La policía desarticuló una banda dedicada a alquilar niños para pedir limosnas en las calles de Perú. La banda había estado operando por varios meses y había al
Uno de los principales derechos de los niños en el Perú es el de la protección para su desarrollo físico, mental y social, sin embargo, la situación de extrema pobreza orilla a que muchas familias en estado de abandono tengan que vivir de la caridad.
En algunas ocasiones, no es la necesidad la que impulsa a este sector de la población a la indigencia, sino que, en aras de obtener un beneficio monetario, llegan incluso a alquilar a sus propios hijos para mendigar en las calles.
En un reciente operativo, Agentes de Inteligencia de la Dirección contra la Trata de Personas de la Policía Nacional lograron identificar y rescatar a los menores víctimas de explotación.
Según el reportaje difundido por ATV Noticias, los efectivos policiales montaron un operativo de vigilancia para poner en evidencia a una organización que alquilaba a niños por turnos para ser utilizados y obligados a pedir limosnas en los distritos de Miraflores y La Molina.
La Policía identificó que ciudadanos extranjeros alquilaban a sus hijos a sus compatriotas para obtener dinero pidiendo limosnas en las calles. Según el testimonio de uno de los menores de apenas siete años, su madre le obligaba a recaudar 60 soles al día.
Afortunadamente, los menores que fueron rescatados en esta intervención fueron conducidos a un albergue para recibir la atención necesaria, mientras que los adultos intervenidos serán procesados de acuerdo a ley.
Según señala el Código Penal, la trata de personas con fines de explotación de la mendicidad y otras modalidades son sancionadas con penas que pueden superar los 25 años de prisión, de acuerdo al artículo 153 A.
La Ley N°30251 “Ley que perfecciona la tipificación del delito de trata de personas”, precisa que los fines de explotación de la trata de personas comprende, entre otros, la venta de niños, niñas o adolescentes, la prostitución y cualquier forma de explotación sexual, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, cualquier forma de explotación laboral, la mendicidad, los trabajos o servicios forzados, la servidumbre, la extracción o tráfico de órganos o tejidos somáticos o sus componentes humanos, así como cualquier otra forma análoga de explotación.
Por su parte, el Ministerio de la Mujer (MIMP), a través del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familia (Inabif) cuenta con 53 Centros de Acogida Residencial (CAR) para niñas, niños y adolescentes para proteger y atender a menores de edad sin cuidados parentales o desprotección familiar, remitidos por la Unidad de Protección Especial (UPE), las Defensoría Municipal del Niño, Niña y Adolescente (Demuna) acreditadas o Juzgados de Familia.
La trata de personas puede ser denunciada a través del Ministerio del Interior en este enlace.