas de suministro al considerar que la cooperación al respecto es una parte crítica de su defensa y fuerza de disuasión.
“Nuestra industria de defensa nos aporta el equipamiento que necesitamos para luchar, fortalece nuestra ventaja tecnológica y desempeña un rol importante a la hora de incrementar la preparación e interoperabilidad de nuestras fuerzas”, dijeron en una declaración conjunta de su cumbre en Washington, que concluye el jueves.
Fortalecer la industria de defensa, según esa nota, hace que la alianza sea más capaz y más apta para cumplir los requisitos de los planes de defensa de la OTAN “de manera oportuna y apuntala” el apoyo inmediato y duradero a Ucrania.
Los integrantes de la Alianza Atlántica apuntaron que la seguridad de cerca de mil millones de ciudadanos depende de las inversiones en cuestión de disuasión y defensa. La guerra de Rusia contra Ucrania y la transición de Rusia hacia una economía de guerra demuestran, en sus palabras, la importancia estratégica de esa industria.
Los aliados prometieron acelerar el crecimiento de la capacidad y de la producción industrial defensiva, impulsando una industria de defensa innovadora, competitiva y sostenible, donde la cooperación recíproca y la apertura sean “la norma”.
“Intentaremos abordar las restricciones a la financiación de inversiones industriales de defensa y promover la naturaleza ética de su contribución a la paz y la seguridad”, dijeron en esa nota, donde se apuesta por compartir los respectivos planes pero se deja en manos de cada país el desarrollo de los mismos.
Cada aliado redactará su propio plan, decidirá cómo mejorar la capacidad industrial y de respuesta, lo revisará periódicamente, informará anualmente sobre la base de resultados mensurables y acelerará la adopción de nuevas tecnologías.
Los miembros de la OTAN ven fundamental igualmente impulsar las adquisiciones conjuntas para reforzar la interoperabilidad y que haya una mejor relación calidad-precio, y también optan por aumentar la cooperación tanto con Ucrania como con socios como Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur.
Sus planes destacan que la protección de la cadena de suministro es igualmente crítica para proteger sus industrias y garantizar que la Alianza desarrolla “capacidades militares libres de la influencia hostil de adversarios potenciales”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, había adelantado este miércoles que esa promesa colectiva manda al mundo el mensaje de que los aliados están decididos a mantener fuerte la Alianza y a proteger “cada pulgada de su territorio”.
Los líderes de la OTAN acordaron durante la cumbre de Washington nombrar a un enviado especial para su flanco sur que coordine las relaciones con el norte de África y Oriente Medio, ante posibles amenazas como las redes de tráfico de migrantes o el terrorismo.
“Hoy hemos adoptado un plan de acción para un enfoque más fuerte, más estratégico y orientado a los resultados hacia nuestro flanco sur”, afirmaron los jefe de Estado y de Gobierno en una declaración conjunta.Según ese documento, los líderes pactaron que la Alianza designe “un representante especial para el flanco sur que actuará como punto focal y coordinará los esfuerzos de la OTAN en la región”.
Los aliados se comprometieron a reforzar el diálogo con los vecinos al sur de la Alianza y anunciaron la apertura de una oficina de enlace en Jordania.
Durante una rueda de prensa, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que la Alianza afronta “amenazas e inestabilidad” provenientes del norte de África y de Oriente Medio, pero aseguró que también hay “oportunidades” y defendió la cooperación con países de esas regiones.
Un grupo de trabajo designado por Stoltenberg concluyó en marzo que los desafíos del flanco sur están cada vez más interconectados con los del este y que la seguridad de los aliados está estrechamente entrelazada con la de Oriente Medio, el norte de África, el Sahel e incluso el golfo de Guinea.
Países como España o Italia han alertado sobre la necesidad de mirar hacia el flanco sur e implementar con plenitud la visión de 360 grados de la OTAN ante posibles amenazas, como las olas migratorias, el terrorismo o la inestabilidad política, pese al protagonismo y los recursos que acapara el comportamiento de Rusia en el este.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó este miércoles durante la cumbre su confianza en que la Alianza se comprometerá a incrementar sus esfuerzos para hacer frente a organizaciones criminales que fomentan la migración irregular hacia Europa.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, arremetió contra China por “apuntalar la economía de guerra de Rusia” contra Ucrania y dijo que los líderes de la Alianza están “definiendo la responsabilidad” del gigante asiático.
“El mensaje enviado por la OTAN desde esta cumbre es muy fuerte y muy claro: estamos definiendo claramente la responsabilidad de China respecto a su facilitación de la guerra de agresión rusa contra Ucrania”, dijo Stoltenberg en una rueda de prensa.
Stoltenberg expresó de parte de los líderes de la Alianza, que se reunieron esta tarde, que “China no puede facilitar el mayor conflicto en Europa en la historia reciente sin que eso afecte negativamente sus intereses y su reputación”, no obstante, no ahondó en detalles al ser preguntado por las repercusiones.
El diplomático y político consideró que esta postura no es “temporal”, sino “un cambio grande y estratégico” y avisó que la OTAN debe estar atenta a las “amenazas”, tras señalar que la “guerra de Putin está impulsada por quienes no comparten nuestros valores”: Irán, Corea del Norte y China.
Durante su discurso, aseguró que la “manera más rápida de terminar la guerra es perder la guerra, pero eso no traería paz, solo ocupación: así que a menos que queramos que Ucrania pierda, a menos que queramos doblegarnos, debemos mostrar compromiso y resolución”.