“Lo primero que el presidente Gustavo Petro observó, es la trayectoria de Venezuela en las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), donde obviamente han surgido relaciones con esa organización guerrillera que pesan en estas circunstancias”, dice César Pavel Rondón Daza, Presidente de la Fundación Escuela de Gobierno Mundo y Fronteras (Fundep), en conversación con Infobae, a propósito de la propuesta del mandatario colombiano a Nicolás Maduro para que se active la participación de Venezuela como país garante en el proceso de paz.
Aunque le queda mucho de su paso por la diplomacia, sobre todo en lo cuidadoso que es al referirse al tema, Rondón es un conocedor de las conversaciones con los grupos guerrilleros de Colombia, no solo como estudioso del tema de fronteras desde hace décadas, sino por su presencia como funcionario del Gobierno venezolano, en tiempos de Hugo Chávez, en los diálogos que Colombia tuvo con el ELN en Caracas.
Al explicar las razones que han dificultado el Acuerdo de Paz con el ELN, destaca “el federalismo, diversos grupos, en distintas regiones, con diferentes posiciones. En septiembre 2022 ellos están hablando de que vienen a Caracas a una reunión con el COCE (Comando Central) para tratar de llegar a un acuerdo de lo que van a discutir con el gobierno, es decir, no es fácil ni algo preestablecido o ya sabido, sino que tienen que discutir. Y el COCE lo que significa es la presencia de los diferentes grupos regionales”.
Pavel Rondón era el embajador de Venezuela en Colombia cuando, el 27 de noviembre 2007, Hugo Chávez lo llamó a consulta para evaluar las relaciones bilaterales, molesto el mandatario porque el presidente Uribe Vélez decidió cancelar la mediación del presidente venezolano y de la senadora Piedad Córdoba como facilitadores para el Acuerdo humanitario con las FARC y el intercambio de guerrilleros presos por secuestrados.
Insiste en la necesidad de buscar “las causas de los no acuerdos” y para ello parte de explicar por qué o para qué se llega a un acuerdo de paz. “Se buscó un acuerdo de paz por el fracaso de la guerrilla y el fracaso del gobierno. Es decir, el Gobierno no ha podido liquidar a la guerrilla, y la guerrilla no ha podido derrotar al gobierno; ya tiene 58 años y no puede seguir un siglo más en eso”.
Sobre Venezuela y los diálogos del ELN con el gobierno, Pavel Rondón asevera que en los gobiernos anteriores a Hugo Chávez y con él en el poder, Venezuela ha participado en la búsqueda de un acuerdo entre el ELN y el gobierno colombiano, en los llamados Acuerdos de Caracas, en 1992, con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. La participación más relevante, por el tiempo que duró, fue con los acuerdos del 2005″.
Recuerda que “en diciembre 2005 se realizaba en Montevideo una reunión de los presidentes del Mercosur (Mercado Común del Sur) con países aliados del Mercosur como Venezuela, Colombia y Bolivia; se comenzaba a discutir la incorporación de estos”.
En ese momento Rondón estaba encargado del Ministerio de Relaciones Exteriores “por lo que participé en esa reunión, donde el presidente colombiano Álvaro Uribe le dijo al presidente Chávez que el lunes siguiente, en La Habana, iniciarían una discusión con el ELN para intentar desarrollar un Tratado de Acuerdo de Paz y quería que Venezuela fuera facilitadora”.
La facilitación consistía, según Rondón, en permitirle a los guerrilleros que estuviesen en Venezuela “y de aquí llevarlos a La Habana, igual cooperar con el Alto Comisionado para La Paz y llevarlo a Cuba. La primera reunión fue el 12 en La Habana; nosotros no participamos en ese momento”.
“En enero sí comenzó una participación muy activa; las primeras reuniones fueron en Caracas. Por diversas razones logísticas y de otro tipo, la delegación tanto del gobierno de Uribe como del ELN no pudieron ir a La Habana, así que las reuniones se empezaron a hacer en Caracas.
Posiciones extremas
Pavel Rondón dice que “las reuniones del gobierno de Uribe las dirigía el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo. Por el ELN estuvo Antonio García (alias de Eliécer Herlinto Chamorro Acosta) y después Pablo Beltrán (alias de Israel Ramírez Pineda). Como estuve participando, esas reuniones me permiten señalar las causas y las diferencias que había para los acuerdos”.
“El Gobierno colombiano exigía que el ELN se concentrara en la frontera de Venezuela y depusiera las armas, a su vez el ELN exigía que se resolvieran tales y cuales problemas sociales, económicos, de tierras, entre otros”.
“Eso fue en el año 2005. Recuerdo que les dije que desde 1995 al 2005 el gobierno de Chávez tenía sin resolver una serie de problemas y que no se le podía pedir entonces al gobierno de Colombia que en 3 días o una semana resolviera problemas que necesitan inversión, tiempo, planificación y participación ciudadana”.
