En la ‘Declaración presidencial de lucha contra el crimen organizado transnacional’, difundida en Asunción, los mandatarios de Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay, la canciller argentina y los representantes de los Estados asociados al bloque pidieron “aunar esfuerzos con miras a la integración de políticas regionales afines en materia de seguridad”.
Además, reconocieron que el crimen organizado transnacional “resulta una amenaza” para la seguridad, la paz, la estabilidad democrática y económica de la región.
El crimen organizado, puntualizó la declaración, es “un problema global que debe ser enfrentado de manera decidida, conjunta, coordinada e ininterrumpida entre los Estados parte y Estados asociados”.
En concreto, buscarán identificar las amenazas, prevenir y combatir las modalidades del crimen organizado asociado al tráfico ilícito de estupefacientes, el tráfico y fabricación de armas o materiales relacionados. Así como también la trata de personas, la corrupción, el terrorismo y los delitos financieros. Las partes también acordaron “implementar acciones concretas en materia de seguridad regional”.
De igual forma, señalaron la necesidad de “reforzar la cooperación internacional” para enfrentar los delitos que afectan al medio ambiente, como el tráfico de especies, madera, metales preciosos, la deforestación. Y “sus conexiones con otras modalidades criminales”.
Entre los compromisos, el acuerdo establece el intercambio de información y experiencias “de manera segura y oportuna”. Esto con el fin de desarrollar investigaciones, estudios, y diagnósticos operacionales y estratégicos sobre la situación del crimen organizado trasnacional.
Asimismo, acordaron “implementar estrategias de seguridad para el desarrollo común”, mediante “acciones simultáneas, coordinadas y/o complementarias” para reducir el impacto de la delincuencia en la ciudadanía y emplazaron a los países a coordinar las acciones de sus organismos de seguridad.
La cumbre de mandatarios del Mercosur concluyó con la entrega de la presidencia temporaria de Mercosur a Uruguay, que Paraguay ocupó durante el último semestre.
Asunción (EFE).- Los presidentes del Mercosur colocaron el combate al crimen organizado transnacional en el centro de sus preocupaciones y urgieron a sus países a crear políticas regionales en materia de seguridad.
Por EFE
En la ‘Declaración presidencial de lucha contra el crimen organizado transnacional’, difundida en Asunción, los mandatarios de Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay, la canciller argentina y los representantes de los Estados asociados al bloque pidieron “aunar esfuerzos con miras a la integración de políticas regionales afines en materia de seguridad”.
Además, reconocieron que el crimen organizado transnacional “resulta una amenaza” para la seguridad, la paz, la estabilidad democrática y económica de la región.
Lula: ausencia de Milei en cumbre del Mercosur fue una “estupidez inmensa”
El crimen organizado, puntualizó la declaración, es “un problema global que debe ser enfrentado de manera decidida, conjunta, coordinada e ininterrumpida entre los Estados parte y Estados asociados”.
En concreto, buscarán identificar las amenazas, prevenir y combatir las modalidades del crimen organizado asociado al tráfico ilícito de estupefacientes, el tráfico y fabricación de armas o materiales relacionados. Así como también la trata de personas, la corrupción, el terrorismo y los delitos financieros.
Las partes también acordaron “implementar acciones concretas en materia de seguridad regional”.
De igual forma, señalaron la necesidad de “reforzar la cooperación internacional” para enfrentar los delitos que afectan al medio ambiente, como el tráfico de especies, madera, metales preciosos, la deforestación. Y “sus conexiones con otras modalidades criminales”.
Entre los compromisos, el acuerdo establece el intercambio de información y experiencias “de manera segura y oportuna”. Esto con el fin de desarrollar investigaciones, estudios, y diagnósticos operacionales y estratégicos sobre la situación del crimen organizado trasnacional.
Asimismo, acordaron “implementar estrategias de seguridad para el desarrollo común”, mediante “acciones simultáneas, coordinadas y/o complementarias” para reducir el impacto de la delincuencia en la ciudadanía y emplazaron a los países a coordinar las acciones de sus organismos de seguridad.
La cumbre de mandatarios del Mercosur concluyó con la entrega de la presidencia temporaria de Mercosur a Uruguay, que Paraguay ocupó durante el último semestre.