Nadie cree que Nicolás Maduro ganó las elecciones. Ni él, su partido, ni sus aliados (incluidas las fuerzas armadas) ni las fuerzas democráticas del mundo.
Sin presentar resultados, Maduro se apresuró a proclamarse reelecto y reprimió con armas las protestas que surgieron tras el fraude.
Con excepción de Rusia, China, Bielorrusia, Irán, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Siria, muchos países rechazan a Maduro. Pablo Iglesias, fundador de Podemos, y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, han exigido recuentos de votos con participación democrática e instituciones internacionales.
El ventajismo y los abusos durante la campaña anunciaban la poca disposición del régimen a seguir reglas claras. El fraude descarado y la precipitación en dictaminar el triunfo de Maduro sin soporte han movilizado a países y organismos internacionales a exigir el conteo de las actas de votación.
Aunque algunas declaraciones han sido ambiguas, el repudio contra Maduro aumenta. Él se va quedando solo y el pueblo venezolano recibe más solidaridad.
No reconocen el resultado del CNE:
Nadie cree que Nicolás Maduro ganó las elecciones. Nadie. Ni él ni su partido, ni sus aliados (incluidas las fuerzas armadas) ni, desde luego, las fuerzas democráticas del mundo.
Organizaciones internacionales:
Sin presentar resultados, Nicolás Maduro se apresuró a proclamarse reelecto y su siguiente acción fue reprimir con las armas las protestas que surgieron en todo el país al consumarse el fraude.
Por El Nacional
Con excepción de Rusia, China, Bielorrusia, Irán, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Siria, muchos países le han puesto la mano en el pecho a Maduro y le han hecho saber que no tolerarán más desmanes. Cabe resaltar, por ejemplo, la actitud de Pablo Iglesias, fundador de Podemos, y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quienes han exigido recuentos de los votos con participación de los partidos democráticos y escrutinio de instituciones internacionales constituidas para tal fin.
El ventajismo y los abusos durante la campaña habían advertido de la escasa disposición del régimen venezolano de conducirse según reglas claras y confiables. Pero ha sido el descarado fraude y la precipitación de la tiranía en dictaminar el triunfo de Maduro, sin respaldar tal anuncio con ningún soporte, lo que ha movilizado a países, organismos internacionales y personalidades a poner distancia con Miraflores y exigir el conteo de las actas de votación de cada mesa.
Reconocen el resultado del CNE:
Aún en presencia de declaraciones ambiguas o tendientes a simpatizar con lo que la comunidad internacional considera un fraude, los hechos indican que el repudio aumenta hora con hora, Maduro se va quedando más solo y el pueblo venezolano recaba más solidaridad y comprensión.
