La Policía israelí detiene a 29 manifestantes en Tel Aviv por alteración del orden público.
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La Policía israelí detuvo a 29 personas durante una manifestación en Tel Aviv pidiendo un alto el fuego en Gaza para liberar a rehenes tras la recuperación de seis cadáveres por el Ejército. Las autoridades indicaron que los arrestos ocurrieron por alteración del orden público y vandalismo. 25 de los detenidos siguen en custodia. Varios manifestantes resultaron heridos, incluyendo golpes severos.
Durante la protesta, los manifestantes bloquearon la autopista Ayalon y lanzaron bengalas, criticando la violencia policial. Unas 300,000 personas participaron, según Haaretz.
El hallazgo de los cadáveres de seis rehenes en Gaza provocó descontento y huelgas en Israel, incrementando la presión sobre el primer ministro Netanyahu. 251 personas fueron capturadas, con 97 aún en Gaza y una treintena de muertos. Los manifestantes responsabilizan a Netanyahu por no alcanzar un acuerdo con Hamás.
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, prometió justicia durante una conversación con su homólogo israelí, Yoav Gallant, tras el asesinato de los rehenes, incluyendo al estadounidense Hersh Goldberg-Polin. Ambos líderes reafirmaron su compromiso de lograr un alto el fuego y la liberación de todos los rehenes.
La Casa Blanca confirmó el hallazgo de los cuerpos en Gaza, incluido Goldberg-Polin, secuestrado en un ataque en octubre durante un festival de música cerca de la frontera con Gaza.
Jerusalén (EFE).- La Policía israelí detuvo anoche en Tel Aviv a 29 personas durante la manifestación multitudinaria para pedir un alto el fuego en Gaza que permita el retorno de los rehenes que allí continúan después de que el Ejército recuperara los cadáveres de seis, según recogió el informe de policial de la noche.
“La Policía detiene a 29 sospechosos por alteración del orden público, agresión a agentes y vandalismo brutal en la autopista Ayalon y en el lugar de la protesta del cruce de Azrieli”, advirtieron las autoridades.
El diario israelí Haaretz recogió este lunes que 25 de los detenidos continúan bajo custodia policial y algunos siguen siendo interrogados.
Además, el medio relató citando a un colectivo de médicos manifestantes que las cargas policiales que se produjeron por la noche dejaron varios heridos, entre ellos un manifestante con golpes en el pecho y la cabeza, un joven alcanzado por una granada aturdidora, un manifestantes que cayó desde un lugar elevado rompiéndose las dos piernas y una anciana con heridas en la cara.
La Policía aseguró que los disturbios se produjeron al término de la manifestación, cuando “cientos de manifestantes abandonaron la zona autorizada y marcharon hacia la autopista Ayalon, con la intención de alterar el tráfico y el orden público”.
Anoche, cientos de manifestantes recorrieron la autopista bloqueando el tráfico y, en algunos casos, lanzando bengalas o encendiendo fuegos, siempre seguidos por un cordón policial y un grupo de policía a caballo.
El grupo lo conformaban en su mayoría manifestantes jóvenes, cuya presencia en la protesta general advirtieron otros asistentes como un signo positivo, ya que las habituales concentraciones de los sábados en Tel Aviv agrupan a un público más adulto.
A su paso por Ayalon, los manifestantes lanzaron cánticos contra la policía como “¿Dónde estabais en Sde Teiman?” -en referencia a las protestas ultras a las puertas de dicha polémica prisión de finales de julio- reprochando a los uniformados su actitud violenta contra ellos.
En total, según los cálculos del diario Haaretz, unas 300.000 personas se manifestaron ayer en Tel Aviv, en una de las manifestaciones más multitudinarias de las que se han producido hasta ahora para reclamar el alto el fuego en Gaza al primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Ayer, cuando el Ejército recuperó en un túnel del sur de Gaza los cadáveres de seis rehenes secuestrados el 7 de octubre y se conoció la versión de las autoridades israelíes de que los cautivos fueron asesinados poco antes de que los militares los hallaran causó un gran descontento en al sociedad israelí.
En total 251 rehenes fueron capturados el 7 de octubre, de los cuales 97 siguen en el enclave y se calcula que una treintena están muertos.
Muchos manifestantes achacan a las reticencias de Netanyahu para alcanzar el acuerdo -el mandatario exige mantener la presencia militar israelí en el corredor de Filadelfia, que separa Egipto de Gaza- como el motivo de la muerte de los seis rehenes, y denunciaron que estarían vivos de haber llegado al consenso con Hamás.
El hallazgo en Gaza de los cadáveres de seis rehenes israelíes provocó una una huelga general en Israel, donde se reavivó la ira contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y se ensancharon las fisuras dentro de propio su Gobierno por no acordar una tregua con el grupo islamista.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin, conversó con el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, para prometer justicia y expresar su dolor tras el asesinato de seis rehenes por Hamás en Gaza, entre ellos el del joven estadounidense Hersh Goldberg-Polin.
“Los líderes de Hamas deben rendir cuentas por sus crímenes”, afirmó Austin a Gollant, según un resumen de la llamada proporcionado por la secretaria de prensa adjunta del Pentágono, Sabrina Singh.
Durante la llamada, el secretario estadounidense transmitió sus condolencias a las familias de los rehenes asesinados y expresó su indignación “por su ejecución ilegal e inmoral a manos de Hamás”, agregó el escrito.
También mostró su conmoción por los tres oficiales de policía israelíes fallecidos “en un aparente ataque terrorista en Cisjordania”, indicó el documento.
Ambos líderes aprovecharon la ocasión para reafirmar su compromiso para alcanzar cuanto antes un acuerdo de alto el fuego que asegure la liberación de todos los rehenes.
La Casa Blanca confirmó en las primeras horas del domingo que fuerzas israelíes encontraron en un túnel en Gaza los cuerpos sin vida de seis rehenes, entre ellos el del joven de 23 años Hersh Goldberg-Polin.
El joven, originario de California, era uno de los secuestrados el pasado octubre en el ataque sorpresa durante la celebración de un festival de música por la paz cerca de la frontera con la Franja de Gaza y que perdió un brazo durante el ataque por una granada.