Talento y Liderazgo

¿Cómo puedes descubrir tu propio estilo de liderazgo? Aquí te damos tres claves y un ejercicio para que lo descubras

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El liderazgo no es sólo un título o una posición. Es, fundamentalmente, una mentalidad, una forma de pensar, de ser y de actuar que influye en la forma de acompañar a los demás.

Por Infobae

Cada persona que llega a liderar tiene su propio estilo y, para tener éxito, es importante que descubran cuál les funciona mejor. Comprender sus propios puntos fuertes y débiles le ayudará a identificar estrategias para desarrollarse de forma más eficaz.

Mi maestro John Maxwell, considerado el mayor divulgador de liderazgo del mundo con más de cien libros publicados, afirma que “quien es líder de verdad no busca seguidores: busca generar más líderes”. Esto significa que, más allá de conducir equipos y lograr aunar un propósito en común en las personas, piensa en su legado y en quienes le sucederán.

A veces, naturalmente, se interpone el ego, sobre todo en jefes disfrazados de líderes: no quieren que otras personas le hagan sombra, por lo que los ambientes laborales pueden volverse tóxicos y afectar el bienestar de las personas.

En medio de transformaciones constantes, donde la incertidumbre es lo cotidiano, hay ciertos estilos de líderes que pueden ayudar mejor que otros a lograr mejores resultados.

Si bien en la teoría y la academia se muestran muchos más estilos, esta síntesis busca orientar sobre algunas formas de liderar que son las más implementadas y buscadas actualmente en empresas de todo el mundo.

La invitación es a revisarlos y a tomar lo que consideres mejor de cada modelo, para adaptarlo a tu personalidad, entornos y necesidad:

1 – Liderazgo colaborativo

Cuando diriges de forma colaborativa, es posible que conformes un equipo diverso, que te lleva a animar a cada uno a aportar ideas y sugerencias para lograr un objetivo común.

Líderes de este estilo disfrutan trabajando codo a codo con las personas, abriéndose a nuevas ideas y perspectivas, y siendo sensibles al hecho de que cada persona del equipo tiene habilidades y capacidades únicas que son necesarias para lograr el éxito, por lo que maximiza el potencial de los puntos fuertes de cada uno.

En el estilo colaborativo se empatiza con los miembros de su equipo, alcanzando altos niveles de confianza mutua y comprensión de sus perspectivas. Se caracterizan por tener la mente abierta y consideran diferentes puntos de vista cuando toman decisiones que afectan a todo el grupo.

Estos perfiles prosperan en entornos de puertas abiertas en los que hay permanentes oportunidades para el debate y la lluvia de ideas.

2- Liderazgo experto

Una persona de este tipo tiene una visión clara y sabe exactamente lo que hay que hacer para alcanzar el éxito. Buscan aplicar sus conocimientos y experiencias para guiar al equipo y dan el ejemplo.

Su destreza adicional radica en el poder de la comunicación de una visión compartida, que co-crea junto a las demás personas. Actualmente el perfil experto es muy demandado, debido a la experiencia y la agilidad en la resolución de temas en momentos de alta complejidad.

Son personas decididas, confiadas y seguras de sí mismas, por lo que pueden tomar decisiones rápidas confiando en su juicio, aunque, hay que decirlo, no necesariamente sean abiertos y participativos a decisiones consensuadas. Dependerá la cultura de la empresa en la que se desempeña el hecho de que tengan resultados.

Por su experiencia inspiran a los miembros del equipo porque generan confianza, que es el gran atributo y pegamento para que las personas trabajen juntas y conformen equipos sólidos.

3- Liderazgo Coach

El núcleo del coaching como disciplina es la disposición a acompañar a otras personas a tener éxito, en cualquier aspecto. En los últimos cinco años se ha impuesto con fuerza en empresas de todo tipo y tamaño este estilo de liderazgo con herramientas de coaching ejecutivo, la rama empresarial especializada de esa formación.

Ya sea que cada líder coach interno en una empresa lo aplique en forma individual o con todo el equipo, al tener distinciones de coach logra convertirse en una fuerza orientadora más que una posición de autoridad.

Las compañías lo valoran especialmente por la efectivad para desarrollar habilidades blandas y “Power Skills” (de empoderamiento), ambas indispensables en el mundo laboral actual.

Si lo que se busca es aumentar la responsabilidad y el rendir cuentas (“accountability”, en el lenguaje de los recursos humanos), mejores vínculos, comunicación efectiva, y a la vez, resultados, este estilo puede desarrollar líderes dispuestos a pulirse, mejorar y a su vez, a elevar a sus colaboradores para despertar su potencial.

Una clave esencial es que facilita que se ejerza un liderazgo basado en el ser, hacer y en mantener conversaciones y transformadoras, sin descuidar los resultados y objetivos que tiene el negocio.

Ejercicio: Anatomía de tu liderazgo

Sin dudas podría mencionar al menos una docena de estilos más entre los más frecuentes en los últimos años, porque sigue habiendo empresas con liderazgo verticalista, burocrático, coercitivo y transaccional —el famoso “yo te pago, tú trabajas”—, por ejemplo.

Se trata de cambios culturales que llevarán años en transformarse, si es que se lo proponen. Lo importante a señalar es el proceso de transformación de liderazgo que ha aparecido en todo tipo de empresas en los últimos años.

Si no sabes cuál es tu estilo, puedes empezar por analizar tus puntos fuertes y débiles, y centrarte en las áreas que necesitas mejorar.

Como una orientación general, este ejercicio sencillo puede ayudarte. Puede parecer simple, aunque la profundidad que lograrás cuando lo practiques te ayudará a observarte mejor desde el liderazgo que hay en ti.

Sugiero que lo hagas a solas, con tiempo, y que dediques consciencia y presencia total para obtener un mejor resultado:

1. Dibuja tu figura: Toma una hoja de papel y haz un dibujo de una figura humana que te representa. Puedes colocar tu nombre en ella si lo deseas.

2. En un lateral, escribe 5 nombres de personas que admiras por distintos rasgos de liderazgo que te gustaría tener o potenciar.

3. Luego, divide tu figura en 5 partes.

4. Escribe los nombres de esas personas dentro de tu figura y el rasgo de liderazgo que reconoces en ellas.

5. En cada una de las divisiones, escribe 1 forma práctica de modelar ese rasgo durante un mes seguido.

6. Pon tu firma y fecha debajo.

7. Vuelca tus compromisos en un plan de 30 días seguidos, donde estarás practicando estos rasgos de liderazgo en ti, tanto en tu desempeño laboral como en el tiempo personal.

8. A los 30 días, vuelve a la figura original y escribe qué aprendizajes has tenido, qué has transformado o tomado consciencia, y de qué forma ahora te sientes más cerca del estilo de liderazgo de esas personas que has modelado durante un mes.

Recuerda: líder se nace, y también se hace. Hay personas que ya vienen equipadas con habilidades para liderar, y otras que lo desarrollan con la experiencia, ensayo y error, y, fundamentalmente, teniendo hombros de gigantes que le guíen, y animándose a modelar a quienes consideran un ejemplo a seguir.

Finalmente, el camino, la forma y la profundidad que quieres darle en tu ser y hacer como líder, lo eliges tú.

Daniel Colombo: Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado y Miembro de John Maxwell Team.

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