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Economía

México y Argentina lideran propuesta de impuesto a ultrarricos

Los ministros de Finanzas del G20 concluyeron su reunión en Río de Janeiro con la aprobación de tres documentos que destacan las propuestas de Brasil para crear un impuesto a los ultrarricos y una Alianza Global de Combate a la Pobreza y el Hambre.

Fernando Haddad, ministro brasileño de Hacienda, calificó las menciones a estas propuestas como “victorias importantes”. Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el G20 no había emitido comunicados conjuntos, pero en esta ocasión se logró un consenso.

El comunicado final incluyó preocupaciones sobre la pobreza, el hambre, las desigualdades y la crisis climática, así como la reforma de los bancos multilaterales de desarrollo. Además, se aprobó un comunicado sobre cooperación tributaria, incluida la propuesta brasileña de un impuesto universal sobre la riqueza de los ultrarricos.

Según un estudio encargado por Brasil, un impuesto del 2% sobre la riqueza de los multimillonarios podría recaudar entre 200,000 y 250,000 millones de dólares anuales. La creación de una Alianza Global contra la Pobreza también recibió apoyo técnico y financiero.

Finalmente, Brasil y Estados Unidos firmaron un acuerdo de cooperación para combatir los cambios climáticos, incluyendo incentivos a la cadena de suministro de energías renovables y medidas para facilitar el acceso a fondos climáticos multilaterales.

Río de Janeiro (EFE).- Los ministros de Finanzas del G20 concluyeron este viernes su reunión en Río de Janeiro con la aprobación de tres documentos en los que destacaron las propuestas brasileñas para que se cree un impuesto a los ultrarricos y se conforme una Alianza Global de Combate a la Pobreza y el Hambre.

Por EFE

Los dos asuntos prioritarios para Brasil, que ejerce este año la presidencia temporal del foro que reúne a las mayores economías del mundo, fueron citados en diferentes apartes de dos de los documentos, afirmó el ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, en la rueda de prensa que concedió al final de la cita.

El ministro calificó estas menciones como “victorias importantes” ya que desde hacía dos años y medio, con el comienzo de la guerra en Ucrania a inicios de 2022, los ministros de Finanzas del G20 no emitían ninguna declaración consensuada ni comunicado conjunto.

En Río, en cambio, fue aprobado el comunicado final de la reunión ministerial, en el que quedaron plasmadas las diferentes preocupaciones de los miembros del foro, y una declaración sobre cooperación en materia de tributación, que incluyó la propuesta brasileña para que se cree un impuesto universal sobre la riqueza de los ultrarricos.

La aprobación de los documentos solo fue posible gracia a que Brasil, como presidente temporal del foro, publicó un tercer comunicado en que especificó las divergencias de los miembros del grupo en asuntos geopolíticos, especialmente en torno a las guerras en Ucrania y Gaza.

En cuanto al endoso del G20 al impuesto a los ultrarricos, Haddad afirmó que se trata de algo histórico y de una “victoria moral” de Brasil.

“El solo hecho de que esta propuesta conste en la declaración es algo que pocos imaginaban posible. Hoy consta en un documento oficial de las veinte naciones más ricas del mundo. Del punto de vista moral es importante que estas naciones reconozcan que tenemos un problema cuando los pobres pagan más impuestos que los ricos”, dijo.

Según un estudio encomendado por Brasil, si los cerca de 3.300 multimillonarios del mundo pagaran el equivalente al 2 % de sus riquezas en impuestos sería posible recaudar anualmente entre 200.000 y 250.000 millones de dólares para financiar proyectos de combate a la pobreza, el hambre y los cambios climáticos.

“Tras ser incluida en una declaración del G20, el asunto deja de ser de interés de Brasil y pasa a ser de todo el grupo. Conversaremos con la próxima presidencia del foro para que mantenga en compromiso en la pauta”, dijo.

Haddad afirmó igualmente que Brasil inició paralelamente conversaciones con un grupo de trabajo de la ONU sobre tributación justa y con los miembros de la OCDE sobre posibles formas de implementación del impuesto.

