La economía de Brasil creció un 0,9 % en el tercer trimestre en comparación con los tres meses anteriores, impulsada por la industria y el sector servicios, según el Gobierno. Este resultado cumple con las expectativas del mercado pero muestra una desaceleración respecto al crecimiento del 1,4 % y 1,1 % en el segundo y primer trimestre de 2024, respectivamente.
Comparado con el mismo trimestre de 2023, el PIB creció un 4,0 %. El crecimiento trimestral fue liderado por la industria y servicios, con aumentos del 0,6 % y 0,9 %, mientras que la agropecuaria disminuyó un 0,9 % debido a eventos climáticos.
El consumo familiar aumentó un 1,5 % y el gasto gubernamental un 0,8 %. Las inversiones de capital fijo crecieron un 2,1 %, aunque las exportaciones cayeron un 0,6 % y las importaciones subieron un 1,0 %. El Ministerio de Hacienda destacó el crecimiento robusto a pesar de menores impulsos fiscales y proyecta que el PIB seguirá creciendo, aunque con desaceleración, debido a los tipos de interés del 11,25 %.
El Gobierno espera cerrar el año con un crecimiento del 3,3 %, superando el 3,2 % estimado por analistas financieros. Esta proyección coincide con el primer año del mandato de Luiz Inácio Lula da Silva.
São Paulo (EFE).- La economía de Brasil creció un 0,9 % en el tercer trimestre del año en comparación con los tres meses anteriores, aupada por la industria y el sector servicios, informó este martes el Gobierno.
Por EFE
El resultado va en línea con las expectativas del mercado, pero supone una desaceleración con respecto al segundo y el primer trimestre de 2024, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) brasileño se expandió un 1,4 % y un 1,1 %, respectivamente.
En comparación con el tercer trimestre de 2023, la mayor economía de América Latina creció un 4,0 %, de acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Los datos indican que el PIB de Brasil avanza a un ritmo interanual del 3,1 %.
El crecimiento trimestral vino impulsado por la industria y el sector servicios, con subidas del 0,6 % y el 0,9 %, respectivamente, con respecto al segundo trimestre del año.
Los servicios tienen un peso fundamental en la economía de este país, ya que representan alrededor de un 70 % del PIB del país.
La nota negativa la puso la actividad agropecuaria, que reculó un 0,9 % entre julio y septiembre pasados, afectada por eventos climáticos en las regiones de mayor producción.
Del lado de la demanda, el consumo de los familias continúa al alza y en el tercer trimestre de este 2024 tuvo un crecimiento del 1,5 % frente al segundo, en un momento en que el desempleo se encuentra en mínimos históricos.
En la misma comparación, los gastos del Gobierno subieron un 0,8 %, mientras que las inversiones de capital fijo tuvieron un aumento del 2,1 %.
En el sector externo, las exportaciones cayeron un 0,6 % y las importaciones subieron un 1,0 % en el tercer trimestre frente al segundo.
El Ministerio de Hacienda de Brasil celebró en una nota que la economía del país “siguió creciendo a un ritmo robusto” en el tercer trimestre, a pesar de contar con “menores impulsos fiscales”.
Según sus proyecciones, el PIB debe continuar al alza en el último trimestre del año, aunque con una nueva desaceleración, que atribuyó a los elevados tipos oficiales de interés, hoy en el 11,25 % anual.
“Es probable que la política monetaria más contractiva restrinja el ritmo de expansión de los préstamos y la inversión”, indicó el despacho.
El Gobierno de Brasil espera cerrar el año con un crecimiento del 3,3 %, ligeramente superior al 3,2 % que prevén los analistas financieros consultados por el Banco Central.
De confirmarse ese pronóstico, el país igualará el crecimiento del 3,2 % que registró en 2023 -dato revisado este martes-, coincidiendo con el primer año del mandato del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva.