Economía
¡Brasil propone impuesto a ultra ricos para combatir el hambre mundial!
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, destacando que el hambre es el desafío más grande de la humanidad en pleno siglo XXI.
Los documentos constitutivos de la Alianza fueron aprobados por aclamación en una reunión ministerial del G20, permitiendo que cualquier país interesado se una. La Alianza operará oficialmente desde la cumbre del G20 en noviembre próximo en Río de Janeiro y funcionará hasta 2030, con Brasil costeando la mitad de los gastos.
La iniciativa busca que cada país diseñe su propio plan para combatir el hambre y la pobreza, con apoyo financiero y tecnológico de la Alianza. Lula subrayó la importancia de volver a colocar el hambre en la agenda internacional, criticando la falta de voluntad política para resolver el problema.
El Gobierno brasileño propuso un impuesto sobre la renta de los ultra ricos para financiar la Alianza Global. Fernando Haddad, ministro de Hacienda de Brasil, resaltó la necesidad de aumentar los recursos disponibles para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
El presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, y el presidente del BID, Ilan Goldfajn, expresaron su apoyo a la Alianza, comprometiéndose a financiar proyectos y compartir conocimientos para alcanzar estos objetivos.
Río de Janeiro (EFE).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó al mundo este miércoles la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, y lamentó que el hambre siga siendo el asunto más desafiante de la humanidad en pleno siglo XXI, cuando ya se habla de Inteligencia Artificial.
Por EFE
“Ningún asunto es más actual y desafiante para la humanidad. El hambre es la más degradante de las privaciones humanas, un atentado a la vida y una agresión a la libertad”, afirmó el líder progresista brasileño en una reunión de ministros de Desarrollo del G20, en Río de Janeiro.
Los documentos constitutivos de la Alianza, una iniciativa propuesta por Lula y abierta a todos los países, fueron aprobados por aclamación este miércoles en la reunión ministerial del foro que agrupa a las mayores economías del mundo, por lo que desde ahora cualquier país interesado en participar puede unirse.
La Alianza comenzará a operar oficialmente, ya con sus miembros fundadores y sus diferentes proyectos, en la Cumbre que el G20 tendrá en noviembre próximo en Río de Janeiro, cuando concluye la presidencia temporal del foro actualmente ejercida por Brasil.
Según sus creadores, la idea es que cada país diseñe su propio plan y defina sus metas de combate al hambre y la pobreza, y que la Alianza le ayude a cumplirlas tanto con aportes financieros como de experiencias y tecnologías.
Lula dijo que la Alianza funcionará hasta 2030, plazo que tienen los países para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) de erradicar el hambre, y que tendrá una estructura pequeña y eficiente con la mitad de sus gastos costeados por Brasil.
Destacó la importancia de volver a colocar el hambre en el centro de la agenda internacional y lamentó que se trate de un problema persistente, que atribuyó a la falta de voluntad política.
“Los gobernantes tienen que tener en cuenta a los excluidos porque no es posible que casi en la mitad del siglo XXI, cuando estamos discutiendo la Inteligencia Artificial, aún estemos obligados a promover una discusión para decirles a los dirigentes que cuiden de los pobres”, afirmó.
“El hambre no es resultado tan solo de factores externos. Es consecuencia, sobretodo, de opciones política. Hoy el mundo produce alimentos más que suficientes para erradicarla. Lo que falta es crear las condiciones para ofrecer acceso a los alimentos”, insistió.
Según el presidente brasileño, visiblemente emocionado durante su discurso, que presenciaron ministros y representantes de 30 países, los gobernantes y las personas con poder de decisión tienen que comprender que el hambre “no es algo natural” y que su combate exige decisión política.
“Quería reafirmar una frase que siempre le repito a los dirigentes políticos: mucho dinero en la mano de pocos simboliza miseria, prostitución y hambre. Por el contrario, poco dinero en la mano de muchos significa prosperidad, decencia y dignidad para todos”, afirmó.
El mandatario dijo que participar en una reunión internacional para lanzar una iniciativa brasileña para erradicar el hambre es uno de los momentos más importantes en los 18 meses de su tercer mandato.
Lula calificó como “aterradores” los datos divulgados hoy por la ONU en Río de Janeiro y según los cuales los niveles de hambre se mantuvieron preocupantemente altos en 2023 por tercer año consecutivo, con unas 733 millones de personas subalimentadas de forma crónica en todo el mundo.
El mandatario destacó los resultado de las políticas sociales de su Gobierno, que permitieron reducir en un 85 % el número de brasileños en situación de inseguridad alimentaria, y afirmó que Brasil volverá a salir del llamado Mapa del Hambre antes del final de su tercer mandato, en diciembre de 2026.
El Gobierno brasileño propuso la creación de un impuesto sobre la renta de los ultra ricos para financiar los proyectos de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.
El ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, afirmó que es necesario aumentar significativamente los recursos para que los países puedan cumplir el Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) con el que se comprometieron para erradicar el hambre hasta 2030, así como buscar fuentes innovadoras para financiar esos proyectos.
