El proceso electoral del 28 de julio, observado por el Centro Carter, estuvo plagado de irregularidades. Hubo desigualdad de condiciones entre los candidatos, con la campaña del presidente en ejercicio disfrutando de buen financiamiento y visibilidad en medios. Además, se abusaron de recursos administrativos.
El registro de votantes fue limitado por plazos breves y escasos lugares de inscripción. Los ciudadanos en el extranjero enfrentaron requisitos legales excesivos, resultando en un bajo número de votantes fuera del país.
El ambiente electoral estaba marcado por libertades restringidas para actores políticos y medios de comunicación, con el CNE mostrando un sesgo claro a favor del gobierno. La reunión del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, con el Centro Carter cobró relevancia tras la publicación del informe crítico.
El Centro Carter señaló que las elecciones no cumplieron con estándares internacionales de integridad y no pueden considerarse democráticas, lo que avivó cuestionamientos sobre la posición del general Padrino López. El registro de candidaturas de opositores fue sujeto a decisiones arbitrarias del CNE.
A pesar de la votación pacífica el día de las elecciones, hubo informes de restricciones y posibles presiones sobre votantes. El proceso de registro de partidos y candidatos tampoco cumplió con estándares internacionales. El análisis final destaca que el candidato en el cargo tuvo una cobertura mediática positiva abrumadora comparada con el opositor.
Por El Nacional.
El régimen de Nicolás Maduro lo invitó para que observara el proceso del 28 de julio, que estuvo plagado de irregularidades.
La campaña se vio afectada por la desigualdad de condiciones entre los candidatos, según el informe. La campaña del presidente en ejercicio contó con buen financiamiento y amplia visibilidad a través de diversos medios. Se observó el abuso de recursos administrativos por parte del presidente en ejercicio.
Según el Centro Carter, el registro de votantes se vio afectado por plazos breves, escasos lugares de inscripción y mínima información pública. Además, los ciudadanos en el extranjero enfrentaron requisitos legales excesivos, privando de sus derechos a la mayoría de los inmigrantes y resultando en un bajo número de votantes en el extranjero.
El informe destaca que el proceso electoral se desarrolló en un ambiente de libertades restringidas para actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación. A lo largo del proceso, el CNE mostró un claro sesgo a favor de quien está en el poder.
La reunión entre Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Nicolás Maduro, y el Centro Carter vuelve a tener relevancia después de que esta organización no gubernamental publicó su informe sobre las elecciones presidenciales en Venezuela.
En un video que publicó en X, manifestó: «El Centro Carter tiene un prestigio ganado en todo el mundo. No solamente en tareas de elecciones, sino en tareas de impulso a la democracia, a la resolución de conflictos».
El Centro Carter dijo que las elecciones presidenciales de Venezuela no cumplieron con los estándares internacionales de integridad electoral y no pueden considerarse democráticas.
Ahora, ciudadanos cuestionan la posición del general de las Fuerzas Armadas, quien hace una semana reconoció la seriedad de la organización estadounidense.
Vladimir Padrino López no ha opinado sobre el informe del Centro Carter.
Además, el registro de candidaturas de las principales fuerzas de oposición estuvo sujeto a decisiones arbitrarias del CNE.
«Celebramos un fructífero encuentro con el Centro Carter, donde pudieron observar de primera mano el despliegue de la FANB en el marco del Plan República, enfocado como está en resguardar el material electoral y garantizar la seguridad del pueblo para los comicios», dijo el 22 de julio el ministro.
En los últimos años, varios partidos de oposición cambiaron sus registros a líderes favorables al gobierno, influyendo en la nominación de algunos candidatos opositores.
Señaló que no pudo verificar ni corroborar los resultados declarados por el Consejo Nacional Electoral y que la omisión de publicar los resultados desagregados por mesa de votación constituye una grave violación de los principios electorales.
A pesar de esto, reconoció que los venezolanos salieron a las calles de forma pacífica y en gran número el día de las elecciones. Aunque hubo informes sobre restricciones al acceso a centros de votación para observadores nacionales y testigos de partidos de oposición, así como posibles presiones sobre los votantes e incidentes de tensión o violencia.
El registro de partidos y candidatos tampoco cumplió con los estándares internacionales, de acuerdo con el Centro Carter.
La votación se desarrolló de manera generalmente civilizada, según el Centro Carter.
Las autoridades intentaron con frecuencia restringir las actividades de campaña de la oposición, incluyendo el acoso e intimidación a personas que apoyaban la campaña opositora.
El análisis del Centro Carter también señala que el candidato en el cargo tuvo una cobertura abrumadoramente positiva en medios, a diferencia del candidato opositor.
Por El Nacional