Un gigantesco campus que se ubica en el distrito Al Dafna, al Norte en las afueras de Doha, específicamente a 20 kilómetros del Aeropuerto Internacional Hamad, se verá absolutamente revolucionado en pocos meses. La quietud y el orden que supone la vida académica dentro de la Universidad de Qatar (QU), el lugar elegido por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para que sea la casa de la Selección durante la Copa Mundial de la FIFA, serán eclipsados por todas esas emociones que viven los futbolistas y sus hinchas durante este singular evento. Los famosos cánticos que los jugadores aprendieron de los hinchas, la cumbia que sale de sus parlantes en su tiempo libre o el ruido de los silbatos y los gritos de los entrenamientos, se convertirán en el sonido ambiente y en la escena más repetida dentro de la principal institución de educación superior del país árabe. A cuatro meses del inicio de la cita mundialista, Infobae ha visitado uno de los sectores que se convertirá en el epicentro de las risas, llantos, esfuerzos, descansos, broncas y celebraciones de los 26 jugadores elegidos por Lionel Scaloni y toda la delegación albiceleste. Estas instalaciones de alto rendimiento han abierto sus puertas para mostrar su entusiasmo ante el inminente desembarco de Lionel Messi y el resto de las figuras que integran el equipo campeón de América.
No es para nada sencillo llegar a este sector en el que se hospedará la Argentina a partir de los últimos días de noviembre. El transporte público es una alternativa fiable para llegar a la Universidad de Qatar (QU) –hay autobuses que la recorren y una estación de la línea Roja del metro que lleva su nombre– pero se trata de un gigantesco predio de 8,1 kilómetros cuadrados que alberga una infinidad de edificios. Estas construcciones de colores blanco y beige, como son la gran mayoría de la ciudad de Doha porque hasta hace unos años eran los únicos colores permitidos por el gobierno local, son transitados por más de 23.000 estudiantes de 10 facultades distintas, quienes conforman un ecosistema que supone una gama más amplia de programas académicos dentro de esta organización modelo de excelencia académica y de investigación de la región del Golfo Pérsico. Nadie circula a pie por el campus. Los largos trayectos y las altas temperaturas hacen que sea imposible. Aunque ese no será un problema para la Selección. De hecho, cuando Scaloni y su cuerpo técnico empezaron a planificar la logística para la Copa del Mundo, pensaron que sería importante encontrar un búnker que integre el hospedaje con el lugar de entrenamiento para optimizar el descanso en medio de la frenética preparación de los partidos que supone un torneo de este calibre.
Cada detalle influye en la búsqueda de la ansiada consagración y elegir este complejo educativo fundado en 1971 ha sido el primer paso porque La Scaloneta ha encontrado un sitio que le ofrece privacidad y comodidades en partes iguales. Una recorrida por la zona de la Universidad de Qatar en la que va hospedarse la Selección durante el Mundial alcanza para reconocer que el equipo va tener a su disposición todos los recursos necesarios para los entrenamientos. Infobae se sumergió dentro de esa estructura que está ubicada puntualmente entre la Universidad de Ciencia y Tecnología y el edificio que funciona como actual residencia de hombres, un complejo de habitaciones en el que justamente se están llevando adelante las últimas refacciones para que sea utilizado por Messi y compañía. Los jugadores solamente van a tener que caminar unos 20 metros desde la edificación que será su residencia hasta los vestuarios y los campos de juego en los que van a trabajar a diario.
Al cruzar la calle y entrar al recinto que da acceso a la canchas de entrenamiento, se van a encontrar con un pasillo principal que conduce hacia unos vestuarios minimalistas, de paredes blancas y mueblería gris, que seguramente empiecen a teñirse de celeste y blanco cuando el equipo argentino se instale definitivamente en Doha. El sector de los lockers, que será el punto de reunión de los jugadores cada mañana, donde compartirán los últimos mates y se pondrán la indumentaria de entrenamiento, da paso directamente a una gran sala de duchas, jacuzzis y baños. Justo enfrente de ese vestuario está la oficina de Scaloni. El DT de la Selección tendrá su propio espacio de reflexión y trabajo, como también un camerino propio. Esas son solamente algunas de las habitaciones que tiene este espacio, que también cuenta con un consultorio médico equipado con la más alta tecnología, una amplia utilería, e incluso una sala de rezo. Es común encontrar estos pequeños habitáculos religiosos en cada construcción ligada con el Mundial, incluso los hay para hombres y mujeres en los sectores VIP de los estadios.
Todavía restan algunos meses para que la Selección Argentina viaje a Qatar y, por estos días, el césped de las canchas se encuentra en perfecto estado, con las líneas de los campos de juego recién pintadas y los arcos colocados al espera de que lleguen las figuras albicelestes. A los costados reposan los bancos de suplentes y hay unas enormes torres de iluminación que van a facilitar los ensayos nocturnos. Una delegación de la AFA visitó el lugar en abril para revisar las instalaciones y establecer algunas modificaciones que sirvan para mejorar la experiencia de la Selección. Otro grupo fue el que regresó en las últimas semanas para supervisar el avance de las reformas. “El toque estándar internacional ya se encuentra incorporado en las instalaciones deportivas de la Universidad y se han ejecutado más obras de acondicionamiento que fueron exigidas por la AFA”, reconocieron las autoridades ante la consulta de Infobae. Desde el organismo que regula el fútbol argentino solicitaron algunas modificaciones muy puntuales, porque en líneas generales encontraron un espacio de élite, con recursos deportivos y hospitalarios de última generación.
