La capacidad de alimentarse de energía por sí mismo y de conducirse sin asistencia del ser humano en un solo envase. Así podría describirse este proyecto que combinó la acción de un grupo de ingenieros de distintas empresas y otro grupo de estudiantes universitarios, que además se realizó en muy poco tiempo en China, y que dio por resultado el Tianjin, un auto solar eléctrico y autónomo para uso urbano.
A diferencia a de otros autos eléctricos solares, este prototipo chino tiene la particularidad de no tener que enchufarse para cargar sus baterías, solo lo hace a través de sus paneles fotovoltáicos, lo que, si bien es una limitación técnica, lo que en realidad persigue es imponer el concepto de auto que no recurre a ninguna fuente de energía artificial para funcionar.
Un total de 42 diferentes especializaciones participaron conjuntamente del proyecto, de diversos campos como conversión de energía solar de alta eficiencia, almacenamiento de energía de alta densidad y materiales livianos, integrando 47 tecnologías avanzadas como las de aleaciones de magnesio, celdas solares de perovskitas, carbono, fibras y materiales altamente ignífugos y reductores de ruido.
Lo interesante de este vehículo y su tecnología, es que aún en días nublados, sus células solares acumulan energía por lo que el promedio de autonomía que prometen sus creadores es de 50 kilómetros diarios, a una velocidad de no menor a 50 km/h y con una capacidad de transportar a por lo menos 3 personas, lo que permite al Tianjin ser un auto perfecto para traslados cotidianos como son los de ir al trabajo o llevar a los menores a la escuela y regresar a casa. Pero si se circula a menor velocidad y con una sola persona, ese rango se puede extender hasta los 70 kilómetros diarios.
Su eficiencia esta dado sus paneles de captación de energía solar, que tienen dos modos de funcionamiento. Mientras el auto está andando, solo se alimenta de los paneles del techo, pero al estacionarse, esos mismos paneles se elevan y desplazan hacia los laterales, dejando otros similares que estaban debajo, en condiciones de recibir luz del sol y duplicar la capacidad de absorción.
Parte de esa eficiencia está también en el bajo peso del automóvil, que es de solo 1.020 Kg gracias a haberse usado para su construcción, un marco de carrocería completamente de aluminio, puertas y ruedas de fibra de carbono y aleación de aluminio, materiales compuestos de fibra de carbono RTM, piezas de revestimiento de fibra de carbono y vidrios de policarbonato.
Pero si estas características lo hacen único, Tianjin también es un vehículo de conducción inteligente. El Centro de Investigación de Tecnología Automotriz de China, ubicado en Tianjin, fue el responsable de lograr que este prototipo alcanzara la conducción autónoma de Nivel 4.
Tianjin puede circular automáticamente siguiendo una ruta establecida por el sistema, con una precisión tal, que no tienen volante, sino solo una pantalla con un botón rojo que puede accionarse para generar una parada de emergencia. Tampoco tiene acelerador, pero sí un pedal e freno.
Las dimensiones del automóvil son 4,08 metros de largo, 1,77 metros de ancho y 1,81 metros de altura. Tiene 2,85 metros entre ejes, y lo más importante, tiene un área de módulos solares de 8,1 metros cuadrados, que es mucho más extensa que la del Lightyear 0, el auto eléctrico-solar neerlandes que comenzó a comercializarse hace pocas semanas, y que tiene solamente 5 metros cuadrados de células fotovoltaicas.
Lo que está claro es que gracias al desarrollo de la tecnología, las celdas fotovoltaicas son mucho más efectivas porque ocupan menos espacio, tienen menos peso y más capacidad, pero además, las baterías también han mejorado su rendimiento, lo que permite que algo que parecía imposible, como hacer funcionar un auto únicamente con energía solar, hoy se puede hacer perfectamente, y con un gran camino de desarrollo por delante.