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Política

La Estrategia Secreta del Chavismo para el 28 de Julio

El chavismo promovió más el simulacro del referendo sobre el Esequibo del 3 de diciembre que el ensayo para la elección presidencial del 28 de julio. Se estima una participación de entre 67% y 70% para esa fecha, destacando el movilizado respaldo a la coalición de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.

El régimen de Nicolás Maduro usará todas las estrategias posibles para movilizar votantes, incluyendo puntos rojos y coacción a través de listas y amenazas de suspender programas sociales. El simulacro electoral registró un tiempo promedio de votación de 38 segundos y un notable interés entre los sectores de la oposición.

Jesús Castellanos subraya que obligar a los votantes a tomar fotos del voto viola la ley. La oposición debe recalcar que el voto es secreto y libre de coacción. Castellanos también señaló un aumento en el control social y el uso del aparato estatal para presionar a los votantes, destacando la participación de la Fuerza Armada y los milicianos.

Luis Peche Arteaga, fundador de la consultora Sala 58, insistió en la necesidad de una red fuerte de testigos electorales para proteger los votos. La oposición ya tiene el 98% de los testigos necesarios. No obstante, se debe vigilar la capacidad de movilización del chavismo.

El 28 de julio traerá una movilización significativa tanto del oficialismo como de la oposición, con un papel crucial de los testigos electorales, la formación de los miembros de mesa y la actuación institucional de otros actores. La participación en estas elecciones determinará el poder en Venezuela, con el oficialismo dispuesto a emplear todos sus recursos para asegurarse la victoria.El interés en participar ha aumentado entre la población, reflejado en estudios de opinión.

Indicó que, comunicacionalmente, el chavismo promovió más el simulacro del referendo sobre el Esequibo (3 de diciembre del año pasado) que el ensayo correspondiente a la elección presidencial del 28 de julio.

Estima, según esos datos, que la participación en el evento del 28 de julio sería de entre 67% y 70%. «Más allá de eso, estamos viendo en este momento un electorado movilizado, sobre todo en torno a la coalición que lideran Edmundo González Urrutia y María Corina Machado».

Peche afirmó que el régimen de Nicolás Maduro apelará a todo lo que pueda en cuanto a movilizar utilizando esa estrategia.

El Consejo Nacional Electoral calificó el lunes de abrumadora la participación en el simulacro electoral y afirmó que el promedio de tiempo de votación calculado fue de 38 segundos.

El régimen de Nicolás Maduro aplicó el domingo la coacción mediante la instalación de puntos rojos, listas y amenazas de suspender los programas sociales durante el simulacro electoral y para las presidenciales lo reforzará. Este evento registró un aumento significativo en la participación de los ciudadanos, especialmente entre los sectores de la oposición que mostraron un renovado interés en votar en el proceso del 28 de julio.

Otra observación que hizo Castellanos, y que está expresamente prohibido en el marco normativo electoral venezolano, es que al elector se le obliga a tomar fotos al comprobante para demostrar que eligió la opción del candidato oficialista.

«Eso se tiene que evitar porque, de paso, es contrario a ley. La ley lo que contempla son casos excepcionales para acompañar a personas discapacitadas o de la tercera edad, pero solo en esos casos es cuando se aplica la posibilidad de acompañamiento, no en otro. Y los miembros de mesa y los testigos tienen que hacer valer ese principio porque ese es uno de los elementos fundamentales de lo que significa el voto secreto. La posibilidad de que el elector pueda expresar su posibilidad sin ningún tipo de coacción o coerción», expresó.

El fundador de Sala 58 cree que hay mayor interés por parte de la población con relación a la participación en las presidenciales.

«También podría sumar un interés por una parte de la población que quizá no estaba interesada en los últimos procesos electorales —de 2018, 2020 y 2021— y que quiere saber cómo funciona la máquina, cómo es el proceso de votación. Junto con esta movilización oficialista, también hay un despertar y un interés por el tema electoral de los ciudadanos en Venezuela», añadió.

@Luisdejesus_

«Pese a ello, efectivamente observamos por diferentes vías cómo los mecanismos de control social esta vez se activaron mucho más fuertes; el tema de la maquinaria del PSUV se hizo visible mucho más nítida, no solo con el tema de los puntos rojo, los listados, del control social en general, sino el papel de la Fuerza Armada y los milicianos, e inclusive el atropello contra los medios de comunicación», manifiesta.

«La oposición tiene la labor de recordar que el voto es secreto y que lo que pueden saber las personas que están en los puntos rojos y encargadas de la logística y movilización de un partido político es que la persona fue a votar; pero cuando la persona está frente a la máquina de votación, la decisión es enteramente suya. Creo que es una labor que tiene la oposición para recalcar este mes», sugirió.

