Edmundo González Urrutia confronta los retos del chavismo sin expectativa de que ceda el poder. Aun enfrentando insultos, amenazas y fake news, conserva su estilo sereno y embajador. A un mes de las elecciones presidenciales en Venezuela, González Urrutia, un diplomático desconocido hasta hace dos meses, lidera las encuestas con 52% de apoyo según Delphos, frente al 25% de Nicolás Maduro.
El candidato opositor avanza con el respaldo de María Corina Machado, creando un tándem que moviliza multitudes. Firme en su mensaje de tolerancia y paz, González Urrutia denuncia las tácticas del gobierno chavista de inhabilitar candidatos y medios de comunicación. Ante la posibilidad de que también eliminen su candidatura, insiste en la necesidad de unas elecciones justas y transparentes, apoyadas por la comunidad internacional.
González Urrutia subraya la importancia de la observación internacional para garantizar la legitimidad del proceso electoral. Recuerda sus años en Argentina y su vínculo con la comunidad internacional, subrayando la unidad y la esperanza que su candidatura representa para Venezuela. Enfrenta esta coyuntura con la convicción de contribuir a la reconstrucción democrática del país, apoyado por la Plataforma Unitaria y las democracias regionales.
González Urrutia responde a LA NACIÓN con la misma templanza, consciente de que el chavismo no está dispuesto a ceder el poder como cualquier fuerza democrática. En el camino se suceden insultos, amenazas, fake news y detenciones, pero “Edmundo para todo el mundo”, como lo bautizaron los jóvenes en las redes sociales, se mantiene con su estilo embajador, capaz de comerse un perro caliente venezolano “con todo” sin manchar la corbata y de jugar al dominó con esa picardía que define a los caribeños.
Falta algo menos de un mes para las trascendentales elecciones presidenciales de Venezuela, mucho más que unos comicios locales. Y pese a ser un absoluto desconocido hace dos meses, el diplomático Edmundo González Urrutia (La Victoria, 1949) encabeza todas las encuestas independientes. La última, de la prestigiosa Delphos, le otorga un 52% de los apoyos frente al 25% de Nicolás Maduro.
–Absolutamente franca y transparente, y de respeto. Y muy, pero muy cercana.
–Se trató de un hecho intrascendente que se ha tratado de magnificar. Yo simplemente me acerqué, hablé con el oficial que estaba a cargo del comando de la Guardia Nacional y le extendí mi mano en señal de saludo. Y así mismo me fui. Allá no sucedió absolutamente nada.
–La reconstrucción es ardua y complicada, porque abarca a todos los sectores de la vida nacional. El país está institucionalmente golpeado y nosotros lo que queremos es mirar hacia adelante, recomponer la institucionalidad democrática y que todos los venezolanos podamos vivir en paz. Y que sea un gobierno para todos.
–En español hay un dicho popular: ‘A palabras necias, oídos sordos’. Los hechos que han señalado en la propaganda oficial ocurrieron mucho antes de que yo llegara a El Salvador, es algo que se cae por su propio peso.
–Esa es la palabra clave: ha vuelto la esperanza a los venezolanos. En este momento, los venezolanos confían en que podemos ser una suerte de bálsamo en una situación como la que atraviesa el país.
–No, nosotros no hemos mantenido ningún contacto con miembros de las fuerzas armadas.
El candidato unitario de la oposición democrática se ha subido al huracán emocional que recorre el país petrolero, encabezado por María Corina Machado. Parecen un tándem perfecto: la líder opositora convoca a multitudes en un fenómeno pocas veces visto en América Latina mientras el embajador firma acuerdos con fuerzas políticas, se reúne con distintos gremios y responde con serenidad y tolerancia a todos los obstáculos que se ponen en su camino.
–Esa es una de las opciones que está en el ambiente. Nosotros aspiramos por supuesto a que ellos respeten lo que la mayoría de los venezolanos quieren, su voluntad de cambio, un cambio en paz y para todos los venezolanos. Un país donde el adversario político no sea visto como un enemigo. Un mensaje de tolerancia, con el que hemos insistido durante los pocos días que tenemos de campaña. Pero evidentemente un gobierno con el talante de éste y conociendo como saben las encuestas, que indican una cómoda y sólida ventaja para nosotros, bien asentada, uno puede esperar cualquier cosa. Para este régimen no sería nada extraño, así como han inhabilitado a otros dirigentes, así como han prohibido a María Corina Machado inscribirse en las elecciones, como han cerrado medios de comunicación. No sería nada extraño que tomaran esa decisión (en referencia a la eliminación de su candidatura). Ya han judicializado partidos, inhabilita tarjetas electorales… Cada vez más se le ven las costuras antidemocráticas a este gobierno.
