El Gobierno de Ecuador, bajo la presidencia de Daniel Noboa, reducirá los subsidios a las gasolinas Extra y Eco País a partir del 28 de junio, según un decreto reciente. Esta medida aumentará el costo del galón de estas gasolinas de 2,46 a 2,72 dólares, sin liberalizar completamente los precios, mediante un mecanismo de estabilización que permite variaciones mensuales de hasta un 5 % al alza y un 10 % a la baja.
El cambio forma parte de las reformas económicas del gobierno para equilibrar las finanzas estatales y cumplir con las condiciones del programa crediticio de 4.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas reformas incluyen medidas que sus predecesores no pudieron implementar debido a las fuertes protestas, principalmente del movimiento indígena.
Para el 4 de julio se ha convocado una protesta en Quito por sindicatos y otras organizaciones sociales, aunque una manifestación previa tuvo escasa acogida. El objetivo del gobierno es disminuir el gasto en subsidios, que en 2023 alcanzaron los 644 millones de dólares, equivalente al presupuesto para programas del bono de desarrollo y el doble del destinado a combatir la desnutrición infantil.
El gobierno implementará un mecanismo de compensación para el sector de transporte, con aproximadamente 84.000 vehículos recibiendo una transferencia económica para mitigar el impacto del alza en los precios del combustible.
Por ahora, los subsidios para el diésel y el gas, que representan la mayor parte del gasto en subsidios a combustibles fósiles (más de 3.000 millones de dólares anuales), no serán modificados. El diésel seguirá costando 1,79 dólares por galón. El gobierno sostiene que los subsidios a las gasolinas son inequitativos y fomentan el contrabando hacia países vecinos, como Colombia y Perú.
Las organizaciones indígenas y grupos ecologistas, como Yasunidos, ya han expresado su oposición a esta medida.
Quito (EFE).- La reducción de los subsidios a las gasolinas de mayor consumo en Ecuador anunciada por el Gobierno del presidente Daniel Noboa se dará desde este próximo viernes, 28 de junio, según un decreto emitido este miércoles por el mandatario.
Por EFE
La medida implica que las gasolinas Extra y Eco País, las más consumidas del país, ambas de 85 octanos, dejen de tener un precio congelado de 2,46 dólares por galón (3,78 litros) y pasen a costar 2,72 dólares, sin liberalizar por completo sus precios, pues se aplicará un mecanismo de estabilización por el que a cada mes podrán subir un máximo de un 5 % y bajar hasta un 10 %.
El Ejecutivo ya había anunciado que el nuevo esquema de precios en estas gasolinas comenzaría a aplicarse desde finales de este mes de junio, como parte de las reformas económicas que ha emprendido Noboa para equilibrar las cuentas estatales y atender las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que aprobó recientemente un programa crediticio de 4.000 millones de dólares para Ecuador.
Noboa tomó así una medida que sus precedesores, Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023), también intentaron aplicar bajo sendos programas crediticios con el FMI, y en ambos casos se vieron obligados a recular tras fuertes protestas lideradas por el movimiento indígena.
Para el 4 de julio están convocada en Quito una protesta por parte de sindicatos y otras organizaciones sociales, tras un primer plantón que contó con poca acogida, cuando aún no se había anunciado la fecha en que entraría en vigor la medida.
De esta forma el Gobierno busca reducir el gasto en las subvenciones a las gasolinas Extra y Eco País, que en 2023 rondó los 644 millones de dólares, equivalente al gasto estatal en el bono de desarrollo y el doble del presupuesto del Estado en programas contra la desnutrición crónica infantil, según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas.
La medida irá acompañada con un mecanismo de compensación para el sector del transporte, donde en principio alrededor de 84.000 vehículos recibirán un transferencia económica por el valor de los 25 dólares por galón que tendrá esta subida, con el objetivo de que los usuarios de transporte no se vean afectados por una subida de precios en sus trayectos.
Noboa no ha hecho cambios de momento en el esquema de subsidios del diésel y el gas, que suponen el grueso de las subvenciones a los combustibles fósiles, al abarcar la mitad de los más de 3.000 millones de dólares que gasta el Estado ecuatoriano al año en costear estos carburantes.
En el caso del diésel, su precio continuará congelado en 1,79 dólares por galón.
Según el Gobierno, los subsidios a las gasolinas son los más inequitativos porque prácticamente la mitad de ellos van destinados a financiar el consumo de gasolina del 20 % de la población ecuatoriana con más ingresos, además de favorecer el contrabando de este combustible a países vecinos como Colombia y Perú, donde las mafias los venden al precio internacional de mercado.
Contra esta medida ya se han pronunciado en contra tanto el movimiento indígena como otras organizaciones sociales, entre ellas colectivos ecologistas como Yasunidos, la plataforma que libró una batalla legal contra el Estado para que finalmente el año pasado se celebrase el plebiscito donde los ecuatorianos votaron mayoritariamente a favor de cesar la explotación petrolera del Bloque 43-ITT, situado en el amazónica Parque Nacional Yasuní.