Algunos de los cambios impulsados por la AFA tienen que ver con la cantidad de televisores en algunas habitaciones o salones comunes, como también el tamaño de las camas. Lógicamente, habrá también varios sectores del edificio principal y de la zona de entrenamiento que van a ser ploteados con imágenes alusivas a los éxitos deportivos del grupo actual y de glorias pasadas de la Argentina. También le han pedido a la Universidad que prepare un sector al aire libre donde se pueda colocar un gazebo –con refrigeración incluida para no sufrir las altas temperaturas– que tenga capacidad para alrededor de 100 personas y que sirva como un punto de encuentro que los jugadores puedan aprovechar en los momentos que esté autorizado el ingreso de familiares, amigos y allegados. Es probable que la Selección esté aislada de esas manifestaciones que habitualmente planean los hinchas que viajan a alentar al equipo en los Mundiales. “Los controles de acceso están bajo el control del equipo de seguridad de la Selección Argentina, los servicios de seguridad de la Universidad de Qatar y los equipos del Ministerio del Interior”, explicaron. En este contexto, todo indica que el contacto de los futbolistas con el público será mínimo, quedando reducido las pocas oportunidades que se presenten en los estadios durante los días de partidos.
La Scaloneta juega sus primeros dos partidos de la fase de grupos –debutará ante Arabia Saudita el martes 22 de noviembre y luego se medirá a México el martes 26– en el mismo lugar: el Lusail Stadium, el estadio más grande que tendrá el evento, con capacidad para 80.000 personas y un diseño imponente. Esto representa otra gran ventaja para el combinado albiceleste porque este majestuoso recinto está a solamente 12 kilómetros de la Universidad. Es un trayecto de no más de 16 o 17 minutos en automóvil, todo directo por la autopista Al Khor Coastal Rd. hasta llegar a destino. El tercer compromiso, que será el miércoles 30 de noviembre frente a Polonia, supondrá un traslado un poco más largo, ya que se disputa en el 974 Stadium. Desde el búnker argentino hasta el primer estadio desmontable de la historia de los Mundiales hay aproximadamente 20 kilómetros, lo que implica un viaje de casi media hora. Aunque los tiempos de viaje es probable que sean más cortos si se tiene en cuenta que habrá operativos de seguridad para optimizar la movilidad de los equipos.
Las instalaciones deportivas de la Universidad de Qatar no serán de uso exclusivo de la Selección Argentina, ya que también allí se va a alojar la de España. Tampoco serán pioneros porque ahí fue donde se quedó el Liverpool de Jürgen Klopp durante su participación en el Mundial de Clubes de 2019. Está previsto que ambos combinados nacionales queden “divididos igualmente en términos de condiciones de residencia y actividades de entretenimiento”, según reconocieron desde la organización a Infobae. Aunque eso no quiere decir que Argentina y España vayan a compartir espacios. Dentro del monstruoso campus de esta institución educativa sobran las instalaciones deportivas y lugares de alojamiento, por lo que ambas selecciones se inclinaron por reservar un sector en este predio que está lejos de las zonas más turísticas y populares de Doha. Es un privilegio que no han conseguido muchos de los participantes del torneo. Brasil, por ejemplo, se hospedará en un lujoso hotel de pasajeros llamado Westin Doha Hotel & Spa, pero llevará a cabo sus entrenamientos en el Grand Hamad Stadium, ubicado en el complejo deportivo Al Arabi. Hay solamente 4 kilómetros entre un punto y otro, pero comprende un viaje diario que puede durar entre 10 y 15 minutos, dependiendo del tráfico. Toda la logística y el tiempo que implica abandonar el hotel para dirigirse hacia el campo de entrenamiento es algo de lo que Lionel Scaloni y Luis Enrique no tendrán que preocuparse, aunque La Roja tiene traslado de 20 kilómetros hasta el Estadio Al Thumama, donde abrirá su participación mundialista el 23 de noviembre ante Costa Rica.
Cada día que pasa se hace más corta la espera para ver a Lionel Messi y a la Selección hacer su desembarco en Doha. La Universidad de Qatar, una entidad de prestigio internacional académico pero también con una gran reputación en términos de actividades deportivas, última los detalles en sus instalaciones de alto rendimiento, que cumplen con los requisitos logísticos, médicos y de entrenamiento para un equipo que también podrá aprovechar las medidas de seguridad y la accesibilidad controlada al campus para concentrarse a tope para lograr el objetivo. Este grupo que encabeza Lionel Scaloni, que se ha consagrado campeón de América y arrastra un invicto de 33 partidos, ha manifestado su ilusión de llegar muy lejos en el Mundial. Sueña con alcanzar la gloria y sabe que el Lusail Stadium, la sede en la que jugará su dos primeros partidos y que está muy cerca de su búnker, también es el estadio en el que el próximo 18 de diciembre se va a jugar la final. La cercanía geográfica con el escenario en el que Messi podría alzar el trofeo que gran parte del mundo del fútbol le quiere ver ganar puede parecer una coincidencia, aunque la cita mundialista está a la vuelta de la esquina y esa soñada consagración puede estar más cerca de lo que parece.