El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de EE.UU. inicia su última reunión bajo el mandato de Joe Biden, evaluando posibles nuevas bajadas de tipos de interés. Tras las presidenciales ganadas por Donald Trump, en noviembre pasado se redujeron 25 puntos básicos, situando la tasa en un rango de 4,5 % a 4,75 %. Jerome Powell, presidente de la Fed, destacó que la política de la Fed no será influenciada a corto plazo por el cambio de gobierno.
La inflación aumentó en noviembre hasta el 2,7 %, y la subyacente se mantuvo en 3,3 %. La tasa de desempleo subió al 4,2 %, con una creación de empleo mejorada. Christian Scherrmann, de DWS, sugiere que la Fed no tiene urgencia en nuevos descensos de tipos, estimando una postura neutral entre 3 % y 3,5 %.
Powell defiende la independencia de la Fed, destacando que no hay prisa por ajustar los tipos. Natixis estima que la economía podría beneficiarse de tipos moderados. Chris Iggo, de AXA, señala que el futuro económico depende de las políticas de Trump y su impacto en crecimiento e inflación en EE.UU. La Fed permanece independiente, aunque Trump podría reemplazar a Powell después de 2026.
Washington (EFE).- Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) inician este martes su última reunión bajo el mandato del demócrata Joe Biden con la vista puesta en posibles nuevas bajadas de los tipos de interés.
Por EFE
En su último encuentro, celebrado los pasados 6 y 7 de noviembre, justo después de las presidenciales que ganó Donald Trump, hubo una bajada de 25 puntos básicos. Fue la segunda caída consecutiva desde septiembre y dejó la tasa de referencia en un rango del 4,5 % al 4,75 %.
En aquel entonces el presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró que a la hora de considerar nuevos descensos se iban a evaluar cada vez los datos entrantes y apuntó que la llegada del republicano no iba a influir a corto plazo, aunque el cambio de Gobierno sí podría tener efectos.
La FOMC comunicará su decisión al término de la reunión del miércoles. La siguiente cita está prevista para los próximos 28 y 29 de enero, días en los que Trump estará recién llegado al poder y en que el Congreso habrá pasado a estar en manos republicanas, después de que en las elecciones de noviembre ese partido consiguiera el control del Senado y mantuviera el de la Cámara Baja.
Los últimos datos económicos invitan a la cautela. La tasa de inflación volvió a subir en noviembre, por segundo mes consecutivo, y se elevó una décima hasta el 2,7 %, mientras que la inflación subyacente, que no toma en cuenta ni los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar y que es uno de los datos en los que más se fija la Fed, se quedó sin cambios en el 3,3 %.
Por su parte, la tasa de desempleo subió una décima en noviembre con respecto a octubre, hasta el 4,2 %, pero la creación de empleo se recuperó hasta los 227.000 puestos netos, 191.000 más que el mes anterior, después de que se revisara la cifra.
Christian Scherrmann, economista jefe de EE.UU. para la gestora DWS, estima que “sigue la incertidumbre” y que la Fed no tiene prisa por aplicar nuevas bajadas.
“Nos sentimos respaldados en nuestra opinión de que señalará que necesita más tiempo antes de poder bajar los tipos hasta una postura neutral, que esperamos que se sitúe entre el 3 % y el 3,5 %”, indicó.
Powell defiende la independencia de la Fed y afirma que no hay prisa para bajar los tipos de interés
Para la compañía Natixis, hay justificación tanto como para que se corrobore que el miércoles se bajarán los tipos otros 25 puntos – “sin sorpresas al alza en precios y con los costes de la vivienda mejorando” – como para no tocarlos – “inflación pegajosa con una racha de varios meses ya”.
Lo más importante, en su opinión, es que a la economía estadounidense “le puede venir bien moderar en tipos”.
Tras las once subidas llevadas a cabo desde marzo de 2022 para controlar los precios, la tasa de referencia de los tipos estuvo desde julio de 2023 en un rango del 5,25 % al 5,5 %, la cifra más alta desde enero de 2001, pero el pasado septiembre el banco central decidió iniciar la bajada alentado por el descenso sostenido que ha tenido la inflación en los últimos meses.
“El mercado no anticipa más de cuatro recortes de aquí a finales de 2025. Veremos si eso es suficiente como para aliviar el peso de la deuda o es incluso poco si la economía va incluso mejor de lo que ya va, y si Trump es todo lo agresivo que promete o su entorno consigue que parezca serlo menos”, sostiene Natixis.
Para Chris Iggo, director de Inversiones de AXA Investment Managers, el panorama actual está condicionado por la agenda que pueda implementar el nuevo mandatario.
“Nadie sabe lo que va a pasar el año que viene. ¿La razón? Trump, por supuesto, y sus políticas y las desconocidas respuestas globales a ellas. El consenso parece ser que en EE.UU. veremos un mayor crecimiento, inflación y endeudamiento público, lo que podría ser un problema para la Fed y el mercado de bonos”, recalca.
La Fed tiene independencia de la Casa Blanca en sus decisiones sobre los tipos. Aunque Trump ha dicho que no despedirá a Powell durante su segunda presidencia, podría reemplazarlo tras el fin del mandato de este último, que acaba en mayo de 2026.