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¿Crisis en la OEA? Haití, Nicaragua y Venezuela en el foco

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La Organización de Estados Americanos (OEA) celebrará desde este miércoles su 54 Asamblea General en Paraguay, enfocándose en la integración y seguridad para el desarrollo sostenible de la región y abordando la situación política y de derechos humanos en Haití, Nicaragua y Venezuela.

Asunción y la vecina Luque albergarán hasta el viernes 21 delegaciones de cancillerías y otros delegados. Estados Unidos será representado por el subsecretario de Estado Richard Verma y Brian Nichols, con la misión de apoyar la seguridad en Haití y condenar las violaciones de derechos humanos en Nicaragua. El ministro de Exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez, representará al país anfitrión.

Paraguay acogió previamente la Asamblea General en 2014 y 1990, tras el retorno de la democracia. Este será el primer evento sin la presencia formal de Nicaragua, que oficializó su salida en noviembre de 2023, aunque se analizará la situación del país y se prevé una declaración al respecto. Venezuela también estará ausente, sin delegados en las últimas dos ediciones, generando debates sobre su estatus tras el cese del Gobierno interino de Juan Guaidó y en medio de una tensa campaña electoral.

La OEA también discutirá la cuestión de las Malvinas, especialmente con la posición del nuevo presidente argentino, Javier Milei. Se espera una resolución sobre derechos humanos y seguridad, enfocándose en la violencia del narcotráfico en Ecuador y casos como el asesinato del fiscal antimafia Marcelo Pecci en Paraguay.

La cumbre contará con nuevas figuras políticas en la región, como el presidente argentino Milei y el anfitrión Santiago Peña, además de Brasil bajo Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha fortalecido sus relaciones con China y Rusia. Estados Unidos ha defendido la OEA como una plataforma única para enfrentar los desafíos transnacionales de la región.

Por Laura Barros |

Por EFE

Asunción (EFE).- La Organización de Estados Americanos (OEA) celebrará desde este miércoles su 54 Asamblea General en Paraguay, con la integración y la seguridad para el desarrollo sostenible de la región como eje de sus deliberaciones y la situación política y de derechos humanos en Haití, Nicaragua y Venezuela entre sus preocupaciones centrales.

Con una escasa atención mediática en los días previos, Asunción y la vecina ciudad de Luque albergarán hasta el viernes 21 delegaciones con sus cancilleres y nueve lideradas por otros delegados, según el listado provisional de asistentes.

En este período ordinario de sesiones, Estados Unidos estará representado por el subsecretario de Estado Richard Verma y el encargado para América Latina, Brian Nichols, que llegarán con la tarea de impulsar el apoyo a la misión de seguridad que debe desplegarse en Haití y condenar las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua.Paraguay, el país anfitrión, estará representado por el ministro de Exteriores, Rubén Ramírez.Hace una década, en 2014, el país sudamericano acogió una Asamblea General.

Sería esa su segunda ocasión, ya que en 1990, un año después del retorno de la democracia tras la caída de la prolongada dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), debutó como sede.

Será este el primer cónclave anual sin la presencia formal de Nicaragua, que desde el 19 de noviembre de 2023 oficializó su salida de esta organización. Pese a su ausencia, la OEA no ha cesado de advertir sobre la delicada situación en el país centroamericano, que será analizada por el plenario para posteriormente emitir una declaración al respecto.

Tampoco se espera esta vez una representación de Venezuela, que no ha contado con delegados en las dos últimas ediciones de esta asamblea. La condición de este país como Estado miembro plantea una interpretación inédita de la jurisprudencia americana, luego del cese del considerado Gobierno interino encabezado por el opositor Juan Guaidó.

El líder opositor revocó en marzo de 2019 la denuncia a la Carta de la OEA que había presentado en abril de 2017 el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Con las elecciones presidenciales del 28 de julio en puertas y una campaña salpicada por la inhabilitación de candidatos y la detención de opositores, no se descarta que el país caribeño sea motivo de debate entre los ministros y jefes de misión, aunque no existe una propuesta específica de resolución o declaración dedicada a Venezuela.

La OEA reflotará, igualmente, la cuestión de las Malvinas, tema que ha tomado un nuevo cariz con la llegada al poder del presidente Javier Milei, quien, sin renunciar a la soberanía sobre esas islas, ha admitido que están “en manos del Reino Unido” y que no hay una “solución instantánea” a la disputa.

Se anticipa de igual forma una resolución sobre los derechos humanos en la región y que aborde la cuestión de la seguridad tras los recientes hechos de violencia atribuidos al narcotráfico en Ecuador y casos que han sacudido a países como Paraguay, como el asesinato del fiscal antimafia Marcelo Pecci.

La cumbre de la OEA tendrá como telón de fondo una región con nuevas caras en la política, como el argentino Milei y el presidente anfitrión, Santiago Peña, pero también con Brasil nuevamente bajo la conducción del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha estrechado sus lazos con China y Rusia, sus aliados en el bloque de los BRICS.

Estados Unidos, en palabras de su embajador ante la OEA, Frank Mora, ha defendido que este organismo -blanco de críticas de varios de sus miembros- proporciona una plataforma “única e importante” para dar una “respuesta colectiva” a los desafíos transnacionales que encara la región.

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