El presidente Pedro Castillo cumplió este viernes 12 de agosto actividades oficiales en la región San Martín. El jefe del Estado entregó más de 1.200 títulos de propiedad de vivienda y equipamiento urbano, en el Campo Unión del centro poblado La Libertad, distrito de San Rafael, provincia de Bellavista.
Durante su discurso ante los presentes, indicó que llegó a esa parte del país para constatar las necesidades de esta población. “Cómo es posible que un pueblo postergado, donde los hijos de nuestro pueblo, estén años de años en aulas prefabricadas, no se puede permitir eso. Acabo de constatar una infraestructura que alberga a más de mil niños”, precisó.
Sin embargo, hubo un hecho que llamó la atención, sobre todo en redes sociales. Apareció un video donde el mandatario caminaba acompañado de la primera dama Lilia Paredes y un gran contingente policial que los resguardaba. De pronto, Castillo se detiene y les hace un gesto a los efectivos que lo escoltaban señalando que sus pasadores se habían desatado. Los policías rápidamente se agacharon para amarrar los zapatos con el fin de que el jefe de Estado pudiera seguir con su paso.
Desde la oposición, hubo duras críticas porque aseguraban que ese gesto era una ofensa a la Policía Nacional.
Es por ello que el jefe de Estado se vio en la obligación de salir a aclarar la situación. “Expreso mi absoluto respeto al trabajo de la Policía y de todos los trabajadores del país. Lamento que se haya malinterpretado una acción voluntaria del efectivo de seguridad, quien quiso evitar que mi lumbalgia recrudezca y se ofreció amablemente a dicha acción”, comentó.
Según explicó el mandatario, nunca le pidió u obligó al efectivo policial a que le atara los zapatos. Dijo que no pude hacerlo él mismo porque desde hace un tiempo uso chaleco antibalas para proteger mi vida de cualquier riesgo o amenaza. “Fue un hecho fortuito que está siendo malinterpretado y usado por mis adversarios políticos para seguir mellando mi imagen”, agregó.
Por último, agradeció la preocupación de la Defensoría del Pueblo y otras instituciones sobre este “anecdótico hecho, pero reitero que no existió, ni existe un maltrato, ni discriminación”.
Durante su discurso en la ceremonia en la región San Martín, el presidente afirmó que se sentía fortalecido por el recibimiento de la población y que de la misma manera él los recibiría en Palacio de Gobierno.
En ese sentido, manifestó que hay ciertas personas, acostumbradas a una determinada forma de vida y que miran por sobre el hombro al campesino y obrero, los mismos que hoy están incrédulos por lo que viene ocurriendo.
“Ese es el país que hemos recibido, donde la población, los maestros, los campesinos y las amas de casa, tienen que salir con su cartel ante el Gobierno para pedir un puente, un colegio, agua y títulos de propiedad”, aseguró.
En otro momento, hizo un llamado al titular del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, para “pisar el acelerador en la atención al pueblo peruano” y dar viabilidad inmediata a aquellas obras trabadas.
Asimismo, Castillo volvió a invocar al Congreso de la República a que tome en cuenta los 47 proyectos de ley enviados por el Poder Ejecutivo, entre los que se encuentran iniciativas destinadas a suministrar agua y educación a la población, así como para recuperar los recursos del país.
De otro lado, expresó que las obras del pueblo deben estar libres de corrupción, pues este flagelo, “es el peor lastre para el desarrollo”.