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Política

¡Increíble revelación! Sanders advierte sobre el peligro de la extrema derecha en EE.UU.

Hace cuatro años, Bernie Sanders desafió al ‘establishment’ demócrata compitiendo de cerca con Joe Biden en las primarias. Ahora, desde Austin, Texas, habla sobre la influencia del dinero en política y la importancia de apoyar a la clase trabajadora para ganar elecciones. Sanders aboga por la sanidad universal, reducir el costo de medicinas y aumentar el salario mínimo. Apoya la campaña de Kamala Harris para presionar al partido a centrarse en la clase trabajadora y vencer a la extrema derecha. A sus 83 años, Sanders sigue siendo una figura clave del progresismo, criticando la falta de respuesta gubernamental a las necesidades populares y alertando sobre el ascenso de la extrema derecha, que gana terreno entre votantes blancos de menores ingresos y latinos. Advierte que para vencer, los demócratas deben enfrentarse a las grandes corporaciones y ser vistos como el partido de los trabajadores. Aunque Harris ha moderado su discurso en temas como salud universal, Sanders cree que las generaciones jóvenes progresistas ofrecen esperanza para el futuro político de EE.UU.

Por Alejandra Arredondo |

Por EFE

Austin (EE.UU.) (EFE).- Hace cuatro años, el senador progresista de Vermont Bernie Sanders se embarcó en una inédita cruzada contra el ‘establishment’ del Partido Demócrata, pisando los talones al presidente Joe Biden en la nominación del partido y con el doble de popularidad que Kamala Harris en el proceso de primarias.

Hoy, en entrevista con EFE desde la isla progresista de Austin en Texas, Sanders habla de la influencia del dinero en el poder, de satisfacer las demandas de la clase trabajadora y de los latinos tejanos en unos comicios donde el apoyo a Donald Trump augura unas ajustas elecciones a la Presidencia.

“Mi conclusión es que si en este país quieres ganar las elecciones tienes que apoyar a la clase trabajadora. Eso significa que vamos a movernos hacia una sanidad universal, para que todo hombre, mujer y niño tenga el cuidado de salud que requieren, reducir el coste de las medicinas (…) y aumentar el salario mínimo en Texas y a nivel federal”, señala Sanders.

El legislador se ha unido a la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris, en un intento de poner presión al partido para que mire a la “clase trabajadora” y conseguir así una nueva victoria ante la extrema derecha el próximo mes de noviembre.

“Lo que está pasando en EE.UU. con el extremismo de derecha no es un problema único. Uno de los motivos es que hay gobiernos en todo el mundo y aquí también que no responden a las necesidades de las personas normales”, contó Sanders, quien a sus 83 años se ha establecido ya como uno de las figuras míticas del progresismo en el país.

Tras haber perdido contra Biden en 2020 las primarias del Partido Demócrata, Sanders –y junto a él exponentes del movimiento progresista como los legisladores Alexandria Ocasio-Cortez o Ro Khanna- se acercó a la Casa Blanca, consiguiendo que el gobierno actual abrazara políticas hace unos años impensable como reducir los precios de algunos medicamentos o la defensa de los sindicatos.

Sin embargo, el país (y los demócratas) están aún muy lejos de conseguir no solo adoptar sino también aprobar causas que el senador ha abanderado por años como la subida del salario mínimo federal o la salud universal y es en esta brecha, argumentó Sanders, que el proyectos políticos de la extrema derecha encuentran un caldo de cultivo.

“La gente mira a su alrededor y piensa, ‘¿qué está haciendo el gobierno por mí? ¡Que se jodan! Quiero a un hombre fuerte, alguien con mano dura, que culpe a los inmigrantes’”, indicó el legislador.

Los grupos demográficos entre los que más tiene fortaleza Trump están fuertemente marcados: puntúa constantemente alto entre las personas blancas de menores ingresos y sin diploma universitario y está ganando terreno entre los votantes hispanos, un grupo donde un 48% de los hogares está en el nivel de riqueza más bajo de la población.

“Para ganar las elecciones”, argumentó Sanders, “el partido demócrata tiene que dejar claro que es el partido de los trabajadores y que está preparado para enfrentarse a los intereses de las grandes corporaciones”.

No está del todo claro hasta qué punto el espaldarazo del progresismo a la campaña Harris pueda dar frutos a la hora de atraer a los hispanos de Texas o promulgar políticas si llega al poder.

La aspirante a presidenta ha moderado su discurso en comparación tanto con el inicio de su mandato como a cuando era rival de Sanders en las primarias demócratas del 2020. Por ejemplo, pasó de apoyar la salud pública universal (‘Medicare for All’) a abogar por expandir el sistema actual o de prometer restaurar el asilo en la frontera a restringirlo.

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Sanders indicó que la lucha progresista se complica debido a que se están enfrentando a los “intereses especiales de quienes son muy poderosos”, algo que evidencia esta campaña, la más cara y milmillonaria de la historia.

“Los multimillonarios están inyectando una gran cantidad de dinero en ambos partidos; no les gusta lo que defendemos, no les gusta la idea de tener que pagar una parte justa de impuestos”, subrayó.

Sin embargo, el político tiene esperanzas de que las ideas por las que lucha ganen más terreno en el escenario político estadounidense.

“Creo que el futuro está con nosotros y las generaciones más jóvenes son las más progresistas en la historia del país (…) y nuestro trabajo es seguir intentando”, remarcó.

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