El domingo, Venezuela eligió 30,000 jueces de paz en unas elecciones impulsadas por el chavismo, con el objetivo de garantizar la armonía en circuitos comunales en todo el país. El proceso comenzó a las 8:00 hora local, en 4,817 centros de votación habilitados, con 52,288 candidatos inscritos. La mitad de los elegidos son jueces principales y el resto suplentes, quienes recibirán entrenamiento de la Escuela de la Magistratura del TSJ.
El Ministerio de Comunas organizó el proceso con apoyo del CNE, que habilitó centros de votación para comunidades indígenas con sistemas de elección específicos. La presidenta del TSJ, Caryslia Beatriz Rodríguez, afirmó que el tribunal está preparado para formar a estos jueces de paz en un proceso que contribuirá a la paz territorial.
El presidente Nicolás Maduro calificó la elección como histórica, afirmando que construye una nueva modernidad socialista del siglo XXI. La figura del juez de paz, establecida en la Ley de Justicia de Paz Comunal, tiene la autoridad para tratar conflictos locales y dictar medidas preventivas urgentes. Para ser juez, no se puede pertenecer a la directiva de organizaciones políticas ni gremiales.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) rechazó la elección, considerándola una farsa del gobierno de Maduro para controlar y perseguir opositores. Juan Pablo Guanipa y Andrés Velásquez, líderes opositores, criticaron el proceso, describiéndolo como un intento de desviar la atención de las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuyos resultados aún no han sido desglosados por el CNE.
Caracas (EFE).- En Venezuela eligieron este domingo a 30.000 “jueces de paz” en unas elecciones promovidas por el chavismo, con el fin de garantizar “la armonía y la sana convivencia” en los llamados “circuitos comunales” establecidos en todo el territorio, según el Gobierno.
Por EFE
El proceso, en el que podían participar jóvenes a partir de los 15 años, comenzó a las 8:00 hora local (12:00 GMT), con la apertura de algunos de los 4.817 centros de votación habilitados para este proceso, para el que se inscribieron 52.288 candidatos, según la información oficial.
De los 30.000 elegidos, la mitad son jueces de paz principales, y el resto suplentes, quienes, según las autoridades, recibirán un “entrenamiento especializado” por parte de la Escuela de la Magistratura del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela a partir del próximo mes.
El proceso lo organizó el Ministerio de Comunas, con el apoyo técnico del Consejo Nacional Electoral (CNE), que dispuso más de 400 centros de votación para comunidades indígenas, que tendrán “sus propios sistemas de elección de jueces de paz”, indicó el Gobierno.
La presidenta del TSJ, la chavista Caryslia Beatriz Rodríguez, dijo que el máximo tribunal “ya está preparado” para “formar y acompañar a estos jueces y juezas de paz” en este “proceso inédito”, durante el que estas personas -afirmó- contribuirán con “la paz” en sus respectivos territorios.
La magistrada, cuyas declaraciones las transmitió el canal estatal VTV, aseguró que el Poder Judicial estuvo desplegado en “cada rincón del país” para acompañar a “todas las demás fuerzas del Estado venezolano”, en respuesta a “ese llamado que hizo el presidente de la república, Nicolás Maduro”.
“Estamos sumados como un ejército de hombres y mujeres patriotas para reafirmar y defender la paz”, agregó Rodríguez.
Al término de la jornada, el jefe de Estado felicitó a los elegidos “directamente de la mano y del voto del pueblo” en un evento que calificó de “histórico”, con el que -expresó- están “construyendo la nueva modernidad socialista del siglo XXI”.
La Constitución de Venezuela, un cuarto de siglo después
“La vieja llamada modernidad occidental se agotó, su viejo concepto de democracia de élites se pudrió”, dijo Maduro, quien aseguró que el chavismo está “más fuerte que nunca, con más poder popular”.
El juez de paz en Venezuela consiste en una figura establecida en la recientemente reformada Ley Orgánica de la Jurisdicción Especial de Justicia de Paz Comunal, quien tiene la potestad de “conocer los conflictos o controversias” en “su ámbito local territorial” que les “hayan sido confiados para decidir”.
Además, “podrán dictar medidas preventivas de urgencia en aquellos casos que sean indispensables para prevenir, reducir o eliminar los riesgos de daños irreparables que la controversia o el conflicto puedan causar”.
Según la normativa, el aspirante a juez de paz no puede “pertenecer a la directiva de alguna organización política, gremial o sindical, ni ser vocera o vocero de alguna organización” ciudadana y, en caso de resultar electo, debe renunciar a “dicha condición”.
Mientras tanto, varios miembros de la mayor coalición opositora de Venezuela -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)- rechazaron la elección celebrada este domingo de 30.000 “jueces de paz”, promovida por el chavismo con el fin de garantizar “la armonía” en los llamados “circuitos comunales” establecidos en el territorio.
El exdiputado Juan Pablo Guanipa dijo que se trata de una “nueva farsa” del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, con la que se nombran “comités de defensa de la mal llamada revolución” para “controlar y perseguir a quien no esté de acuerdo con este régimen”.
“No van a poder con una nación que tomó una decisión y la va a defender hasta el final”, dijo en X Guanipa, en referencia a la reclamada victoria del candidato de la PUD, Edmundo González Urrutia, en las presidenciales del 28 de julio, en las que Maduro fue proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con base en unos resultados que todavía no publica de forma desglosada, pese a que lo contemplaba su cronograma.
Por su parte, el exgobernador Andrés Velásquez expresó que Maduro y el gobernante Partido Socialista Unido (PSUV), en un “desesperado intento por pasar la página del 28 de julio, montaron un tinglado de unas supuestas elecciones de jueces de paz”, lo que considera “toda una caricatura de control partidista”.