El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, han firmado un acuerdo para aumentar la cooperación militar y la defensa de Corea del Sur frente a las amenazas de Corea del Norte. Este acuerdo incluye la visita de un submarino nuclear estadounidense a Corea del Sur por primera vez en 40 años y la creación de un mecanismo de consulta bilateral para responder a cualquier incidente nuclear en la región.
Además, ambos líderes han hablado sobre la guerra en Ucrania y han reafirmado su compromiso con la defensa de la democracia y la imposición de sanciones a Rusia. A pesar de las tensiones en Corea del Sur sobre el envío de armamento a Ucrania, Yoon y Biden han exhibido una gran sintonía en su reunión en la Casa Blanca.
El acuerdo busca tranquilizar a Seúl ante el avance del programa nuclear de Corea del Norte y reafirma el compromiso de Corea del Sur con el Tratado de No Proliferación Nuclear. En una ceremonia de bienvenida, ambos líderes han conmemorado el 70 aniversario de la alianza militar firmada al término de la Guerra de Corea.
Yoon es el primer presidente surcoreano que realiza una visita de Estado a EE.UU. desde Lee Myung-bak en 2011 y es solo el segundo mandatario en hacerla desde que Biden llegó al poder en 2021.
Washington (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, firmaron un acuerdo para estrechar su cooperación militar frente a Corea del Norte y permitir que un submarino estadounidense con armas nucleares atraque en la península coreana por primera vez en 40 años.
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, Biden proclamó el “férreo” compromiso de EE.UU. con la defensa de Corea del Sur y afirmó que ese compromiso incluye la defensa de su socio ante cualquier amenaza, incluido un hipotético ataque norcoreano.
“Esto es especialmente importante ante las crecientes amenazas de Corea del Norte”, afirmó Biden.
Por su parte, Yoon anunció el fortalecimiento de la estrategia de “distensión extendida”, un compromiso adquirido por EE.UU. el año pasado y que consiste en el envío de activos estratégicos estadounidenses a la península coreana, como bombarderos o portaaviones, para responder a las acciones del régimen norteño.
“Hemos decidido fortalecer significativamente la distensión extendida de nuestros dos países contra las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte para que podamos lograr la paz a través de la superioridad abrumadora de nuestras fuerzas armadas y no conformarnos con una paz falsa basada en la buena voluntad del otro lado”, manifestó Yoon, que tiene una línea más dura con Pionyang que su antecesor, Moon Jae-in.
Uno de los puntos más importantes del pacto, conocido como la Declaración de Washington, es la visita de un submarino nuclear estadounidense a Corea del Sur.
Durante la Guerra Fría, en los años 70, submarinos nucleares de EE.UU. visitaban con frecuencia los puertos surcoreanos, hasta dos o tres veces al mes, y había ojivas nucleares en la península, pero Washington las retiró en 1991 y dejó de mandar submarinos nucleares a la península, según la Federación de Científicos Estadounidenses.
El texto incluye la creación de un mecanismo de consulta bilateral que hará que Seúl pueda participar activamente en los planes de EE.UU. para responder a cualquier incidente nuclear en la región, incluido un hipotético ataque norcoreano.
El acuerdo busca tranquilizar a Seúl ante el avance del programa nuclear de Corea del Norte, que ha realizado un número récord de pruebas de armas en el último bienio, y después de la turbulenta presidencia de Donald Trump (2017-2021), que amenazó con retirar las tropas estadounidenses de Corea del Sur.
El número de surcoreanos que creen que Seúl debe tener sus propias armas nucleares ha crecido y, según los sondeos, hasta dos tercios apuestan por esa política.
Sin embargo, en el acuerdo firmado este miércoles, Corea del Sur reafirma su compromiso con el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT), que el país ratificó en 1975 y que hizo que pusiera fin a su propio programa atómico.
Aparte de Corea del Norte, los dos líderes también hablaron sobre la guerra en Ucrania. Biden destacó que Washington y Seúl “comparten el compromiso” de ayudar a Ucrania a defender su democracia frente a la agresión rusa.
Estados Unidos ha agradecido repetidamente a Corea del Sur el envío de 230 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania y la imposición de sanciones a Rusia, pero a Biden le gustaría que Seúl jugara un papel más activo con el envío de armamento.
Hace unas semanas se filtraron documentos clasificados que mostraban que EE.UU. había presionado a Corea del Sur para que mandara armas a Ucrania, en violación de la política surcoreana que tradicionalmente se niega a suministrar armamento a países en conflicto.
Esas revelaciones hicieron que algunas voces de la oposición en Corea del Sur pidieran a Yoon cancelar su reunión con Biden, pero lejos de esas tensiones ambos líderes exhibieron este miércoles una gran sintonía.
De hecho, Yoon fue recibido por todo lo alto en los jardines de la Casa Blanca con unas 6.000 personas aplaudiendo a rabiar y agitando pequeñas banderas de EE.UU. y Corea del Sur. Hubo alfombra roja, orquesta militar y hasta salvas de cañón para marcar la ocasión.
En esa ceremonia de bienvenida ambos líderes hicieron declaraciones para conmemorar el 70 aniversario de la alianza militar firmada al término de la Guerra de Corea (1950-1953), por la que Washington, que mantiene 28.500 soldados en suelo surcoreano, se compromete a defender a su socio de un hipotético ataque norcoreano.
“Este es un lazo irrompible”
proclamó Biden.
El presidente anunció además que se han hallado los restos mortales del cabo del Ejército de EE.UU. Luther H. Story, quien perdió la vida durante la Guerra de Corea y al que se le premió de manera póstuma con la Medalla de Honor por su valentía.
Biden y Yoon, acompañados por sus esposas, Jill Biden y Kim Keon-hee, visitaron el martes el monumento a los veteranos de la Guerra de Corea en Washington, y allí mismo se reunieron con la sobrina del cabo, Judy Wade y su esposo, Joseph Wade.
Yoon es el primer presidente surcoreano que realiza una visita de Estado a EE.UU. desde Lee Myung-bak en 2011 y es solo el segundo mandatario en hacerla desde que Biden llegó al poder en 2021.