La operación contra una organización que se dedicaba presuntamente a arreglar partidos en el ámbito de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga Nacional de Gibraltar para lucrarse con las apuestas deportivas ha concluido con veintiún detenidos.
Según informó este miércoles la Policía Nacional, los detenidos, a los que se suman otros seis investigados y entre los que hay futbolistas de Segunda y Tercera, cuarta y quinta categoría del fútbol español, podrían haber estafado por más de 500.000 euros.
Tras esta operación, que se llevó a cabo en conjunto con Interpol y Europol, la Policía dio por desarticulada esta organización con ramificaciones en Cádiz, Badajoz, Sevilla y Almería, a cuyos miembros se los acusa de pertenecer a una organización criminal, corrupción entre particulares en el ámbito deportivo y estafa a los operadores de juego.
LA ESTRUCTURA INTERNA: ROLES Y PUESTOS
La organización estaba compuesta por dos “líderes” -dos hombres vinculados al mundo del fútbol profesional- y otros futbolistas que se aprovechaban de su profesión para facilitar información privilegiada.
También formaban parte de ella “conseguidores”, que aportaban sus identidades para operar en el juego por internet a cambio de cien euros y “mulas” que acudían presencialmente a diferentes salones de juego para realizar las apuestas deportivas prefijadas y cobrar los premios obtenidos, explicó en un comunicado la Policía.
La primera sospecha fue detectada en mayo de 2021 debido al comportamiento irregular en el mercado de apuestas en un partido de fútbol de Tercera División, pero su existencia es anterior a esa fecha.
Gracias a los canales de coordinación que mantiene abiertos la Policía Nacional con la RFEF, la Dirección General de Ordenación del Juego (DGPJ) y la Liga Nacional de Fútbol Profesional, tras su detección se dio traslado de la alerta al Centro Nacional Policial para la Integridad en el Deporte y las Apuestas (CENPIDA) de la UDEV Central.
Este órgano, especializado en la investigación de la corrupción en el deporte, comprobó la existencia de esta organización, liderada por dos hombres vinculados al mundo del fútbol profesional que aprovechaban los vínculos personales que mantenían con los jugadores e integrantes de los equipos de fútbol de Tercera División.
EL MODUS OPERANDI
Los deportistas en cuestión facilitaban información interna de los equipos, como alineaciones de última hora, descartes o sistemas de juego. Para ello, los líderes de la red creaban grupos de comunicación encriptados con los propios protagonistas para gestar los amaños deportivos y obtener grandes beneficios con sus apuestas.
Con esa información, los líderes realizaban apuestas, tanto de forma física en las propias casas de apuestas como, de forma más frecuente, de manera online. En las apuestas presenciales solían realizar importes fraccionados para evitar que el cobro del premio generase la emisión de un certificado de premios para la Hacienda Pública por parte del salón de juego.
Una vez obtenidos los premios, los líderes de la red repartían los beneficios entre los deportistas implicados y los restantes miembros de la organización, que, según la Policía, utilizaba importantes medidas de seguridad para dificultar la identificación de los futbolistas y del resto de sus integrantes.
Una parte fundamental del entramado eran los jugadores de fútbol implicados, entre ellos algunos del Atlético Sanluqueño. Ellos, presuntamente, organizaban amaños deportivos en diferentes equipos de fútbol bajo su influencia.
En la operación se han realizado tres registros domiciliarios en los que se han intervenido 60.000 euros en efectivo, así como dos vehículos, teléfonos móviles y materiales informáticos.