Israel anuncia alto el fuego en Líbano con Hizbulá.
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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció un acuerdo de alto el fuego de 60 días con Líbano, manteniendo la “libertad de acción” militar si Hizbulá incumple el pacto. Esta tregua, mediada por EE.UU., busca poner fin a una guerra prolongada. A pesar de la aprobación del Consejo de Ministros, continuaron los ataques aéreos en varias ciudades libanesas antes de la entrada en vigor del cese al fuego.
El acuerdo incluye una retirada de fuerzas de Hizbulá y tropas israelíes, seguida de negociaciones sobre la frontera. Netanyahu destacó la necesidad de afrontar la amenaza iraní, y afirmó que el alto el fuego fortalecerá la posición de Israel al aislar a Hamás. El primer ministro libanés, Najib Mikati, valoró el acuerdo como un paso hacia la estabilidad.
Sin embargo, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, lo calificó como un “error histórico”, preocupado por la seguridad en el norte de Israel. Críticas internas también reflejan temores de ataques futuros y la necesidad de seguridad para los residentes desplazados. A pesar de las críticas, el exministro de Defensa Yoav Gallant resaltó los logros militares durante los meses de conflicto.
Jerusalén (EFE).- El primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunció este martes que el gabinete de seguridad ha aceptado la propuesta de acuerdo de alto el fuego en Líbano de 60 días, pero que Israel mantendrá “libertad de acción” si Hizbulá viola el acuerdo.
“La duración del alto el fuego dependerá de lo que ocurra en Líbano y nosotros mantendremos total libertad de movimiento”, afirmó el primer ministro en una comparecencia.
El gabinete de seguridad estuvo reunido durante varias horas discutiendo los términos del acuerdo y Netanyahu anunció que votó a favor del compromiso de alto el fuego en Líbano que propuso EEUU.
El alto el fuego acordado entre Israel y Líbano entrará en vigor mañana miércoles a las 10.00 hora local (8.00 GMT), aprobó el Consejo de Ministros israelí, según filtraciones a los principales medios hebreos.
Después de que el Gabinete de Seguridad -que aglutina a los principales ministros y a la cúpula militar y de inteligencia- diera luz verde al acuerdo, mediado por EEUU, se reunió el Consejo de Ministros y se aprobó que el alto el fuego entre en vigor este miércoles por la mañana.
A pocas horas de que entre en vigor el alto el fuego para poner fin a una escalada bélica que se prolonga desde hace más de un año y se agravó a finales de septiembre, la fuerza aérea israelí sigue bombardeando con dureza varios puntos de Líbano, en particular Beirut, entre los ataques más violentos desde el inicio de la guerra.
El Ejército israelí confirmó ataques en las últimas horas en Beirut, Sidón, Tiro y Beqaa; mientras las sirenas antiaéreas también se han agudizado en el norte de Israel ante lanzamientos de proyectiles de Hizbulá.
La propuesta incluye tres etapas: una tregua seguida del repliegue de las fuerzas del grupo chií libanés Hizbulá al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días y, por último, negociaciones entre Israel y Líbano sobre la demarcación de su frontera, que en la actualidad es una linde fijada por la ONU tras la guerra de 2006.
“En pleno entendimiento con Estados Unidos, mantenemos plena libertad de acción militar. Si Hizbulá viola el acuerdo e intenta armarse, atacaremos. Si intenta renovar la infraestructura terrorista cerca de la frontera, atacaremos. Si lanza un cohete, si cava un túnel, si trae un camión con misiles, atacaremos”, aseveró Netanyahu.
La “libertad de acción” militar dentro de Líbano era uno de los elementos más controvertidos del acuerdo, a lo que tanto el gobierno libanés como Hizbulá se oponían de plano, pero Israel se ha mostrado dispuesto a aceptar una carta de compromiso de Washington al respecto.
Sobre las voces críticas sobre el acuerdo, que incluyen sus socios de extrema derecha o los alcaldes de las comunidades del norte, que temen que aún no se dan las garantías de seguridad para que los residentes evacuados puedan volver a sus hogares, el primer ministro prometió que las tropas entrarán otra vez a Líbano si es necesario.
Netanyahu recordó que hace un año ya firmó una tregua con Hamás en la Franja de Gaza para liberar a algunos rehenes, pero no tuvo reparos en “volver a atacar y renovar la guerra”.
“Dicen algunos que Hizbulá permanecerá en silencio durante uno o dos años, se fortalecerá y luego nos atacará. Pero Hizbulá no sólo violará el alto el fuego si nos dispara, también lo hará cuando intente armarse para atacarnos en el futuro. Por cada violación de la suya, responderemos con firmeza”, advirtió.
El primer ministro indicó que ese es “el momento” adecuado para un alto el fuego en Líbano por tres razones: centrarse en la amenaza iraní, la renovación completa de las fuerzas y aislar a Hamás.