El politólogo Jesús Castellanos, quien trabajó 24 años en el Poder Electoral, destacó en que se observó por diferentes vías cómo los mecanismos de control social esta vez se activaron mucho más fuertes y que la maquinaria del Partido Socialista Unido de Venezuela y su necesidad de mayor organización se hizo visible.

Por lo tanto, afirmó Castellanos, no hay duda de que el 28 de julio se planteará con más fuerza el aparataje del oficialismo, incluyendo el ventajismo institucional.

Por El Nacional

El politólogo Luis Peche Arteaga, fundador de la consultora Sala 58, dijo: «Todo voto coaccionado representa un delito electoral, sabemos (que no ocurre) solamente en Venezuela. La verdad es que en muchos Estados es utilizado el aparato estatal para presionar a los electores y movilizar las estructuras cercanas a los partidos de gobierno».

A Jesús Castellanos comentó le llamó la atención que autoridades como Nicolás Maduro, Elvis Amoroso y Jorge Rodríguez plantearon cifras de participación después del simulacro del 3 de diciembre. Sin embargo, sobre este proceso, destacó que horas después no había información en términos de asistencia ciudadana.

«Los analistas político-electorales, pero también los que conocemos la realidad del régimen en Venezuela, sabemos que efectivamente son muchos los elementos que se utilizan para efecto de la movilización de electores, a veces inclusive en contra de su propia voluntad. No tengo duda de que el control social será mucho más fuerte, no solo con el tema de los puntos rojos, sino con las amenazas, con el acarreo de electores, no tengo la menor duda sobre eso», dijo.

«Por supuesto que a eso también se le tiene que sumar el temor, no solo de lo que significa el arraigo y la movilización de María Corina Machado y Edmundo González, sino la propia desmovilización en la precampaña electoral, tanto del propio Nicolás Maduro como la de Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello. Entonces, ¿es una elección fundamental? Sí, por eso tenían que activarla con más fuerza, pero también hay una amenaza real por la movilización del sector opositor democrático y por la desmovilización del propio sector chavista-madurista», añadió.

Luis Peche insistió en que la oposición debe tener una gran red de testigos electorales en todo el país. Recordó que María Corina Machado anunció que la oposición democrática ya tiene 98% de los testigos para cuidar los votos el 28 de julio. «Es una increíble noticia para la oposición, creo que demuestra esa curva de aprendizaje que ha crecido por parte de los actores políticos y ese acompañamiento de la ciudadanía para poder expresarse con menos miedo».

Sin embargo, agregó, se debe evaluar cuál es la capacidad de movilización del chavismo.

«La oposición democrática tiene que verificar todos los mecanismos de coacción para que no ocurran o para que se produzcan al mínimo. Por supuesto, se van a escapar las posibilidades en algunos casos, pero ante una presencia activa de testigos electorales y una buena formación de los miembros de mesa —y ojalá una actuación institucional de otros actores como de la Fuerza Armada—, pudiéramos pensar que el proceso tendrá menos irregularidades».

«El tema de la participación no había sido tan visible, decir cuántos participaron, eso me llama la atención, pero obviamente hubo una movilización importante, ¿a quién respondió esa movilización? Al Partido Socialista Unido de Venezuela, pero por todos esos mecanismos. También hay una parte explicativa de eso en los mecanismos de control social, documentados de muchas formas en redes sociales; llamados de autoridades públicas para que las personas fueran a participar, jefes de calle, gobernadores, alcaldes. El aparato del Estado, en procura de esa movilización, es importante».

Esta estrategia, afirmó Castellanos, ya la ha utilizado el gobierno en procesos pasados. «Es decir, que haciéndose valer de diferentes condiciones, acompañan al elector hasta el momento que emita su voto».

En opinión del politólogo, es importante que la oposición se enfoque en la formación de los miembros de mesa y de los testigos porque uno de los mecanismos que pudiera usar el oficialismo está relacionado con la asistencia ilegal de los votantes para ejercer el sufragio.

Castellanos insiste en que lo más probable es que haya alta incidencia de mecanismos de coacción y coerción al elector al momento de su expresión el 28 de julio.

Castellanos explica que la presidencial es la elección más importante en Venezuela porque además determina quién tiene el poder. Obviamente, señala, el oficialismo apostará todos sus recursos, los propios y los del Estado, para generar una estructura sólida que esté presente de forma efectiva el 28 de julio.

«Es un momento en el cual hay tantos costos — como represión y amenazas— para participar públicamente. La gente siente que el voto es un mecanismo a través del cual puede expresarse. Ha crecido esa intención a participar, todos los estudios de opinión lo reflejan», aseguró.

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