“Estamos en un proceso inédito, tan inédito como la selección del candidato opositor, que llegó por circunstancias ajenas a mi voluntad. Nunca en mi vida pensé estar en esta posición”, asegura Edmundo, surgido en una noche de cierre de candidaturas, a la desesperada, cuando el chavismo dejó abierta una rendija que la oposición aprovechó, decidida a poner fin a la tragedia venezolana.
–Esa es una de las opciones que está en el ambiente. Nosotros aspiramos por supuesto a que ellos respeten lo que la mayoría de los venezolanos quieren, su voluntad de cambio, un cambio en paz y para todos los venezolanos. Un país donde el adversario político no sea visto como un enemigo. Un mensaje de tolerancia, con el que hemos insistido durante los pocos días que tenemos de campaña. Pero evidentemente un gobierno con el talante de éste y conociendo como saben las encuestas, que indican una cómoda y sólida ventaja para nosotros, bien asentada, uno puede esperar cualquier cosa. Para este régimen no sería nada extraño, así como han inhabilitado a otros dirigentes, así como han prohibido a María Corina Machado inscribirse en las elecciones, como han cerrado medios de comunicación. No sería nada extraño que tomaran esa decisión (en referencia a la eliminación de su candidatura). Ya han judicializado partidos, inhabilitaron tarjetas electorales… Cada vez más se le ven las costuras antidemocráticas a este gobierno.
Por El Nacional
–La presión de la comunidad internacional, la presión que puedan hacer los demócratas del continente, el Parlamento Europeo… Todos abogan por una solución electoral y pacífica al grave conflicto que hay en Venezuela. Todos conocen el talante de este régimen y todos conocen su comportamiento en el pasado y todos están pendientes de sus maniobras. ¿Por qué se suspendió la invitación a la Unión Europea (UE) para que viniesen sus observadores a las elecciones? Por la sencilla razón de que cuando vinieron a las elecciones regionales de 2021 levantaron un informe larguísimo con graves señalamientos y recomendaciones al Consejo Nacional Electoral (CNE), lo que generó una polémica con el gobierno al punto de que le quitaron la invitación. Para nosotros la mejor observación la harán los venezolanos que van a estar ese día masivamente presentes en los centros electorales, masivamente votando y luego exigiendo que se respete la voluntad popular.
–Aspiramos a que ellos se mantengan en el marco de la Constitución y del artículo 328, que exige el respeto a la integridad territorial y más nada, sin actividad política.
–Esperemos para ver los resultados y ver así quién va a ser el débil.
–Cuando uno toma estas decisiones está expuesto a riesgos y yo asumí esta responsabilidad a costa de todas estas situaciones que pueden presentarse. Confío en que la madurez política, y digo madurez sin ninguna otra connotación, pueda llegar a hacer que los gobernantes tengan la madurez de dejar que el pueblo venezolano se exprese en sana paz. Varios presidentes latinoamericanos ya han hecho saber al propio presidente Maduro sobre la necesidad de que se hagan unas elecciones justas, libres y transparentes, porque se están jugando mucho en estos comicios.
–Los ojos de la comunidad internacional están puestos en Venezuela. Van a ser una suerte de observadores en la distancia de este proceso.
–Lo asumí con entereza, como una contribución personal a la institucionalidad democrática de Venezuela, tan golpeada. Y lo asumí porque fueron las 14 fuerzas políticas que integran la Plataforma Unitaria las que unánimemente adoptaron mi candidatura para la presidencia. Era muy difícil rechazarlo.
Pese al tiempo transcurrido, Argentina sigue estando en su corazón. Por algo fue embajador venezolano en Buenos Aires durante los primeros tiempos de Hugo Chávez. “Viví durante siete años en la Argentina en funciones diplomáticas. Tengo grandes amigos. Es un país muy cercano a Venezuela. En 1982 fue el país más cercano a la Argentina por el respaldo que les ofrecimos en la lucha por la soberanía de las Islas Malvinas”, rememora el ahora candidato, que siente el respaldo de las democracias regionales, como la argentina.