Es común escuchar historias de “lo que no fue”: desde el actor que rechazó la película que luego se convirtió en éxito o el caso inverso, la figura que fue a un casting solo para acompañar a su amigo y ese día cambió su vida para siempre. Es usual también que directores y productores discutan y hagan sus apuestas sobre a quién quieren en el rol principal. Diferencias que se terminan cuando se pone en marcha el rodaje. O al menos eso suele ocurrir.
Si hay un trabajo que marcó la carrera de Michael Fox, es sin dudas Volver al futuro (1985, 1989 y 1990) Hoy, pareciera que nadie más podría haber hecho a Marty Mc Fly. Sin embargo, el joven que a mediados de los ‘80 integraba el elenco de la sitcom Lazos Familiares entró a mitad del rodaje. Sí, como una burla a la máquina del tiempo que usó en la ficción, el actor apareció en la escena, seis semanas después de iniciado el proyecto. Hasta ese momento, Eric Stoltz había estado filmando el protagónico. ¿Los motivos de su desvinculación? “Se tomaba muy en serio su papel”.
A Fox no le daban los horarios y la productora debía realizar el filme, no tenía tiempo de esperar a que al agenda del joven que daba sus primeros pasos en el medio pero que auguraba un gran futuro, se desocupara, entonces abrieron el casting. Según el documental de Netflix Las películas que nos formaron, Sidney Sheinberg, ejecutivo de Universal, había quedado maravillado con el rol de Stoltz en La Máscra y por eso lo quería para este nuevo papel. A tal punto estaba convencido que desafió a al director Robert Zemeckis y al productor y guionista Bob Gale : “Si no lo hace bien, ponés a otro actor y empezás de nuevo la película”.
Fue entonces que emprendieron manos a la obra y con un atuendo muy distinto al que usó en la versión final (cuando decidieron agregar el chaleco rojo que contrastaba con el pasado al que el personaje viajaba), el mencionado actor se puso en la piel del querido Marty. Las semanas pasaban, pero había algo que no convencía al equipo artístico. “Se tomaba de manera muy dramática su papel y creía que el filme en realidad era una tragedia, no comedia”, contó Gale sobre el artista. Le faltaba ese guiño divertido, picaresco y caradura de adolescente que finalmente le aportó Fox y que le dio vida propia a McFly más allá de la película, marcando un estilo que los chicos de mediados de los ochenta querían seguir.
“Se lo tomaba como si realmente hubiera retrocedido en el tiempo y daba miedo y nervios”, dijo Dean Cudney, director de fotografía en el mencionado documental. Las tomas se acumulaban, pero no servían y reemplazar a un actor a mitad del rodaje, parecía una locura. Pero el director y su equipo (entre quienes estaba nada más ni nada menos que Steven Spielberg) tomaron al pie de la letra las palabras de Sheiberg y pidieron el cambio del protagonista.
Aunque corrían un riesgo muy alto sacando a un actor una vez ya comenzada la etapa de filmación (en lo que a dinero y tiempo respecta) y es algo que no es común que ocurra, decidieron hacerlo y movieron cielo y tierra para que Fox pudiera encarnar al querido, divertido y elocuente (o tal vez esas características las aportó él) personaje. Era una apuesta… y funcionó.
El cambio de actor hizo que tuvieran que acelerarse los tiempos de rodaje, para recuperar las seis semanas perdidas con Stoltz pero además, trajo consigo el cambio de la compañera del personaje principal, ya que Melora Hardin, la actriz elegida originalmente para el rol era demasiado alta para ser novia de Fox. Fue entonces que los productores convocaron a Claudia Wells para ponerse en la piel de Jennifer.
Con la fecha de estreno solapándole la nuca a los realizadores, muchas escenas que Stoltz había hecho no se volvieron a filmar, sino que se rodó por separado al nuevo protagonista solamente y se pegaron las imágenes… ¡la magia del cine!. Además, como durante el día grababa Lazos familiares, Fox solo podía filmar durante la noche. Claramente les habría sido muy útil poder usar el Delorian de Doc Brown (Christopher Lloyd) para volver seis semanas y recuperar el tiempo invertido.
Aunque es recordado como “el actor que no fue Marty McFly”, el artista de 61 años tiene en su haber más de 40 películas entre las que están Pulp Fiction, Mujercitas, Jerry Maguire y Anaconda, entre otras. Incluso en 1985, antes de la convocatoria para Volver al futuro, fue nominado al Globo de Oro por su labor en La Máscara.
Su último filme como actor fue Her Smell con Elisabeth Moss y Cara Delevingne, pero desde el 2000 decidió virar hacia la dirección, realizando entre otras cosas varios capítulos de la serie La ley y el orden. Alguna vez al ser consulado sobre cuál era su película preferida, dijo: “Por lo general, la última que hago, como la que estoy cortando ahora. Porque sueño con eso, y como que lo respiro… es como enamorarse, ese sentimiento de emersión y desafío”.
En esa misma entrevista al sitio estadounidense especializado MovieHole también habló de su paso por Volver al Futuro: “Sabes, fue hace veintitantos años y rara vez miro hacia atrás, si es que lo hago, pero en retrospectiva, creo que solo atravesar ese período difícil me ayudó a darme cuenta de cuán liberador fue realmente”.
Con el paso de los años, supo aprovechar su salida del proyecto para enfocarse en otras cosas: “Regresé a la escuela de actuación, me mudé a Europa, hice algunas obras de teatro en Nueva York y de hecho invertí… de una manera que era mucho más saludable para mí”.
Además, confesó que creía que “no hubiera entrado en terapia” si se hubiera convertido en una estrella masiva, aunque también se atrevió a bromear: “Por otro lado, habría sido extremadamente rico, ¡lo que hubiera sido maravilloso!”. Aquella nota la dio hace 16 años, cuatro antes de que lanzaran la trilogía de la película en blue ray con sus imágenes inéditas. Hasta ese entonces, nunca se habían visto videos de él en el rol de Marty y confesaba que “sería interesante verlo”.
El éxito del film de Zemeckis fue inmediato y a la primera entrega le siguieron dos más (1989 y 1990), con el Marty que todos conocen. Siempre quedará la incógnita sobre si Volver al futuro, hubiera sido lo que fue sin Michel Fox o si fue él quien hizo de ella un clásico del cine. Nadie, ni el propio Eric lo sabrá, salvo que tome del Delorian y retroceda a 1985 para rodar.