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El influenciador ultra lidera las elecciones en São Paulo con el 29% de los votos.

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El alcalde Ricardo Nunes, apoyado por Jair Bolsonaro, y el influenciador Pablo Marçal lideran las elecciones municipales de São Paulo con un 29% cada uno y el 23% del escrutinio completado. Guilherme Boulos, respaldado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, tiene un 28% de los votos. Tabata Amaral del PSB obtiene casi un 10%, y José Luiz Datena un 1.9%. Si ningún candidato supera el 50%, habrá una segunda vuelta el 27 de octubre.

El proceso electoral también mide la popularidad de Lula, quien votó en São Bernardo do Campo, destacando la importancia de la democracia y condenando las fake news. Los comicios en São Paulo son especialmente competitivos, con el apoyo de Bolsonaro haciendo eco en su discurso a favor de Nunes y en contra de Boulos. En otras ciudades como Río de Janeiro y Belo Horizonte, se observan tendencias similares de competición polarizada. La elección es un termómetro político hacia las presidenciales de 2026.

São Paulo, (EFE).- El actual alcalde Ricardo Nunes, apoyado por el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, y el influenciador ultra Pablo Marçal se sitúan al frente del recuento de votos, con un 29 % cada uno, en las elecciones a la Alcaldía de São Paulo, con el 23 % del escrutinio completado.

Por EFE

El diputado y activista izquierdista Guilherme Boulos, candidato respaldado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, está en tercer lugar, con un 28 % de los apoyos, según los resultados parciales del Tribunal Superior Electoral (TSE).

Por detrás, aparece la también diputada Tabata Amaral, miembro del Partido Socialista Brasileño (PSB), con casi un 10 % de los sufragios, y aún más lejos figura el presentador de televisión José Luiz Datena (1,9 %).

Si ningún candidato supera el 50 % de los votos, habrá una segunda vuelta entre los dos más votados el próximo día 27.

Los colegios electorales de Brasil cerraron sus puertas este domingo y comenzó el recuento electrónico de los votos en las municipales, en las que el país elige a los alcaldes y concejales de 5.569 ciudades.

Los centros de votación estuvieron abiertos nueve horas, hasta las 17.00 de la tarde de Brasilia (20.00 GMT), para los 156 millones de brasileños convocados en esta cita que se celebra casi a la mitad del mandato presidencial del progresista Luiz Inácio Lula da Silva.

Lula, que ha mantenido un perfil bajo a lo largo de la campaña, votó a primera hora en el municipio de São Bernardo do Campo, su cuna política en la periferia de São Paulo, con un llamado a defender la democracia y combatir la desinformación.

“Votar es un ejercicio de la democracia”, expresó el líder del Partido de los Trabajadores (PT), quien denunció la gran “cantidad de ‘fake news (noticias falsas)’” que circulan por las redes sociales y “la aparición de candidatos sin más compromiso que inventarse historias”.

Lula mantuvo la tradición de votar en São Bernardo do Campo, desde donde lideró como líder sindical las históricas manifestaciones contra la dictadura militar (1964-1985), un periodo clave para su formación política, que culminó en 1980 con la fundación del PT.

En su pronunciamiento, el jefe de Estado defendió la democracia, después del controvertido proceso electoral de 2022, sobre el que hay abierta una investigación por una supuesta trama golpista contra él, pues mientras esté vigente, “existirá el derecho del pueblo a elegir para bien o para mal”.

El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, acompañó a la candidata a alcaldesa de São Paulo, Tabata Amaral, que no cuenta con el apoyo de Lula, quien decidió respaldar al diputado izquierdista y líder del movimiento de los sintecho, Guilherme Boulos.

La disputa en São Paulo es una de las más apretadas del país, con Boulos empatado técnicamente con el actual alcalde, Ricardo Nunes, abanderado de Bolsonaro; y el influenciador Pablo Marçal, que ha dividido a la extrema derecha en la capital paulista.

Bolsonaro, inhabilitado por sembrar dudas sobre el proceso electoral y deslegitimar las instituciones democráticas en 2022, estuvo al lado de su candidato a alcalde de Río de Janeiro, Alexandre Ramagem, a quien las encuestas no le dan opciones de derrotar al regidor Eduardo Paes, aliado de Lula.

