Economía

Venezuela enfrenta inestabilidad y aislamiento internacional tras elecciones

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Tras una breve pausa poselectoral, Venezuela ha reanudado su actividad económica sin grandes alteraciones pese a las protestas y cuestionamientos por el triunfo de Nicolás Maduro y acusaciones de fraude, aunque con incertidumbre y riesgo de mayor aislamiento internacional, según expertos.

En las dos semanas posteriores a los comicios del 28 de julio, el bolívar perdió un 0,06 % de su valor frente al dólar, comparado con el 12,5 % de devaluación tras las presidenciales de 2018, según el Banco Central (BCV). La inflación se desaceleró la primera semana tras las elecciones, cerrando en 0,7 % el mes pasado.

El exministro de Economía Ramón Lobo afirmó que Venezuela ha aprendido a manejar esta coyuntura y mantener estable la tasa de cambio, aunque esta es vulnerable ante la inestabilidad. Lobo espera que el país continúe su recuperación desde 2021, pese a las sanciones estadounidenses.

Ecoanalítica atribuye la estabilidad de precios a la ralentización del consumo y la intervención del BCV con 75 millones de dólares tras los comicios. En julio, el BCV vendió 885 millones de dólares a bancos, la mayor intervención mensual en 19 meses.

Gobiernos extranjeros, incluidos Argentina, Chile y Uruguay, han sido tachados de injerencistas por Venezuela, que exige el retiro de sus diplomáticos. La comunidad internacional y la oposición denuncian represión desde el 29 de julio, con más de 2.220 detenidos, y alertan sobre allanamientos y capturas de dirigentes.

Ecoanalítica advierte que el gobierno mantendrá el poder, vislumbrando un futuro de inestabilidad, aislamiento internacional y baja inversión externa. Por el contrario, Lobo asegura que el país ha aprendido a enfrentar el aislamiento y cuenta con el apoyo de aliados como Rusia y China.

Carlos Seijas Meneses |

Por EFE

Caracas (EFE).- Tras una breve pausa poselectoral, Venezuela ha reanudado su actividad económica sin grandes alteraciones a pesar de la actual coyuntura -marcada por protestas y cuestionamientos por el anunciado triunfo de Nicolás Maduro y acusaciones de fraude-, aunque con incertidumbre con respecto a la economía y el riesgo de un “mayor” aislamiento internacional, según expertos.

En las primeras dos semanas luego de los comicios del 28 de julio, el bolívar -la moneda local- perdió apenas un 0,06 % de su valor frente al dólar, cuyo precio pasó de 36,60 bolívares a 36,66, de acuerdo con el Banco Central (BCV).

Se trata de un porcentaje bajo si, además, se compara con la devaluación de los primeros 14 días tras las presidenciales de 2018, cuando el bolívar cayó un 12,5 % frente a la divisa estadounidense, según cifras del BCV, aunque entonces se usaba como referencia el mercado paralelo, donde se devaluó un 46,26 %.

Entretanto, la inflación en el país -en la que incide el precio del dólar-, que cerró el mes pasado en 0,7 %, como informó el ente emisor, se desaceleró la primera semana después de las elecciones, de acuerdo con cálculos independientes.

El exministro de Economía y diputado oficialista Ramón Lobo dijo a EFE que el país, tras haber vivido otras experiencias de desconocimiento de resultados electorales, protestas y aislamiento internacional, ya sabe “cómo trajinar ese mar escabroso” y enfrentar este tipo de coyuntura.

Gracias a lo aprendido “por experiencia propia”, prosiguió, “se ha mantenido estable” la tasa de cambio, pese a ser -explicó- una de las variables más vulnerables ante cualquier inestabilidad.

El también expresidente del BCV espera que el país supere este episodio electoral y continúe en la senda de recuperación que transita “a partir del tercer trimestre del año 2021”, a pesar del “esquema de las sanciones” estadounidenses, puesto que sin ellas -aseguró- ese proceso “fuese mucho más rápido”.

En contraste, la firma Ecoanalítica explica que la estabilidad de precios se debe a la “ralentización del consumo” tras los comicios, que prevé “se vaya recuperando gradualmente”.

Además, para contener el precio del dólar, el BCV “intervino con 75 millones de dólares en el mercado cambiario” el día posterior a las elecciones, para un total de 885 millones de dólares vendidos a los bancos en julio, la “mayor intervención mensual de los últimos 19 meses”, de acuerdo con Ecoanalítica.

Venezuela ha tachado de “injerencistas” los pronunciamientos de Gobiernos extranjeros que cuestionaron el proceso electoral, entre ellos Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, a los que Caracas exigió el retiro inmediato de sus diplomáticos.

Buena parte de la comunidad internacional también ha condenado “la represión” que la oposición mayoritaria denuncia en su contra, sobre todo, tras los comicios, en los que, según este sector antichavista, ganó su abanderado, Edmundo González Urrutia.

Las autoridades computan más de 2.220 detenidos desde el 29 de julio -la gran mayoría en protestas-, a quienes señalan como “terroristas”, mientras que la oposición alerta de “allanamientos” y capturas de dirigentes políticos.

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Ecoanalítica dice que, con “el Gobierno manteniendo el poder a pesar de los cuestionamientos y una oposición política perseguida, se vislumbra un futuro marcado por la inestabilidad, la exclusión de los mercados internacionales y baja inversión externa para recuperar las principales industrias”.

En este sentido, alerta del riesgo de que Venezuela enfrente un “mayor aislamiento internacional, con la posibilidad de nuevas sanciones y baja inversión extranjera”, y advierte que, de mantenerse “la dinámica política actual, el país se aleja de una recuperación económica sostenida”.

Por el contrario, Lobo aseveró que la nación tiene la capacidad de hacer frente a una situación de aislamiento, lo que también le “tocó aprender” en el pasado -especialmente en 2019, cuando medio centenar de países reconocieron al opositor Juan Guaidó como presidente interino-, aunque espera que ese escenario no se repita.

Además, señaló que la nación cuenta con el apoyo de países aliados, algunos de ellos, como Rusia y China, miembros del grupo de economías emergentes BRICS, a cuya cumbre en octubre -afirmó- el Gobierno fue invitado, por lo que el diputado asegura tener una “perspectiva positiva” para la economía venezolana.

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