Paro nacional en universidades argentinas: ¿Crisis presupuestaria o equilibrio fiscal?
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Un paro de 24 horas de docentes y personal de las universidades públicas argentinas se lleva a cabo este jueves con total adhesión, en demanda de mejoras salariales y presupuestarias. Esta protesta sigue a una manifestación estudiantil y se da en el contexto del veto presidencial de Javier Milei a una ley destinada a garantizar una mayor financiación universitaria. Cerca de 2 millones de estudiantes se verían afectados.
Las protestas incluyen una semana de medidas de fuerza del 22 al 26 de octubre, con clases públicas semanales frente al Congreso para exigir que se ajuste el presupuesto universitario y se recompen los salarios de acuerdo con la inflación. El rechazo de Milei a la ley, argumentando la preservación del equilibrio fiscal, contrasta con la estimación de la Oficina de Presupuesto que sugiere un impacto del 0,14% del PIB.
La comunidad universitaria ha realizado varias marchas, incluida la “marcha de las velas” en Buenos Aires. Milei ha sostenido que la universidad pública debe ser auditada, mientras enfrenta críticas por su declaración de que el sistema actual beneficia a los más ricos, dejando de lado a los sectores populares.
Buenos Aires (EFE).- Un paro de 24 horas de los trabajadores docentes y no docentes de las universidades públicas de Argentina se cumple este jueves con acatamiento total en defensa de mejoras salariales y presupuestarias, en continuidad con una manifestación de estudiantes en la víspera y otras dos marchas multitudinarias.
Los universitarios de Argentina profundizan con el nuevo paro nacional de este jueves su protesta por la mejoras presupuestarias, tras el reciente veto del presidente, Javier Milei, de una ley que había sido aprobada para garantizar una mayor financiación para las universidades públicas nacionales, a las que acuden cerca de 2 millones de estudiantes.
Los gremios tienen previsto desde el 22 hasta el 26 de octubre próximos desarrollar, además, una semana de medidas de fuerza con acciones de visibilización.
A partir del 23 de octubre, realizarán clases públicas todos los miércoles al mediodía frente al Congreso para reclamar apoyo al presupuesto universitario propuesto por el Consejo Interuniversitario Nacional y exigir una partida presupuestaria extra para recomponer los salarios docentes y no docentes.
Los trabajadores universitarios de Argentina alegan que la pérdida salarial que es del 63,5 % a septiembre último, según el Frente Sindical de Universidades Nacionales.
La ley de financiamiento universitario vetada por Milei el 3 de octubre pasado establecía actualizar los fondos para gastos de funcionamiento de las universidades por la variación del índice de inflación, que en septiembre se ubicó en el 209 % interanual, y ordenaba una recomposición de los salarios universitarios, también según la inflación.
Milei explicó que el motivo del veto de la ley de financiación universitaria era preservar el equilibrio fiscal.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estimó recientemente que la ley habría tenido un impacto presupuestario equivalente al 0,14 del PIB, por lo que la comunidad universitaria considera que no afectaba sustancialmente a las cuentas públicas.
Miles de estudiantes universitarios se manifestaron este miércoles en distintos puntos de Argentina en reclamo de mayor presupuesto para las universidades públicas, que en Buenos Aires se llamó ‘marcha de las velas’ hacia la Secretaría de Educación de Argentina.
Dos marchas masivas se produjeron el 23 abril y el 2 octubre pasados en apoyo a la universidad pública.
Las protestas se producen sin pausa en un contexto de creciente profundización de la lucha estudiantil, que incluye la toma de facultades de las 62 universidades públicas del país.
Milei respondió esta semana a estas manifestaciones declarando que “no está en discusión” la universidad pública y no arancelada en Argentina, sino que su intención es que “sean auditadas”.
Fue después de que el presidente argentino dijera que “la universidad pública nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y los ricos y la clase media alta” y que “el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad”.