El 2 de julio miembros de la Inteligencia colombiana dieron a conocer que el jefe de la Segunda Marquetalia y exmiembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Iván Márquez, podría estar muerto tras un atentado registrado en territorio venezolano, donde al parecer se encontraba desde que incumplió los acuerdos de paz firmados en el 2016.
Por Infobae
La muerte del cabecilla sería un gran golpe para el grupo armado. Tras la que sería su baja. se habla del que posiblemente heredaría el liderazgo del grupo disidente sería un miembro con gran historial delictivo y también exmilitante de las Farc, José Vicente Lesmes, alias Walter Mendoza.
Al igual que Iván Márquez y Jesús Santrich, Walter Mendoza hizo parte del proceso de paz y estuvo de forma activa en el tema de pedagogía de la implementación, pero en el 2019 dio a conocer que volvería a las armas, con la justificación de que el gobierno no les habría complido lo pactado. Figuró en el video donde se hizo oficial la creación de la Segunda Marquetalia.
Dicho grupo, se presume, se ha convertido nuevamente en uno de los mayores reclutadores de menores de edad. Además, estaría siendo parte del tráfico de estupefacientes y habría activado la extorsión en algunas zonas del país como parte su proceso de financiación.
Walter Mendoza es conocido principalmente porque hizo parte de la creación de las columnas móviles y ayudó a fundar el Comando Central de las extintas Farc, aunque su relación con la violencia y los grupos armados en Colombia se remonta a la década de los setentas cuando comenzó su militancia en las Farc.
De acuerdo con la ONG InSight Criminal, comenzó en el Bloque Occidental, operando en Cauca, Valle del Cauca y Chocó, en la costa Pacífica colombiana. Después, se convirtió en el jefe de la columna móvil Libardo García en Buenaventura en el departamento del Valle del Cauca.
Además, según Caracol Radio, fue comandante del Bloque Arturo Ruiz, donde la mayoría de los militantes eran menores de edad reclutados en Santander, es decir, Walter Mendoza fue uno de los lideres de las extintas guerrillas que más niños y niñas secuestro para la guerra.
Al comienzo de los acuerdos se presumía que podría ser uno de los cabecillas que no se desmovilizaría, pero tras la firma quedó encargado de la pedagogía del proceso de paz en el sur y el occidente del país. Incluso, antes de volver a las armas creo un proyecto para exportar café e hizo saber su interés por ser director técnico del grupo de futbol de los que dejaron las armas.
Pero en el 2018, fue capturado por fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego y munición. Días después fue dejado en libertad y desapareció de la escena pública y a finales del mismo año ya acumulaba ocho ordenes de captura. En 2019 anunció su adición pública a los disidentes que se reunieron en la Segunda Marquelia.
