Evo Morales denuncia militarización en Bolivia: ¿Golpe de Estado en marcha?

El expresidente de Bolivia Evo Morales criticó la decisión del Gobierno de Luis Arce de colocar militares en estaciones de servicio para controlar la venta de combustibles, calificándolo como el inicio de la militarización del país. Morales también mencionó que esta medida no es competencia de las Fuerzas Armadas. En medio de protestas por la falta de dólares y combustibles, el Gobierno dialoga con transportistas y comerciantes, mientras se insinúa la posibilidad de un golpe de Estado, hecho que Morales y la Embajada de EE. UU. han negado.El expresidente Evo Morales advierte que la presencia militar en estaciones de servicio es el inicio de la militarización en Bolivia. Se han registrado protestas por la falta de dólares, combustibles y el aumento de precios de alimentos. El Gobierno dialoga con sectores en conflicto mientras señala la especulación como origen de los problemas económicos. Las autoridades acusan a la Embajada de EE. UU. y a opositores de orquestar un golpe de Estado, afirmaciones que han sido rechazadas por los implicados. La tensión política se intensifica en el país andino.

La Paz (EFE).- El expresidente de Bolivia Evo Morales, entre 2006 y 2019, afirmó este domingo que la decisión del Gobierno de Luis Arce de poner a militares a controlar la venta de combustibles en estaciones de servicio para evitar su desvío al contrabando es el “inicio de la militarización” del país.

Por EFE

“Lo que dijo Lucho (Arce) que vamos a controlar las estaciones de servicio con militares es el inicio de la militarización de Bolivia, que sepa el pueblo boliviano”, dijo Morales en su programa del domingo en la radio Kawsachun Coca.

A su juicio, uno o dos soldados en las gasolineras no tienen posibilidades de hacer un control real de la venta de combustibles y “sólo van a mirar”.

“No se puede entender, ya empieza un proceso de la militarización”, insistió el también líder del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) y sostuvo que “no es misión de las Fuerzas Armadas estar en las estaciones de servicio”.

También aseguró tener información de que hay una orden para que las Fuerzas Armadas estén “en posición de apronte frente a las movilizaciones” dadas a conocer desde este lunes por sectores que protestan por la falta de dólares y combustibles, y por el aumento en el precio de algunos alimentos.

Morales está alejado de Arce desde fines de 2021 y, entre otras críticas, lo ha cuestionado por el manejo de la economía.

Los militares controlan desde el miércoles algunas estaciones de venta de combustibles en pos de frenar el desvío de diésel y gasolina para el contrabando.

En las últimas semanas hubo protestas de sectores como los transportistas y comerciantes por la falta de dólares, las filas en las distribuidoras de combustibles y el aumento de precios de algunos alimentos.

Un grupo de comerciantes inició el martes una marcha de unos 98 kilómetros desde el Altiplano hacia la ciudad de La Paz para que el Ejecutivo garantice la circulación de divisas y la provisión de combustibles y tome acciones contra la subida del valor de los alimentos.

Con las mismas exigencias, los chóferes del transporte nacional e internacional, que ya cumplieron bloqueos de carreteras de 24 y 48 horas, amenazan con cerrar las rutas desde este lunes.

El Gobierno dialoga con los transportistas para que no sigan con su protesta, mientras que se prevé que la marcha de comerciantes llegue el lunes a las calles de La Paz.

El presidente Arce señaló hace unos días que estos problemas en la economía de Bolivia son fruto de la “especulación” y los “intereses políticos personales”, sin decir de quiénes.

Algunos ministros han asegurado que las protestas son el inicio de un “golpe de Estado” contra el Ejecutivo y culparon de esto a la Embajada de Estados Unidos, la oposición y los bloques del oficialismo afines a Morales.

La Embajada estadounidense rechazó “rotundamente” esta acusación, mientras que Morales negó este domingo tener una alianza con el expresidente Carlos Mesa, entre 2003 y 2005, el gobernador suspendido de la región de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y otros opositores, como asegura el Gobierno.