El comunicado ministerial, que también incluye menciones al impuesto, destaca principalmente la preocupación del G20 con el combate a la pobreza, el hambre, las desigualdades, el endeudamiento de los países más pobres y la crisis climática, así como su interés en reformar los bancos multilaterales de desarrollo.

En cuanto a la Alianza Global contra la Pobreza, iniciativa lanzada el miércoles por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en otra reunión ministerial del G20, el foro manifestó la necesidad de ofrecerle apoyo técnico y financiero.

La reforma de los bancos multilaterales fue respaldada con una guía también propuesta por Brasil y que incluye formas en que se puede aumentar la eficacia de estas entidades, ampliar su capacidad financiera y facilitar el acceso a crédito a los países que más lo necesitan.

“En la última sesión de la reunión, que trataba de los bancos, quedó claro que el endeudamiento de los países de baja renta no nos deja de preocupar. Hay una queja generalizada, principalmente de los países africanos y de algunos latinoamericanos como Argentina, que están sufriendo con un flujo de capitales negativo”, dijo.

Esa preocupación obedece, según Haddad, a que los créditos continúan caros por las elevadas tasas de interés en este momento en el mundo y a la falta de facilidades para acceder a créditos.

Los países del G20 se comprometieron a cooperar para evitar que los ultra ricos evadan sus obligaciones fiscales en el documento aprobado este viernes por los ministros de Finanzas del foro y que cita la propuesta de Brasil para que se cree un impuesto universal sobre la riqueza de estas personas.

“Con pleno respeto a la soberanía fiscal, buscaremos cooperar para garantizar que las personas con un patrimonio neto ultraalto paguen impuestos de manera efectiva”, asegura la declaración aprobada por los ministros de las veinte mayores economías del mundo.

La llamada “Declaración Ministerial del G20 sobre Cooperación Tributaria Internacional”, considerada como histórica por Brasil, destaca la necesidad de combatir la evasión fiscal de los más ricos y menciona los estudios encomendados por el foro sobre la adopción de un impuesto universal sobre la riqueza de los multimillonarios.

Sobre esta propuesta, los ministros dijeron que “esperamos continuar discutiendo estos temas en el G20 y en otros foros relevantes, contando con los aportes técnicos de organizaciones internacionales, académicos y expertos relevantes”.

El ministro de Economía de España, Carlos Cuerpo, que participó en la reunión del G20 como representante de un país invitado, fue aún más lejos y pidió que los esfuerzos continúen con la elaboración de una hoja de ruta para la futura implementación del impuesto.

“Ahora hay que seguir trabajando y hay que poner sobre la mesa una hoja de ruta de los pasos que tenemos que seguir dando para implantarlo”, afirmó Cuerpo, para quien lo primero que se necesita es una base con datos sobre la renta y los activos de riqueza de los individuos considerados ultra ricos a nivel internacional.

Según la declaración ministerial, “es importante que todos los contribuyentes, incluidas las personas con un patrimonio neto ultraalto, contribuyan con su parte justa en impuestos”.

Para el G20, la elusión fiscal agresiva o la evasión fiscal de personas con un patrimonio neto ultraalto pueden socavar la equidad de los sistemas tributarios, lo que amenaza el deseo por la tributación progresiva.

“La movilidad internacional de las personas con un patrimonio neto ultraalto crea desafíos para garantizar niveles adecuados de tributación para este grupo específico, lo que afecta la progresividad tributaria”, agrega el documento.

En ese sentido, el G20 calificó como “histórica” la implementación del intercambio automático de información (AEOI) sobre las cuentas financieras por parte de varios países, ya que dificulta el secreto financiero, la evasión y la elusión de impuestos extraterritoriales.

Según la declaración, la tributación progresiva es una de las herramientas clave para reducir las desigualdades, fortalecer la sostenibilidad fiscal, facilitar la consolidación presupuestaria, promover un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e incluyente y permitir el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Los ministros de Finanzas del G20 señalaron este viernes en Río de Janeiro que las perspectivas para la economía mundial se muestran positivas, pero advirtieron que amenazas como las guerras, la fragmentación económica y los fenómenos climáticos extremos pueden frenar esa recuperación.

