“Borra todo”, le dijo Agustina Díaz a su amiga Brenda Uliarte después del fallido atentado contra Cristina Kirchner en la noche del 1 de septiembre en la esquina de Juncal y Uriburu. Minutos antes, Fernando Sabag Montiel había apuntado la Bersa .32 en la cara de la ex jefa de Estado. “¿Por qué falló el tiro? ¿Cómo mandaste a este tarado?… Y después ¿se puso nervioso?”, preguntó en un mensaje Agustina después de ver el episodio en televisión. De todo esto tendrá que dar explicaciones mañana cuando sea indagada por su vinculación en el atentado, revelaron a Infobae fuentes judiciales.
De esos mensajes se desprende que la joven que estaba agendada como “amor de mi vida” en el teléfono de Brenda sabía antes y después lo que la pareja iba a concretar: el plan para matar a la Vicepresidenta.
De los teléfonos surge la decisión de cometer el hecho hasta el punto de que Sabag Montiel y Brenda hablaron de alquilar un departamento frente al departamento de Cristina Kirchner, confirmaron las fuentes consultadas.
Queda claro que a la jueza María Eugenia Capuchetti le sobran las pruebas contra Sabag Montiel y Brenda Uliarte a la hora de pensar en un procesamiento para la pareja. Pero siguen apareciendo indicios en el teléfono de la joven de 23 años que confirman la premeditación del ataque.
Ayer, se supo que ya habían abortado un plan para asesinarla en la noche de 27 de agosto, el día del discurso de CFK frente a sus simpatizantes tras el escándalo de las vallas. Ahora aparece el dato de los diálogos entre Sabag y Brenda pensando en alquilar un departamento con vista a la casa de la ex presidenta.
La jueza Capuchetti levantó esta tarde el secreto de sumario que había implantado apenas se encontró el contenido del celular de Brenda. Fue de ahí donde apareció esta información que dispararon allanamientos y la detención de Agustina Díaz en San Miguel.
La joven tiene 21 años. Sus padres se acercaron esta mañana a los tribunales de Comodoro Py 2002 para enterarse de la situación de su hija. Esta tarde, la joven se entrevistaba con el defensor oficial Juan Martin Hermida, el mismo que representa a Sabag Montiel. Si no hay intereses cruzado en la representación legal, asumirá la defensa. Si no, el caso pasará a otro defensor.
Lo que los investigadores sospechan es que esta joven aparece teniendo conocimiento antes y después del ataque. E incluso preguntándole a Brenda porque había fallado “este tarado” o recomendándole borrar el teléfono. Ella misma había cambiado el chip. El viejo, de todas maneras, le fue secuestrado por los agentes de la PSA en el allanamiento en su casa. Hubo un segundo allanamiento que se hizo en el partido de San Miguel a otro ex novio de Brenda que también hablaba con ella, pero no se comprobó que tuviera vinculación directa a la causa.
“De los copitos, no hay nada”, sostienen los investigadores en base a la prueba que encontraron hasta ahora. Vale aclararlo en base a todo lo que se especuló con su participación en los hechos. Sobre todo porque hubo información que incluso llegó a ubicar a Nicolás Carrizo, el jefe del grupo que vendía copos de algodón, con un barbijo en la esquina de Cristina Kirchner. “Ningún copito está en el lugar del hecho”, sostuvieron las fuentes consultadas por Infobae.
La causa, mientras tanto, sigue procesando la información que surge de los entrecruzamientos, las redes y los teléfonos. “Acá se sigue investigando. Hasta ahora hay esto”, enfatizan.
Mañana, todas estas pruebas le serán exhibidas a Agustina Díaz, como nueva imputada. Y luego volverán a ampliarle la indagatoria de Sabag Montiel y Brenda Uliarte. El sábado por la tarde había sido el fiscal Rívolo había pedido esa declaración.
En su paso por Comodoro Py, Sabag Montiel había dicho que su novia no tenía nada que ver y él tampoco. Brenda, por su parte, había dicho que no sabía nada del plan de su novio y que había ido hasta la esquina de Recoleta a acompañarlo. Ninguna de sus explicaciones se condicen con las pruebas recolectadas hasta ahora en el expediente.