El presidente de Argentina, Alberto Fernández, le regaló un auto blindado a la ex presidenta Cristina Kirchner después de que su casa fue atacada con bomb
El presidente Alberto Fernández le cedió un auto blindado a la Cristina Kirchner como parte de un refuerzo a la seguridad de la Vicepresidenta, luego del atentado que sufrió la ex mandataria frente a su departamento en el barrio porteño de Recoleta el último jueves.
El vehículo es un Ford Mondeo de color negro, uno de los coches de alta gama de la flota presidencial. La unidad logró ser retratada ayer por los fotógrafos de Infobae, cuando Cristina Kirchner salió por primera vez desde su domicilio después del fallido intento de magnicidio. En ese momento, la Vicepresidenta saludó a la militancia y se subió al Mondeo junto a una comitiva de custudios hacia un destino que se mantuvo en estricta reserva.
La titular del Senado ya se trasladaba con un Ford Mondeo blindado. Sin embargo, no lo usó recientemente porque se encontraba en estado de reparación, indicaron fuentes de Casa Rosada a este medio. En su lugar utilizaba un auto de color blanco.
Ante el conmocionante intento de asesinato ocurrido durante la noche del jueves, Alberto Fernández mantuvo conversaciones con Cristina Kirchner en los últimos días luego de que se vulneraran las medidas de seguridad en torno a su integridad física. El viernes se volvió a encontrarse con ella en Recoleta a las 14, durante una reunión de 45 minutos.
“Cristina y Alberto estuvieron reunidos a solas y sólo ellos conocen el contenido de la charla”, señalaron allegados a ambos dirigentes sobre ese encuentro.
En el contexto de esos intercambios, el mandatario le cedió a Cristina Kirchner uno de los dos vehículos blindados Ford Mondeo que no usa para el desempeño de sus tareas como jefe de Estado. Son autos que pertenecían a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y habían sido adquiridos durante el gobierno de Cambiemos.
En 2021, la entonces interventora de la AFI, Cristina Caamaño, resolvió ceder ambos vehículos al Poder Ejecutivo tras evaluar que no eran necesarios para las funciones asignadas a la Agencia. En esa revisión de inventario, la funcionaria puso bajo subasta más de 69 vehículos que pertenecían al organismo encargado de juntar información y realizar inteligencia criminal para preservar la seguridad del país.
Actualmente, la administración de la flota presidencial está a cargo del secretario general de la Presidencia y estrecho amigo de Alberto Fernández, Julio Vitobello.
Todo el dispositivo de la seguridad de la Vicepresidenta quedó en entredicho cuando Fernando André Sabag Montiel irrumpió entre la militancia que la esperaba en su domicilio en las calles Juncal y Uruguay y le gatilló dos veces con una pistola Bersa semiautomática calibre 32, a tan solo pocos centímetros de su cabeza. Las balas no se dispararon y el hombre de 35 años logró ser identificado y detenido.
El arma secuestrada tenía cinco cartuchos en el estuche cargador y ninguno en la recámara, según el resultado que lanzó el peritaje realizado por la División Balística de la Policía Federal. Esto significa que Sabag, por desconocimiento, nervios o de manera intencional, no realizó el movimiento de corredera para que la bala subiera a la recámara y así efectuar el disparo.
Sabag Montiel, nacido en Brasil, es hasta ahora el único imputado en el expediente caratulado como “homicidio calificado en grado de tentativa”, aunque los investigadores no descartan ninguna hipótesis. Los funcionarios judiciales buscan establecer si Sabag Montiel actuó solo.
Anoche, el imputado se negó a declarar ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo. Hasta el momento se habían tomado 24 declaraciones testimoniales, entre ellas, la de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Sabag Montiel evitó el procedimiento y dijo que quiere ver toda la prueba que hay en la causa antes de presentar su declaración.
El acusado permanecía detenido hoy en la sede de la Policía Federal del barrio porteño de Palermo.