El presidente estadounidense, Joe Biden, rechazó en una entrevista en NBC su responsabilidad en la retórica “inflamatoria” que culminó en el atentado contra el exmandatario y candidato republicano Donald Trump, atribuyéndosela a su rival. Biden admitió que fue un “error” utilizar la expresión “poner a Trump en la diana”, pero señaló las declaraciones de Trump sobre fraude electoral y el asalto del Capitolio del 6 de enero de 2021.
Biden afirmó no haber usado retórica violenta y destacó las declaraciones de Trump sobre “un baño de sangre si pierde” las elecciones y sus “bromas” sobre el ataque al marido de Nancy Pelosi. Tras el atentado contra Trump, Biden abogó por rebajar el tono de la campaña presidencial.
El presidente condenó la violencia política y dijo que la conversación posterior con Trump fue “cordial”. Aunque no tildó el ataque a Trump de fallo de seguridad, pidió una investigación independiente y destacó la importancia del papel de las autoridades locales.
Biden expresó su preocupación por la “salud” de Trump y la “cobertura” de candidatos tras el ataque, citando experiencias previas con expresiones hostiles de los votantes de Trump. Criticó a J.D. Vance, el “número dos” de Trump, por adoptar su agenda.
Biden se comprometió a seguir hablando sobre los problemas legales de Trump, calificó de “engañosa” la desestimación del caso de los documentos clasificados y rechazó las peticiones para suspender su campaña, destacando que fue elegido por 14 millones de votantes demócratas y que solo es tres años mayor que Trump. Aseguró que no repetirá la impopular actuación del debate de junio en el próximo encuentro programado en septiembre.
Nueva York (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, rechazó este lunes en una entrevista en el canal NBC su responsabilidad en la retórica “inflamatoria” que culminó en el atentado contra el exmandatario y candidato republicano Donald Trump del pasado sábado, y se la atribuyó a su rival.
Por EFE
Cuando el presentador Lester Holt le preguntó concretamente por la expresión “poner a Trump en la diana”, que utilizó hace unos días, Biden admitió que fue un “error”, pero puso repetidamente el dardo en su rival y en sus denuncias de fraude electoral que desembocaron en el asalto del Capitolio del 6 de enero de 2021.
Presionado por un “examen de conciencia” sobre su lenguaje, Biden enfocó a Trump y otras declaraciones más recientes, como las de producir “un baño de sangre si pierde” las elecciones, o sus “bromas” cuando el “marido de (la congresista) Nancy Pelosi fue golpeado con un martillo”.
“Yo no he usado esa retórica, mi oponente sí”, afirmó Biden, quien tras el ataque del sábado contra Trump ha abogado por rebajar el tono de la campaña presidencial.
Cuestionado por cómo bajará el tono, el presidente dijo que “seguirá hablando de las cosas que importan al público estadounidense” y, de manera confusa, prometió “hablar sobre cómo abordar la frontera en lugar de hablar de la gente como si fueran parásitos”, en referencia al discurso antiinmigración de Trump.
“Ese es el tipo de lenguaje inflamatorio”, agregó.
Sobre el intento de asesinato de su rival en las presidenciales, Biden condenó de nuevo la violencia política, aseguró que la conversación posterior entre ambos fue “cordial” y dijo no haber pensado en cómo ese suceso cambiará la trayectoria de la carrera hacia la Casa Blanca.
Biden evitó tildar el ataque a Trump -del que ha pedido una investigación independiente- de fallo de seguridad y sostuvo que se siente “seguro con el Servicio Secreto”, pero apuntó al “gran papel” de las autoridades locales, enfatizando que no las estaba llamando “incompetentes”.
Tras el ataque, expresó su preocupación por “la salud” de Trump y por la “cobertura” de los candidatos a presidente y a vicepresidente “a partir de ahora”, aunque citó solo su experiencia con expresiones “inflamatorias” y “despiadadas” de los votantes de Trump hacia él.
“Nunca he visto una circunstancia en la que vas por ciertas áreas rurales del país y la gente tiene letreros (…) de (apoyo a) Trump que dicen ‘F Biden’ (que le jodan a Biden), con un niño ahí levantando su dedo corazón”, explicó.
Respecto al “número dos” de Trump anunciado este lunes, el senador J.D. Vance, Biden se jactó de los comentarios negativos que este hizo en el pasado sobre el expresidente y consideró que simplemente ha “adoptado” la agenda de Trump.
Holt señaló que Biden ha atacado a Trump por sus problemas con la Justicia y que este lunes una jueza de Florida desestimó el caso de los documentos clasificados, a lo que este dijo encontrar la base del fallo “engañosa” y se comprometió a seguir hablando de lo que considere “apropiado”.
En ese sentido, rechazó de nuevo las peticiones para que suspenda su campaña y dé paso a otro demócrata, citando los “14 millones de personas” que le votaron para ser el nominado de su partido y recordando que solo es tres años más “viejo” que Trump.
Tras el impopular debate que mantuvo con el candidato republicano en junio, admitió que “le fastidió” porque no se sentía bien, afeó que la prensa no hablara de “las 28 mentiras” que profirió su rival y descartó “otra actuación a ese nivel” en el próximo debate, programado en septiembre.