La Knéset de Israel aprobó leyes que prohíben a la UNRWA operar en Israel, incluido Jerusalén Este, y limitan sus actividades en Gaza y Cisjordania. Esta decisión afecta servicios básicos para refugiados palestinos, como educación y salud. La medida fue respaldada por una amplia mayoría, incluso partidos de oposición, pese a las críticas del árabe Hadash-Taal. Israel argumenta que la UNRWA ha empleado miembros de Hamás, mientras que la agencia niega pruebas concluyentes. La legislación ha provocado condenas de la Autoridad Palestina y llamados de países como EE.UU. para que Israel no implemente las restricciones. Sin la agencia, miles de niños en Gaza podrían perder acceso a la educación.
Jerusalén (EFE).- La Knéset (Parlamento israelí) aprobó este lunes una ley que prohíbe a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), que presta servicios sociales a millones de palestinos refugiados y sus descendientes, operar en territorio israelí, incluido en el anexionado de forma unilateral Jerusalén Este.La propuesta de ley, que ya se aprobó en primera lectura en verano antes del receso parlamentario de tres meses, salió adelante hoy en segunda y tercera lectura con 92 votos a favor y 10 en contra, en el primer día del nuevo periodo de sesiones.El texto estipula que la UNRWA no realizará ninguna representación, prestará ningún servicio ni realizará ninguna actividad “directa o indirectamente” dentro del territorio soberano de Israel.
Por EFE
Los muertos en Gaza superan ya los 43.000 tras los últimos ataques israelíes
Incluso los diputados de varios partidos de la oposición, incluidos Yesh Atid (Hay un futuro) del centrista Yair Lapid o Unidad Nacional de Benny Gantz votaron a favor de esta prohibición, que a su vez reducirá severamente las actividades de la UNRWA en Gaza y Cisjordania ocupada, dada la dependencia de coordinación con las autoridades israelíes.Momentos antes de la votación, el diputado de la formación árabe Hadash-Taal, Ahmad Tibi, calificó esta legislación de “fascista” durante un debate en el pleno de la Knéset, lo que provocó los gritos y el enfado de la diputada del Likud, Tally Gotliv, que tuvo que ser agarrada de vuelta a su sitio.
Israel advirtió que los trabajadores de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), implicados en actividades terroristas “deben rendir cuentas”, luego de que la Knéset (Parlamento) aprobara dos leyes para prohibir la actividad de la agencia en el país y restringirla en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania y Gaza.
La oficina del Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, indicó en un mensaje oficial en X que la ayuda sostenida en el enclave palestino “debe seguir estando disponible en Gaza” ahora y en el futuro.
Así mismo, expresó su disposición para coordinar con socios internacionales 90 días antes de que la ley entre en vigor, “a fin de facilitar asistencia humanitaria de forma que no comprometa la seguridad de Israel”, según el mensaje publicado en la red social.Este lunes, el Parlamento israelí aprobó dos leyes, en una primera votación, la Knéset prohibió a la UNRWA operar en territorio israelí, incluido el anexionado Jerusalén Este.
Luego, dio luz verde a una segunda ley que busca restringir su capacidad de actuación en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania y Gaza, al prohibir a cualquier agencia gubernamental u entidad pública tener contacto con esta agencia de la ONU o sus empleados.