Al votar, el líder ultraderechista aprovechó para arremeter contra Paes, a quien los sondeos le otorgan una victoria en primera vuelta, y contra Lula, sobre el que dijo que “es un líder popular sin el voto del pueblo”, haciendo suyo un editorial reciente de un periódico local.

El capitán retirado del Ejército también anticipó su posición de cara a una posible segunda vuelta en São Paulo. En este sentido, dijo que, en caso de que su candidato (Ricardo Nunes) se quede fuera del balotaje, apoyará “a cualquier otro” contra Boulos, incluido Pablo Marçal.

Marçal) “es extremadamente inteligente, pero ya dije que tiene que contenerse un poco. Necesita moderación. Le gusta la polémica”, señaló Bolsonaro, quien ha visto restado su protagonismo en el campo de la extrema derecha por culpa de este empresario que hizo fama en internet con cursos de motivación.

El progresista Guilherme Boulos, candidato apoyado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en las elecciones municipales de São Paulo, votó este domingo y llamó a “derrotar el extremismo violento en las urnas”.

Tras depositar el voto en una escuela del barrio de Campo Limpo, Boulos, líder del Movimiento de los Sin Techo, dijo que las elecciones “tuvieron la marca de la mentira y del odio” diseminado por candidatos de extrema derecha.

“El desafío que tenemos es derrotar el extremismo violento, la mentira, el odio, y hacer prevalecer la verdad. Eso está en juego en las urnas hoy”, dijo.

El alcalde de São Paulo, Ricardo Nunes, repudió “la agresividad” y “las mentiras” de los “radicales”, al votar este domingo en las elecciones municipales de São Paulo en las que aspira a la reelección.

Nunes, candidato respaldado por el expresidente Jair Bolsonaro, vertió críticas dirigidas al aspirante ultra Pablo Marçal, a quien no citó directamente, pero dijo que tiene una “muy alta” tasa de rechazo entre el electorado.

“El periodo electoral en muchos momentos fue de agresividad, de ataques, de mentiras y ‘fake news’ (…) Estaremos en la segunda vuelta, mostrando que, aunque a muchos radicales les guste esto, la gran mayoría de la población repudia las mentiras”, dijo Nunes.

En los 103 municipios con más 200.000 votantes, habrá una segunda vuelta el 27 de octubre, si ninguno de los candidatos a alcalde supera el 50 % de los apoyos.

La única de las 27 capitales regionales que no fue a las urnas es Brasilia, que forma parte del Distrito Federal y tiene un régimen administrativo diferente.

São Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte son los tres municipios con mayor número de votantes, con 9,3 millones, 5 millones y 1,9 millones, respectivamente.

La campaña para las municipales en Brasil deja un rastro de violencia aún no aclarado

En São Paulo, el último sondeo, publicado el sábado por el Instituto Datafolha, anticipa un empate técnico entre el diputado y candidato de Lula, Guilherme Boulos; el actual alcalde Ricardo Nunes, abanderado por Bolsonaro; y el influencer digital y empresario Pablo Marçal.

La campaña en la capital paulista ha sido una de las más crispadas del país, con episodios de violencia entre los aspirantes y sus asesores en dos de los debates realizados.

En Río, todo indica que el regidor Eduardo Paes, respaldado por Lula, ganará en primera vuelta frente a Alexandre Ramagem, quien dirigió la Agencia Brasileña de Inteligencia en el Gobierno de Bolsonaro (2019-2022) y hoy es investigado por una supuesta trama de espionaje ilegal.

En Belo Horizonte, las encuestas también muestran un triple empate entre el actual alcalde, Fuad Noman; el candidato del partido de Bolsonaro, Bruno Engler; y el presentador de televisión Mauro Tramonte.

Los resultados se conocerán este mismo domingo gracias al sistema electrónico de votación que Brasil, la mayor democracia de América Latina, usa desde 1996.

La cita también servirá como un termómetro de la popularidad de Lula de cara a las presidenciales de 2026, cuando el dirigente del PT está cerca de cumplir la mitad de los cuatro años de su mandato.

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