“Nos sentimos alentados por la creciente probabilidad de un aterrizaje suave de la economía global, aunque persisten varios desafíos”, asegura el comunicado divulgado al término del encuentro de dos días que tuvieron en esta ciudad brasileña los jefes de las carteras de Finanzas y los presidentes de los bancos centrales de los países miembros del G20.

El foro, además, instó a promover la cooperación internacional como mecanismo para impulsar el crecimiento y acabar con las desigualdades.

“Los desafíos globales persistentes requieren una colaboración multilateral urgente y acciones decisivas”, señalaron en el documento.

El comunicado destaca las perspectivas de alcanzar una desinflación antes de lo previsto y el aumento de la productividad por innovaciones tecnológicas como la inteligencia artificial (IA), “tendencias que podrían contribuir a una estabilización y mejora en la economía mundial.

No obstante, advirtieron sobre la escalada de los conflictos, la persistente inflación, fenómenos climáticos extremos y el endeudamiento público y privado excesivo.

En este punto, las autoridades de las veinte mayores economías del mundo evitaron mencionar con nombre propio la guerra de Ucrania o el conflicto que se vive en la Franja de Gaza, temas que fueron abordados independientemente en otro comunicado divulgado por Brasil, como presidente temporal del foro este año.

En otros asuntos de interés financiero, los ministros y presidentes de los bancos centrales se comprometieron con la regulación y supervisión de criptoactivos para que estas innovaciones tecnológicas se desarrollen de manera segura y con una supervisión adecuada, en línea con las normas internacionales.

Asimismo, con un plan de inclusión financiera que mejore el acceso a servicios financieros para todas las personas, especialmente en las regiones más vulnerables, como una medida para reducir la pobreza y promover el desarrollo económico sostenible.

El G20 está formado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, la India, Indonesia, Italia, Japón, México, el Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía, además de la Unión Europea y la Unión Africana.

El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, y la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, firmaron en Río de Janeiro un acuerdo de cooperación bilateral en el combate a los cambios climáticos.

El acuerdo fue suscrito en un evento paralelo a la reunión de ministros de Finanzas del G20, que concluye este viernes en Río de Janeiro y en que las mayores economías del mundo analizaron, entre otras cosas, estrategias para destrabar la financiación destinada al clima y el medio ambiente.

Los ministros explicaron en una rueda de prensa que el acuerdo entre los dos líderes mundiales en la producción de energía limpia prevé incentivos de ambos países a la cadena de suministro de equipos y tecnologías para energías renovables.

Igualmente prevé la adopción de medidas para facilitar el acceso de los países a los fondos climáticos multilaterales.

Ambos países también se comprometieron a aumentar la integridad y efectividad del mercado de carbono voluntario.El cuarto pilar del acuerdo de cooperación es el desarrollo de soluciones innovadoras para conservar y restaurar los bosques y la biodiversidad.

Brasil y Estados Unidos también se comprometieron a trabajar juntos para atraer la inversión privada a proyectos que permitan diversificar cadenas de producción globales y la implementación en larga escala de tecnologías de producción de energía limpia.

“El reconocimiento de las graves crisis ambiental y climática enfrentadas por todas las naciones es parte de la motivación y de nuestra acción conjunta para enfrentar los cambios climáticos y para endosar las oportunidades que tal enfrentamiento ofrece a transiciones justas y el desarrollo económico”, según el texto del acuerdo.

Haddad aprovechó la rueda de prensa para destacar la voluntad de los dos países de estrechar sus lazos históricos en un área que consideran decisiva y estratégica.

El ministro brasileño dijo que la iniciativa va a estimular “inversiones en una matriz energética más limpia y en una transición justa y sustentable”.

Haddad dijo que lo acordado tiene grandes posibilidades de transformarse en acciones concretas rápidamente.Yellen, por su parte, dijo que ambos países comparten el compromiso con el desarrollo sustentable.

“Con esta asociación queremos trabajar juntos, bilateral y multilateralmente, para responder a los desafíos ambientales más urgentes y fortalecer la economía verde en la región”, afirmó.

Según la secretaria estadounidense, la cooperación en el área generará beneficios no solo a las dos mayores economías de América sino también a todo el continente y a la economía global.

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