La UNRWA proporcionaba servicios, como educación y salud, en algunos de los campos de refugiados de Jerusalén Este, como el de Shuafat. Además, sin la coordinación con Israel, le será muy difícil poder trabajar en Gaza o Cisjordania, donde se encarga de la distribución de ayuda, debido a la falta de visados o permisos de entrada a esos territorios palestinos ocupados.La UNRWA es “la columna vertebral de las operaciones humanitarias en Gaza”, dijo a EFE Jonathan Fowdler, uno de los portavoces del organismo, quien destacó que sin el trabajo de la agencia, 660.000 niños gazatíes perderían a la única entidad capaz de continuar con su educació
Israel ha acusado a UNRWA de emplear a 2.100 miembros de Hamás, y en enero dijo que doce de ellos habían participado activamente en los letales ataques del 7 de octubre, a lo que la agencia respondió de inmediato abriendo una investigación interna y despidiendo a esos trabajadores.La agencia, que cuenta con más de 30.000 empleados, aseguró meses después que Israel no había presentado pruebas concluyentes sobre la implicación de estos trabajadores en los atentados, mientras que una investigación independiente, a cargo de la exministra francesa de Exteriores Catherine Colonna, avaló en marzo la neutralidad de la actividad humanitaria de la agencia, aunque detectó «áreas críticas».En cuanto Israel vertió tales acusaciones en enero, 18 países anunciaron que retiraban sus fondos, incluidos sus principales donantes -EE.UU., Alemania, Japón o Francia-, lo que supuso un recorte del presupuesto de 450 millones de dólares en plena respuesta de emergencia en la Franja de Gaza.
La mayoría de países, incluidos Canadá, Suecia, Australia o la propia Unión Europea, retomaron meses después la financiación a la UNRWA ante la falta de pruebas presentadas por Israel.
“Rechazamos y condenamos esta ley”, afirmó la Presidencia palestina, en respuesta a la aprobación por parte de la Knéset (Parlamento israelí) de dos leyes para prohibir la actividad de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Israel, incluido el anexionado Jerusalén Este, y limitar su capacidad operativa en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania y Gaza.
En un comunicado difundido el lunes, el portavoz de la presidencia palestina en Ramala, Nabil Abu Rudeineh, aseguró que su Gobierno no permitirá la legislación, que entrará en vigor dentro de tres meses, y sentenció que “la abrumadora mayoría de la Knéset refleja la transformación de Israel en un Estado fascista”.
Horas antes, el presidente palestino, Mahmud Abás, había expuesto su preocupación ante la aprobación de las leyes israelíes y había advertido que esto supone traspasar “una línea roja”.
“La cuestión de los refugiados es el núcleo de la cuestión palestina y no hay solución sin resolver la cuestión de los refugiados de manera justa”, recoge un comunicado de la Presidencia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), difundido por la agencia oficial Wafa.
La aprobación de la ley “sienta un precedente peligroso y se opone a la Carta de las Naciones Unidas”, afirmó el Comisionado general de la entidad, Philippe Lazzarini.Lazzarini agregó en un comunicado difundido en sus redes que, “estos proyectos sólo profundizarán el sufrimiento de los palestinos, especialmente en Gaza donde la gente ha estado pasando más de un año de puro infierno”.
Por su parte, Estados Unidos instó al Gobierno israelí a no aplicar las nuevas leyes que prohíben a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) a operar en Israel, y a restringir sus labores en los territorios palestinos ocupados de Gaza y Cisjordania.
Así se expresó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una rueda de prensa después de que la Knéset (Parlamento israelí) aprobara este lunes la legislación.
“Seguimos instando al Gobierno de Israel a que detenga la implementación de esta legislación. Les instamos a que no la aprobaran y consideraremos los próximos pasos en función de lo que suceda en los próximos días”, dijo.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el de Defensa, Lloyd Austin, expresaron su “profunda preocupación” sobre esta ley en una carta enviada recientemente a sus homólogos israelíes, recordó Miller.
El grupo islamista palestino Hamás, que controla de facto la Franja de Gaza, condenó con “firmeza” la nueva legislación israelí para prohibir la actividad de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Israel y los territorios ocupados.
Lo consideramos parte de la “guerra sionista y la agresión contra nuestra población para eliminar nuestra causa y el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus casas”, dice el comunicado, divulgado a través de su canal de Telegram.
Hamás llamó a la comunidad internacional y a las Naciones Unidos a tomar “posiciones firmes” contra la decisión de Israel, así como a apoyar a la UNRWA para asegurar que continúa su trabajo en la Franja de Gaza.