“Es imperativo que nos movilicemos para aumentar los recursos disponibles internacionalmente para enfrentar esos dos problemas. Necesitamos buscar innovaciones en los instrumentos de financiación al desarrollo, asociaciones con el sector privado y la reforma de los bancos multilaterales”, dijo Haddad en su intervención en la reunión ministerial del G20 en la que fue lanzada la iniciativa.
El ministro agregó que otra forma de movilizar recursos contra el hambre es obligando a “los ultra ricos a pagar su justa contribución en impuestos”.
El ministro afirmó que las personas más ricas en todo el mundo usan una serie de artificios para evadir el pago de impuestos, lo que hace que terminen pagando proporcionalmente menos que los más pobres.
Agregó que, a petición del G20, el economista francés Gabriel Zucman preparó un estudio en el que concluyó que si los billonarios pagaran el equivalente a un 2 % de sus riquezas en impuestos sería posible recaudar anualmente entre 200.000 y 250.000 millones de dólares.
Según Haddad, ese monto es casi cinco veces superior al que los diez mayores bancos multilaterales destinaron en 2022 a proyectos de combate contra el hambre y la pobreza.
La posible creación de ese impuesto es uno de los asuntos que será abordado en la reunión que los ministros de Finanzas del G20 tendrán entre jueves y viernes también en Río de Janeiro.
La coordinadora de la cita de Finanzas del G20, la embajadora brasileña Tatiano Rosito, dijo el martes que los negociadores han avanzado en tres documentos, uno de los cuales, inédito, sobre la cooperación internacional en materia tributaria y que incluye la propuesta de crear el impuesto sobre los ultra ricos.
Lula aprovechó el lanzamiento de la Alianza para denunciar que en la tres últimas décadas la riqueza de los billonarios pasó del 4 % de la mundial al 14 % y que “algunos cuentan con más recursos que países enteros y hasta tienen sus programas espaciales propios”.
Agregó que los ultra ricos pagan proporcionalmente menos impuestos que los trabajadores y que, para corregir esa anomalía, Brasil propone una cooperación internacional en materia de tributos.
Los documentos constitutivos de la Alianza, una iniciativa abierta a todos los países del mundo, fueron aprobados por aclamación este miércoles en una reunión ministerial del G20, el foro que agrupa a las mayores economías del mundo y que este año es presidido por Brasil.
Según sus creadores, la idea es que cada país diseñe su propio plan y defina sus metas de combate contra el hambre y la pobreza, y que la Alianza ayude a cumplirlas tanto con aportes financieros como de experiencias, tecnologías y conocimientos.
Los banco multilaterales de desarrollo, entre los cuales están el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reafirmaron este miércoles su apoyo a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.
El presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, presente en la ceremonia de lanzamiento de la iniciativa, afirmó que la institución no solo financiará los proyectos impulsados por la Alianza, también contribuirá para que los países diagnostiquen su situación y diseñen las políticas para combatir el hambre.
“El Banco Mundial está en esta lucha para ayudar a escalar soluciones comprobadas y será socio líder en conocimientos para la Alianza”, afirmó.
Según Banga, el Banco Mundial propondrá políticas exitosas para que la Alianza las incluya entre las que ofrecerá y ayudará a coordinar el intercambio de conocimientos entre los países.
Dijo igualmente que orientará a la Asociación Internacional de Desarrollo (IDA, el brazo del banco para los países de menor renta) a que auxilie en la financiación de los proyectos que se escojan por los países beneficiarios de la Alianza.
“Se trata de una asociación natural ya que la IDA es la mayor fuente de donaciones y financiación para el combate al hambre. Con un mayor refuerzo, podemos hacer aún más”, dijo, tras recordar que los programas sociales del banco han beneficiado en las dos últimas décadas a unas 250 millones de personas afectadas por crisis alimentarias.
En su opinión, contando con el apoyo de la Alianza, el banco puede beneficiar a otras 500 millones de personas hasta 2030, de las que mitad serán mujeres.
Banga ya había anunciado su apoyo a la Alianza en un encuentro bilateral que tuvo en la mañana con Lula, a quien indicó que sus políticas sociales y de transferencia de renta están entre las recomendadas por el Banco Mundial a otros países.
También presente en la reunión del G20, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Ilan Goldfajn, anunció el respaldo de esa entidad así como del Banco Africano de Desarrollo a la Alianza Global y el uso de herramientas innovadoras para financiar sus proyectos.
Goldfajn explicó que ambas entidades usarán un nuevo instrumento, que permite que los recursos del FMI sean repasados a los bancos regionales de desarrollo, para financiar proyectos impulsados por la Alianza.
Afirmó que el BID podrá aportar 8 dólares por cada dólar de contrapartida de los países interesados para financiar “programas sociales, entre los cuales de agricultura, de alimentación escolar, y de nutrición materna e infantil”.
El expresidente del Banco Cental de Brasil dijo que uno de los mayores compromisos del BID es la erradicación de la pobreza extrema hasta 2030 y que para ello la prioridad es la financiación de proyectos que beneficien a los pobres, a las mujeres, a los afrodescendientes y a los indígenas.