Donald Trump, expresidente de EE.UU. y candidato republicano, enfrenta múltiples casos penales mientras persigue un segundo mandato presidencial. Si gana las elecciones, podría obtener inmunidad; de lo contrario, enfrenta un complejo escenario judicial.
Trump ha sido imputado en varios casos. En Nueva York, fue hallado culpable de falsificación de registros para ocultar un pago a la actriz Stormy Daniels. Podría enfrentar hasta cuatro años de prisión, pero se prevé una sentencia más leve.
En otro caso, se le acusa de intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020 e instigar el asalto al Capitolio. Enfrenta cargos que podrían sumar 55 años de cárcel. Sin embargo, su inmunidad parcial limita potenciales condenas.
En Georgia, Trump y colaboradores presuntamente presionaron para alterar resultados electorales. La fiscal Fani Willis lo acusa bajo la ley RICO, con riesgos de hasta 20 años de cárcel. El caso está paralizado por recursos de apelación.
En Florida, Trump habría trasladado documentos clasificados a Mar-a-Lago. El caso fue desestimado por la jueza Aileen Cannon, pero está en proceso de apelación.
El futuro de estos casos dependerá de decisiones judiciales y el resultado electoral.
Nueva York (EFE).- El expresidente estadounidense (2017-2021) y candidato republicano, Donald Trump, afronta las elecciones presidenciales de Estados Unidos con la Justicia pisándole los talones: si gana, consigue un segundo mandato; si no, le espera un embrollo judicial con varios casos penales por resolver y con riesgo de cárcel.
Por EFE
Trump se ha declarado inocente en los cuatro casos penales, en los que su estrategia se ha basado en dilatar al máximo los procedimientos y ha salido beneficiado del dictamen del Tribunal Supremo de EE.UU. de julio pasado, que le otorga inmunidad presidencial parcial.
¿Cuáles son los casos penales de Trump y en qué situación se encuentran?
Este caso, el único que se ha completado, es histórico: supuso la primera vez que imputan a un expresidente por un delito penal.
Según la Fiscalía de Manhattan, Trump participó en la falsificación de registros comerciales para encubrir un pago a la actriz porno Stormy Daniels, con quien supuestamente tuvo una aventura en el pasado, para evitar que le perjudicara en la campaña.
En mayo, un jurado de Nueva York declaró a Trump culpable de todos los cargos, un total de 34.
El juez del Tribunal Supremo de Nueva York que preside el caso, Juan Merchan, ha retrasado la sentencia hasta el 26 de noviembre tras varias mociones de la defensa, que alegaba interferencia electoral.
Trump afronta hasta cuatro años de prisión, pero los expertos apuntan que lo más seguro es que Merchan opte por una sentencia más corta que no le obligue a pisar la cárcel, la libertad condicional con visitas periódicas a una corte.
Según la acusación federal, Trump intentó revertir los resultados de las elecciones de 2020, en las que perdió frente a Joe Biden, e instigó el asalto al Capitolio por parte de una turba de simpatizantes para evitar que se certificara la victoria de su rival.
Trump está imputado por 4 cargos: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración contra el derecho al voto, que podrían acarrear una pena máxima que sumaría 55 años de cárcel.
Tras la decisión del Supremo sobre la inmunidad parcial de Trump por los delitos que pudo haber cometido mientras ostentaba el cargo de presidente, el 27 de agosto se presentó una nueva acta de acusación que mantiene los cuatro cargos pero rebaja su contenido y las penas que acarrearía.
La jueza Tanya Chutkan no ha fijado una fecha para el juicio.
Según las acusaciones, Trump y 18 colaboradores presionaron a funcionarios del Gobierno de Georgia para que alteraran los resultados de los escrutinios en las elecciones que el entonces mandatario perdió por poco menos de 12.000 votos.
El caso se enredó cuando uno de los aliados de Trump imputados destapó una relación sentimental entre el fiscal especial Nathan Wade y su jefa, la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis; el juez dictaminó que uno de los dos debía apartarse y Wade dimitió.
La fiscal Willis ha usado contra Trump una ley especial contra el crimen organizado, llamada RICO por sus siglas en inglés, y que se usó en el pasado para condenar a jefes mafiosos como John Gotti.
La acusación original tenía 13 cargos contra Trump y ese número se ha reducido a 8 tras varias desestimaciones del juez, aunque se mantiene el delito de crimen organizado, que amalgama el caso y que está penado con hasta 20 años de cárcel.
El caso está estancado, puesto que Trump y otros aliados han apelado la permanencia de Willis y hasta que ese recurso no se resuelva -algo que se espera a mitad de marzo de 2025- el juez Scott McAfee no puede tomar decisiones.
Según la acusación federal, tras dejar el poder en 2021 Trump ordenó trasladar desde la Casa Blanca a su mansión en Mar-a-Lago (Florida) decenas de cajas con recortes de periódicos, cartas, fotos y también cientos de documentos clasificados, incluida información sobre secretos nucleares y planes de ataque a otros países.
Esos documentos, presuntamente, no fueron almacenados de manera segura, sino que acabaron en diferentes rincones de la mansión de Trump, como un dormitorio, un salón de baile y un baño.
El caso fue desestimado el 15 de julio por la jueza federal Aileen Cannon, quien argumentó que el nombramiento del fiscal especial Jack Smith fue inconstitucional, pero Smith solicitó el 26 agosto a un tribunal de apelaciones que el proceso sea restaurado.
En total, Trump afrontaba 40 cargos relacionados con la retención no autorizada de secretos de seguridad nacional y la obstrucción a la Justicia para recuperarlos.
El futuro del caso, además, es incierto por la decisión del Supremo sobre inmunidad presidencial.