Max Verstappen ha ganado este fin de semana el Gran Premio de Hungría, y con ello alcanzó su 8va victoria sobre 13 carreras este año. Tiene 80 puntos de ventaja sobre Charles Leclerc a falta de 9 carreras. Aunque no hay que darlo por terminado, todo indica que el neerlandes será campeón del mundo otra vez, extendiendo su reinado actual por otro año más. Pero en Países Bajos hay otras razones para festejar el suceso que sus representantes tienen en el mundo del automóvil.
Este año, después de desarrollarlo largamente, el Lightyear 0 se convirtió en el primer auto solar-eléctrico de producción del mundo, poniendo al país en lo más alto de la tecnología de movilidad sustentable. Y aun así, hay otros proyectos nacidos en las tierras de los tulipanes, que han sido desarrollados completamente allí, y que aportan modos alternativos de propulsión verde. Y ambos, fueron producto de un equipo formado en la Universidad Tecnológica de Eindhoven.
El primero fue una casa rodante llamada Stella Vita, que funciona gracias a una gran superficie de paneles solares en su techo y en dos apéndices que se despliegan cuando está detenida en el lugar de destino. El Grupo se llama Solar Team Eindhoven y está conformado por algunos de quiénes también tuvieron intervención en la fabricación del Lightyear antes mencionado.
El segundo proyecto que se ha develado recientemente se llama ZEM, y consiste en otro auto con propulsión eléctrica y captación de energía solar, pero que además, es el más neutro de todos los autos eléctricos del mundo. Según dice la propia universidad, no solamente no emite CO2 a la atmósfera sino que está construido con materiales que producen un mínimo de dióxido de carbono en su proceso de fabricación, y es capaz de absorber carbono del aire mientras funcionan.
El ZEM es un monocasco con paneles de carrocería en cuya fabricación se han utilizado técnicas aditivas que reducen el desperdicio de material, además de utilizar plásticos reciclados y reciclables, cuero de piña, policarbonato en reemplazo de los vidrios, y tanto el sistema de iluminación como el de infoentretenimiento son modulares, lo que permite usarse en otros productos fuera del automóvil.
A nivel motriz, el ZEM tiene nueve paquetes de baterías modulares de 2,3 kWh para alimentar el motor eléctrico de apenas 22 kW o su equivalente de 29,5 CV, y tiene un sistema regenerativo que permite recargar parcialmente esas baterías con freno eléctrico o desaceleración del motor. Esa recarga, además de la que se puede hacer desde un tomacorriente de la red eléctrica, también recibe energía extra de los paneles solares que están sobre techo y capó.
Pero lo que más ha llamado la atención del ZEM es esa capacidad de recolectar CO2 del aire. Lo hace a través de su rejilla delantera, equipada con un sistema de la captura directa de dióxido de carbono a medida que el vehículo avanza. Los creadores informaron que gracias a este dispositivo, se podrían eliminar hasta 2 kilogramos de CO2 por cada 20.600 km recorridos a una velocidad de 60 km/h. Si bien parece una suma insignificante, si todos los autos del mundo tuvieran un sistema similar, la reducción podría ser sustancial.
Esa captura se hace en un filtro que debe reemplazarse cada 320 km y deben lavarse, idealmente con energía sustentable, y el CO2 se debe envasar en tanques que en el ecosistema del proyecto, deberían instalarse en los mismos puntos de recarga de electricidad.
Los miembros del equipo y el ZEM viajarán este mes de agosto a Estados Unidos para realizar una gira por universidades y empresas, mostrando su trabajo. La idea es contagiar a otros para que el sistema se pueda extender rápidamente.
“Queremos hacerle cosquillas a la industria mostrando lo que ya es posible”, dijo Nikki Okkels, gerente de relaciones externas del grupo. Agregando que “si en un año, 35 estudiantes pudieron diseñar, desarrollar y construir un automóvil casi neutro en carbono, las oportunidades son mucho mayores a nivel industrial.”