Más comunidades indígenas marchan hacia Quito, la capital del Ecuador, para unirse a la medida de hecho que inició el pasado 13 de junio y que exige al gobierno del presidente Guillermo Lasso que cumpla con una agenda de 10 puntos donde se incluye la congelación de los precios de los combustibles, la moratoria de las deudas en la banca, derechos laborales y otros.
Por Infobae
La noche del domingo hubo un enfrentamiento entre los manifestantes y las fuerzas del orden en la carretera Panamericana Sur, que une a las provincias de Cotopaxi y Pichincha, en esta última queda Quito. Los uniformados intentaron detener la caravana de manifestantes con gases lacrimógenos, pero luego permitieron el paso de las comunidades que se dirigían a Tambillo, una parroquia a 43 kilómetros de Quito.
Los manifestantes que llevan banderas de Ecuador, carteles de rechazo a la administración de Lasso y armas improvisadas como palos y escudos seguirán su camino hacia la parroquia Cutuglagua, a 30 kilómetros al sur de Quito, donde se concentrarán para continuar el trayecto al centro norte de la ciudad.
La movilización liderada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) se ha mantenido a pesar de que desde el sábado rige el Estado de Excepción para Pichincha, Cotopaxi e Imbabura que el presidente Lasso decretó aduciendo una grave conmoción social. Dentro de las limitaciones del decreto está la suspensión del derecho a la libertad de reunión, por lo que las aglomeraciones están prohibidas.
A pesar de aquello, la Conaie ha anunciado que las movilizaciones son indefinidas. Este lunes, Ecuador cumple una semana desde que el paro inició y ya ha dejado pérdidas millonarias para los sectores productivos y turísticos, que se han visto afectados principalmente por los cierres de ruta.
Los bloqueos en las vías han impedido que los camiones que trasladan legumbres y frutas desde la Sierra a la Costa del Ecuador no puedan circular. Las consecuencias, luego de siete días de cierres de ruta, se empieza a notar en los supermercados de Guayaquil, donde las perchas de esos productos están vacías.
Las protestas han afectado a al menos 16 de las 24 provincias del Ecuador. Se espera que este lunes, las manifestaciones se intensifiquen en Quito.
Para tratar de contener el estallido social, el presidente Guillermo Lasso decretó el cumplimiento de siete medidas, por ejemplo, que se duplique el presupuesto para la Educación Intercultural, que se condonen los créditos de hasta USD 3.000 de la banca pública y que se incremente el bono de desarrollo humano en USD 5, pasando de USD 50 a USD 55.
La Asamblea Nacional discutirá sobre las manifestaciones
La tarde de este lunes, el congreso del Ecuador sesionará y resolverá sobre dos puntos en la agenda. El primero busca la derogatoria del Estado de Excepción declarado por Guillermo Lasso, el segundo plantea tratar una resolución para que la Asamblea conforme una mesa de diálogo para mediar entre ambas partes del conflicto.
La moción para que el decreto de Estado de Excepción quede sin efecto ha sido impulsada por la bancada correísta Unión por la Esperanza, por el partido indigenista Pachakutik y por algunos asambleístas independientes. El motivo sería que el decreto transgrede los derechos humanos.
A pesar de que el presidente del congreso, Virgilio Saquicela, ha mencionado que sería una mala idea destituir al presidente Lasso o disolver la Asamblea Nacional, y aunque algunas bancadas han asegurado que no aprovecharán la conmoción que el país vive para pedir que Lasso deje el poder, varios analistas aseguran que se está fraguando un golpe de Estado, por lo que la sesión de esta tarde será decisiva para el régimen de Guillermo Lasso que lleva apenas un año en funciones.