Como un “fracaso rotundo” calificó Gustavo Petro, la política antidrogas a la que se sumó el país hace varias décadas.
Por Infobae
“La paz es posible si se cambia por ejemplo, la política contra las drogas, vista como una guerra, llamada la guerra contra las drogas, con una política fuerte contra el consumo en las sociedades desarrolladas”, manifestó el mandatario en pasado 7 de agosto.
Según proclamó, para combatir la guerra contra las drogas se debe crear una nueva convención internacional que acepte el fracaso de la lucha. “En una nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado rotundamente, que ha dejado a un millón de latinoamericanos asesinados, la mayoría asesinados durante estos últimos cuarenta años y que deja 70 mil norteamericanos muertos por sobredosis cada año por drogas que ninguna se produce en América Latina”, declaró Gustavo Petro.
Este discurso puso en alerta a algunos expertos como Francisco Santos exvicepresidente de la República del Gobierno Uribe, quien junto al periodista Humberto Vacaflor Ganam, famoso por pertenecer durante 26 años a la radio de Bolivia y ser cronista de los movimientos del Che-Guevara, vieron el discurso de Petro como uno relacionado con las políticas de Evo Morales y de Rafael Correa.
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¿Cree que la guerra contra las drogas ha fracasado?
“La política contra las drogas no ha fracasado. Ha sido un método de contención y un método de reducción dramática del daño que causa en todo sentido. Obviamente los recursos que tienen los narcotraficantes siempre han sido superiores de los recursos con los que se han combatido y, creo que desafortunadamente en Colombia el gran cambio fue durante la administración Santos, cuando se logró llegar a cerca de 40 mil hectáreas de coca. Pero él desmontó toda la lucha contra la coca y llegaron a tener una subida hasta casi 205 mil hectáreas en apenas tres años” confirmó Francisco Santos a Infobae Colombia.
“Parte del acuerdo de paz del presidente Santos era desmontar la política de drogas y eso fue lo que hicieron, y todo lo que se hizo entre el año 2002 y 2013, que es cuando se logró la dramática reducción de casi 180 mil hectáreas en 40 mil hectáreas, pues se perdió en tres años. No es que haya fracasado, sino que se necesita muchísima más persistencia y nunca bajar la guardia”
Algunos analistas dan por hecho que habrá un cambio radical en la política antidrogas en Colombia, ¿usted cree que sea posible?
Algunos analistas dan por hecho que habrá un cambio radical, ¡seguro! que va habrá un cambio radical. ¿Pero cuál? no sabemos todavía. Van a tratar de cambiar por cultivos legales, cultivos ilegales de gran rentabilidad, ahí se van a estrellar contra el mundo. Lo que sí es cierto es que lo que intenten no lo van a poder lograr, sobre todo, lo que tiene que ver con la coca y lo que vamos a ver es un momento dramático de los cultivos
Hay temor de que pase en Colombia lo mismo que sucedió en Bolivia con Evo y en Ecuador con Correa, que hablaron del fracaso de la lucha antidrogas y luego expulsaron de sus países a la DEA y demás agencias y subió el cultivo de coca.
Yo creo que va a pasar lo mismo que pasó en Bolivia con Evo y en Ecuador con Correa. No me sorprendería sí la DEA pasa a ser una entidad que tenga cero interlocución con el Estado, que es casi como expulsarla, no creo que la expulsen aquí en Colombia por la relación tan importante que hay con Estados Unidos en ese sentido y la historia que tenemos. Pero que no les pongan atención y minimicen el trabajo, eso pues es lo que va a generar mucho más cultivo de coca, mucho más permeabilidad de los dineros de la coca en la política y mucho mayor poder de los narcotraficantes
¿Considera usted que se puede combatir el tráfico de drogas de otra manera que no sea la lucha frontal a la producción, tráfico y consumo?
No. Que hay otros mecanismos, sí, y que son necesarios, también, pero se necesita la lucha frontal contra la producción, contra el tráfico y contra el consumo. Contra producciones, represión; pero también desarrollo agrícola alternativo(…) nosotros en el gobierno del presidente Uribe con familias guardabosques logramos que cerca de 100 mil familias que estaban cultivando coca se dedicaran a proteger el bosque. Ese programa lo desmontó Juan Manuel Santos. Entonces, contra la producción si hay muchísimas alternativas. Contra el tráfico, inteligencia; represión; persecución de carteles; justicia, que es asunto fundamental. Y contra el consumo, creo que el tema más importante contra el consumo es la educación y desafortunadamente, es algo en lo que nuestros países no se han destacado.
En contraparte el periodista Humberto Vacaflor Ganam abordó, desde su punto de vista, las inquietudes sobre las declaraciones de Gustavo Petro frente la lucha contra las drogas.
“La guerra contra las drogas del desde el principio fue un fracaso, lo dijo Antonio Escohotado, un filósofo español que recordaba en 1914 la ley Harrison de Estados Unidos, que propuso prohibir las sales de cocaína y el opio. En 1971 eso se convirtió en una convención de las Naciones Unidas. Pues bien, esa guerra estaba destinada al fracaso pero podría tener un desenlace rápido y feliz con la legalización de las drogas o la suspensión de las restricciones, lo decía ya Escohotado”.
Según el crítico político, “Suspender la prohibición equivaldría a una bomba atómica que acabaría con un frente político que ha surgido en el mundo entero, que ha conformado un eje internacional, en el que participan Rusia, China, Irán, Siria, Cuba, Venezuela y Nicaragua. Entonces, ese frente internacional quedaría destruido, si se suspendieron la prohibición de las drogas, por el momento el frente pro-drogas está avanzando en la conquista de algunos gobiernos de la región como Bolivia, Perú, Colombia y Argentina.
“En el caso de Bolivia, la propuesta de Evo Morales de reemplazar la erradicación por causa de la coca por una erradicación voluntaria, terminó siendo una falsedad, una mentira desde que él propuso eso, e impuso a través de su gobierno de 2006 que se multiplicaran por tres las plantaciones de coca en Bolivia”, narró el periodista.
Eso quiere decir, que la erradicación voluntaria es nada más que una mentira que cubre todo un plano destinado a ampliar el área de cultivo de coca en Bolivia y convertir a este país, según mi criterio, en el Afganistán de Sudamérica.
Es la primera vez en la historia moderna que una actividad ilegal se vuelve un motivo ideológico que se propone enfrentar a una corriente internacional rival. Esta ideología que en realidad no tiene nombre, porque no es marxista ni es comunista ni socialista, es sencillamente prodroga.
Se está enfrentando a la democracias occidentales y en ese sentido Colombia parece entrar en esta alianza de este eje del mal o el eje de las drogas, porque ocurre que no hay soluciones a la política o a la economía, solo dice que hay que avanzar en la conquista de nuevos territorios para la droga, es todo lo que quieren, por eso desde mí criterio, una legalización eventual del consumo de la drogas sería como una bomba atómica que acabaría con esas mafias, con esos partidos políticos que se han enrolado en esa lucha.
La DEA fue una creación política establecida en el gobierno del expresidente estadounidense Richard Nixon (1973) para combatir el delito del tráfico de droga y, durante sus cuatro decenios al servicio de Departamento de Justicia de los Estados Unidos, ha tenido varios tropiezos y escándalos dejando ver a una institución mundialmente conocida, debilitada en su objetivo principal.
La DEA ha sido azotada por innumerables escándalos, y en Colombia tuvo uno de los más grandes al comprobarse que agentes de esta entidad “celebraron fiestas con prostitutas pagadas por los narcos que debían combatir”, además de recibir dinero, costosos regalos y armas.