Por otra parte “el ELN reclamaba que el gobierno no reconocía el conflicto como tal, que el gobierno de Colombia tampoco reconocía las causas de dicho conflicto, ni permitía la participación de la sociedad civil y no se mostraba dispuesto a resolver el problema de la crisis humanitaria, que planteaba como solución inmediata. Además decían que la discusión con los paramilitares no podía confundirse ni compararse con la discusión con ellos: son los argumentos que el ELN tenía en ese momento allí”.
El presidente de la Fundación Escuela de Gobierno Mundo y Fronteras (Fundep) enfatiza que “en esas condiciones era muy difícil que se llegara al acuerdo. Hubo momentos de tensión, de alta crispación. Nosotros, que éramos facilitadores, tuvimos que cumplir, sin que tuviese decidida ni acordada, la función de mediadores, intercediendo en la discusión, tratando de reducir las tensiones y el enfrentamiento, porque hubo momentos realmente difíciles en esos diálogos. Sin embargo, creo que las partes, gobierno y guerrilla, demostraron sensatez, madurez política y se siguieron con estas exploraciones”.
En esas reuniones de Caracas lo que estábamos discutiendo era, como en cualquier proceso de negociación, quiénes discuten, qué temas discutir, cómo discutir y qué se está buscando: un acuerdo de paz, el fin de la guerra o el fin del ELN, otros. Esas discusiones fueron bastante tensas, sin embargo se pudieron desarrollar; estamos hablando del 2005, 2006 y 2007″.
“En el 2005 se instaló en las afueras de Medellín, Colombia, la Casa de Paz, un caserón donde la guerrilla discutía con la sociedad civil y así se satisfizo la propuesta de ELN de una convención nacional, donde ellos pudieron discutir con diversos sectores: la Iglesia, trabajadores, empresarios, otros, sobre sus propuestas de paz”.
PCC y PCV
Dando respuesta a por qué ha habido acuerdos de paz con las FARC y no con el ELN, Pavel Rondón ve necesario hablar de sus orígenes. “El Ejército de Liberación Nacional (ELN) nace en 1964 y, a diferencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), su origen está vinculado a jóvenes estudiantes, a la Universidad Industrial de Santander (UIS) y a la Iglesia, mientras que las FARC son viejos dirigentes agrarios, políticos marxistas ortodoxos, yo diría nacionalistas revolucionarios”.
Llama la atención en las diferencias que hay en la creación de los partidos comunistas de Venezuela y Colombia. “El de Colombia se llama Partido Comunista Colombiano, mientras que el de Venezuela es Partido Comunista de Venezuela, es decir que pertenece a una Internacional. El Partido Comunista Colombiano surge en momentos en que el comunismo se dividía internacionalmente y por eso ellos no son una una sucursal, ellos se presentan como una fuerza nacional. Eso los hace ortodoxos y les da una peculiaridad distinta al ELN”.
Explica Rondón que el ELN no forma parte del comunismo internacional, sin embargo es un grupo guerrillero muy influenciado por Cuba, muchos vínculos con La Habana en su nacimiento.
Complicaciones
Asegura el politólogo y profesor universitario que se está hablando de paz desde el año 1991, en los gobiernos de Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos, Iván Duque y ahora con Petro. “Una de las causas es que el ELN, en las discusiones no plantea paz, plantea soluciones, lo que hace muy difícil que en plena discusión se pueda estar resolviendo problemas sociales y problemas de la gente, problemas humanitarios”.
Además, los elenos pedían, desde el comienzo, “la participación de la sociedad en las discusiones: eso se fue resolviendo con el tiempo. En el gobierno de Uribe se pudo lograr la participación de la sociedad con Casa de Paz”.
Otra razón que complica los acuerdos es “la situación interna, porque el ELN no tiene un mando cerrado, ortodoxo, único como las FARC, por su disciplina comunista, sino que su distribución regional, sus 5 regiones distintas todas, geográfica, económica, política, organizativa y militarmente plantean una lucha interna, no por el poder, sino sencillamente que se expresan las diferencias que tienen estos grupos y eso ha hecho difícil lograr un acuerdo en torno en torno a la paz, porque no hay un mando único”.
Hace referencia al libro “¿Por qué es tan difícil negociar con el ELN? Una mirada regionalmente diferenciada” del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep) de Colombia. Dice que en esa investigación “se habla de un federalismo insurgente, es decir que el ELN es una federación de guerrilleros, de frentes guerrilleros. Eso incide, porque ¿quién está negociando en estos momentos?”.
Entre las dificultades en los diálogos con el ELN está “la falta de un mando único centralizado cuando esa diversidad de grupos en regiones exige llegar a acuerdos, hacer transacciones, discutir previamente, lo que hace difícil estar dando órdenes desde un centro. Aunado a ello, las exigencias del Gobierno que han sido una dificultad, porque le planteó al ELN que depusieran las armas y se concentrara en un lugar, cuando en cualquier guerra la suspensión de operaciones tiene que ser producto de un acuerdo, por lo que no puede ser la condición para empezar a discutir. ¿Con quién se discute? Porque un grupo desarmado, ya estaría derrotado de antemano. Esa fue otra limitante que fue modificada”.