Las fuerzas ucranianas han recuperado alrededor del 20% del territorio que habían perdido en la ciudad de Severodonetsk durante los combates con Rusia, dijo el viernes el jefe de la región oriental de Luhansk.
“Mientras que antes la situación era difícil, el porcentaje (en poder de Rusia) rondaba el 70%, ahora ya les hemos hecho retroceder aproximadamente un 20%”, dijo Serhiy Gaidai a la televisión nacional.
Rusia ha lanzado sus fuerzas a la batalla por la ciudad, que Moscú debe capturar para lograr su objetivo declarado de mantener toda la provincia de Luhansk. El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, dijo el jueves que las fuerzas de su país habían tenido algún éxito reciente.
Gaidai dijo que los rusos estaban bombardeando posiciones ucranianas durante horas y luego avanzando, sólo para ser rechazados por los defensores que no habían sido heridos, antes de repetir el patrón.
“Así es como están avanzando, paso a paso, porque con la artillería, la aviación, los morteros, simplemente están destruyendo todo”, dijo.
“Sin embargo, en cuanto tengamos suficientes armas occidentales de largo alcance, alejaremos su artillería de nuestras posiciones. Y entonces, créanme, la infantería rusa simplemente huirá”.
Varios civiles se están refugiando de los bombardeos rusos bajo una planta química en la ciudad ucraniana de Severodonetsk y es posible que todavía haya reservas de sustancias químicas peligrosas en la instalación, dijo el miércoles el gobernador regional.
“Hay civiles allí en refugios antibombas, son bastantes, Sin embargo, no será un segundo Azovstal porque (esa planta) tenía una enorme ciudad subterránea que no existe en Azot”, dijo Gaidai, refiriéndose al prolongado asedio a una planta siderúrgica en Mariupol.
Alrededor de 800 personas se esconden en varios refugios antibombas debajo de la fábrica química Azot, en Severodonetsk, que ha sido objeto de ataques con misiles rusos.
“Hay lugareños allí, a los que se les pidió que abandonaran la ciudad. Pero se negaron. También hay niños allí, pero no muchos”, declaró Gaidai a la CNN.
“Leña al fuego”
Ante el avance de las tropas rusas, Estados Unidos enviará a Ucrania sistemas de misiles avanzados Himars que, equipados sobre vehículos ligeros blindados, pueden realizar lanzamientos múltiples muy precisos, con un alcance de 80 km.
Estos equipos forman parte de una nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania de 700 millones de dólares que incluye también mil armas antitanque Javelin y cuatro helicópteros Mi-17.
Tras el anuncio, el Kremlin acusó a Estados Unidos de “echar leña al fuego”. “Estas entregas no alientan a los dirigentes ucranianos a relanzar las negociaciones de paz”, reaccionó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Pero Blinken subrayó que Ucrania le dio “garantías” de que no utilizará los nuevos sistemas de misiles para atacar al territorio ruso. “Es Rusia la que ataca a Ucrania, no al revés”, dijo.
Para algunos especialistas, los misiles Himars pueden alterar el equilibrio de fuerzas en el terreno, aunque otros matizan que las tropas ucranianas necesitarán tiempo para aprender a usarlos.
En lo que sí coinciden es que puede mejorar la moral de los soldados. “Si sabes que tienes armas pesadas, todos se animan”, dijo un combatiente a la agencia AFP.