“Desde el segundo día de la guerra, Hamás se apoyó en Hizbulá para luchar junto a él. Y cuando Hizbulá queda fuera de escena, Hamás se queda solo en la campaña. Nuestra presión sobre él aumentará y esto contribuirá a la sagrada misión de liberar a nuestros rehenes”, señaló Netanyahu sobre Gaza.
Sobre la guerra en Líbano, en que han muerto más de 3.500 libaneses, Netanyahu aseguró haber logrado los objetivos, ya que no solo ha descabezado a la organización -asesinando a toda su cúpula incluido el líder Hasán Nasralá- sino que le ha hecho retroceder “miles de años” tras la destrucción de la mayoría de su arsenal armamentístico e infraestructura subterránea.
“Hace unos años esto habría parecido ciencia ficción, pero no lo es. Nosotros lo logramos”, enfatizó el mandatario, quien dijo haber elegido estratégicamente el momento de iniciar la ofensiva bélica en el norte -paralela a la guerra en Gaza- así como cuándo responder al ataque con 181 misiles de Irán en octubre.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, aplaudió el acuerdo de alto el fuego alcanzado con Israel al considerarlo un “paso fundamental” hacia la estabilidad en el Líbano, durante una llamada con el presidente estadounidense, Joe Biden.
“Este acuerdo, que revisé esta tarde, sirve como un paso fundamental hacia el establecimiento de la calma y estabilidad en el Líbano, y para facilitar el retorno de los desplazados a sus aldeas y pueblos”, afirmó Mikati, según un comunicado emitido por su oficina.
Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Estados Unidos, Joe Biden, se propusieron como garantes del alto el fuego anunciado en Líbano y afirmaron que “vigilarán que este acuerdo sea implementado en su conjunto y aplicado”.
El ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, tildó de “error histórico” la decisión del Gabinete de Seguridad de aceptar el acuerdo de alto el fuego de 60 días con Líbano.
“No se trata de un alto el fuego, sino de un retorno al concepto de paz por paz, y ya hemos visto a dónde conduce esto. Este acuerdo no responde al objetivo de la guerra: el retorno a casa sanos y salvos de los habitantes del norte”, afirmó Ben Gvir sobre los más de 60.000 evacuados de las comunidades cercanas a la frontera.
El ministro y líder del partido ultranacionalista Poder Judío indicó que el Ejército libanés “no tiene ninguna autoridad y mucho menos la capacidad para derrotar” a la milicia libanesa.
“Para salir del Líbano, debemos tener nuestra propia franja de seguridad. Está comprobado que no podemos depender de nadie más que de nosotros mismos. De lo contrario, los misiles se lanzarán contra Manara, Avivim, Kiryat Shmona, todo el norte y todo el Estado de Israel, y al final tendremos que volver de nuevo al Líbano” advirtió.
Los alcaldes de las comunidades del norte también han expresado desde este lunes sus reservas sobre las garantías de seguridad que el acuerdo ofrece a sus residentes, por lo que el primer ministro mantuvo el martes un encuentro con varios de ellos tras la reunión del gabinete de seguridad para explicarles detalles del pacto.
El exministro de Defensa, Yoav Gallant, cesado por Netanyahu hace menos de un mes, sacó pecho de los logros conseguidos durante estos dos meses de guerra en Líbano, que el mismo dirigió, como el asesinato del máximo líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, o la destrucción de “más del 80% de la capacidad de cohetes y misiles” del grupo.
“Esto permite a Israel crear una realidad diferente en la frontera libanesa desde una posición de fuerza y poder”, apuntó.
Sin embargo, avisó que el futuro del norte de Israel y la seguridad de sus residentes solo estarán garantizados por la capacidad del Gobierno israelí de poder “ordenar a sus fuerzas armadas que ataquen con la dureza ante cualquier intento de violación por parte de Hizbulá de inmediato”.
“Este es el principio que mantuve durante toda la guerra en mis conversaciones con los diversos mediadores y en las instrucciones al Ejército: Israel tiene el derecho y el deber de hacer cumplir el acuerdo por sí solo”, indicó.
Por su parte, el jefe de la oposición y ex primer ministro, Yair Lapid, también insistió en la necesidad de que los evacuados del norte vuelvan a sus casas, pero también traer a los rehenes de Hamás que quedan en la Franja de vuelta, por lo que urgió a un acuerdo también en el sur.
“El mayor desastre de nuestra historia ocurrió bajo el mandato de Netanyahu; ningún acuerdo con Hizbulá borrará la anarquía”, criticó.
El líder del partido de izquierda Los Demócratas, Yair Golan, que fue subjefe del Estado Mayor durante la guerra de Líbano de 2006, culpó al Gobierno de mantener la guerra en Gaza solo “para salvarse” y subrayó que si una tregua ha sido posible en Líbano también lo sería “poner fin a los combates en Gaza y traer a los secuestrados a casa”.