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Historias

Desde sus inicios en 2010, Instagram se ha convertido en una de las redes sociales más populares del mundo. A lo largo de los años, la plataforma ha experimentado un

Kevin Systrom y Mike Krieger eran dos veinteañeros que cursaban sus estudios en la prestigiosa Universidad de Stanford en el 2010. En el clima de ebullición de las fraternidades de la casa de estudio no paraban de tener proyectos para triunfar sobre el nuevo mundo que ofrecía Internet. Tuvieron una primera idea que fracasó. Pero sobre eso construyeron otra, una red social para que los usuarios subieran fotos. La llamaron Instagram. Fue una explosión casi inmediata de millones de personas que se conectaban, subían sus imágenes, comentaban y likeaban otras. Tanto fue el éxito que dos años se la vendieron por mil millones de dólares a otro veinteañero, Mark Zuckerberg, que a su vez tenía una red social llamada Facebook.

Por Infobae

Kevin y Mike, ya multimillonarios, siguieron al frente de su criatura hasta el 2018, momento en que abandonaron el barco de Facebook para siempre. Pero como todo caso de éxito tiene un camino plagado de obstáculos hasta llegar a la cima de las redes sociales.

La primera foto

Hace doce años, cuando mil millones de personas aún no estaban enganchadas a Instagram y la red social de fotografías aún era incipiente, Kevin y Mike, subieron la primera imagen a Instagram. No fue un selfi en un bar de moda, ni una postal desde un amanecer en Machu Picchu. La primera foto de la historia de Instagram fue un accidente, una imagen sin pretensiones.

Systrom estaba de viaje en México y mientras trabajaba en otros proyectos se puso a probar la aplicación que tantos desvelos le trajo junto a Mike. La primera imagen fue la de un perro golden retriever en un puesto de tacos de México, en el que también se ve un pie de su novia. Usó un filtro llamado X-PRO2. En el posteo escribió “test”.

“Si hubiera sabido que aquella iba a a ser la primera foto de lo que hoy es Instagram me habría esforzado un poco más”, recordó Systrom en una entrevista en The Daily Telegraph. A pesar de todo, la foto del perro acumula más de 100 mil likes.

La aplicación para móviles cobró vida el 6 de octubre de 2010. En las primeras 24 horas se sumaron unas 30.000 personas. Primero fue solo para usuarios para teléfonos de Apple. Dicen los expertos que la hicieron cientos de análisis a lo largo de los años que la clave está en su sencillez. Una foto y un texto de epígrafe. Herramientas para editar la imagen y darle un toque especial. Comentarios de amigos. Para cuando la compró Facebook, dos años después, 30 millones ya interactuaban en la vidriera de la aplicación.

Kevin era un fanático de la fotografía. Un profesor le recomendó que se llevara una cámara Holga de plástico a un viaje por Italia. Hacía fotos cuadradas entre borrosas y artísticas. Systrom revelaba las imáagenes a mano y aprendió a virar los colores. En su cabeza ya rondaba la idea de los filtros que popularizó Instagram en su primera época.

Desde esa primera foto, el crecimiento de Instagram no se detuvo nunca. Es una de las redes sociales más usadas en la actualidad llena de likes, comentarios e influencers que revolucionó la manera de compartir fotos y videos en línea, pero que, al mismo tiempo, cambió la forma de vender y comprar para las marcas y emprendimientos.

Los antecedentes de Instagram

Systrom se recibió en el año 2006 en Stanford de ingeniero en computación. En aquel tiempo, rechazó una oferta de contratación de Mark Zuckerberg, que lo quería incorporar en los inicios de Facebook. En ese momento decidió viajar a Italia para profundizar su conocimiento de fotografía.

Apenas se graduó en Stanford, Kevin entró a trabajar en Google. Allí ayudó a desarrollar las primeras versiones de Gmail y Calendar. Por su espíritu inquieto, en poco tiempo se unió a Nextstop, otra empresa de Sillicon Valley.

En ese momento se reencontró con Mike, un ingeniero de software brasileño que también había estudiado en Stanford. De sus cabezas primero nació Burbn. En ese momento, abandonaron sus trabajos fijos para apostar a su emprendimiento. Era la época en que cada idea en Sillicon Valley se convertía en una empresa nueva que en poco tiempo valía millones de dólares.

Burbn era una aplicación de geolocalización muy similar a lo que luego fue FourSquare. Este primer proyecto de los amigos de Stanford le permitía a los usuarios registrarse en ubicaciones, hacer planes, colgar fotos y ganar puntos por todo lo publicado. La semilla de lo que sería Instagram ya estaba plantada en las mentes de los dos ingenieros.

Durante aquel viaje a México en el que arrancó todo, Kevin le preguntó a su novia la razón por la cual no colgaba fotos en Burbn y ella le sugirió que debería agregar filtros para mejorar las imágenes. En ese mismo viaje, Systrom, creó el primer filtro, que lo llamo X-Pro II. Instagram ya estaba en marcha y no se detendría más.

Krieger y Systrom sacaron de Burbn todas las funciones anexas, excepto la de compartir fotos, la más usada por los usuarios. Luego, solo faltaba cambiarle el nombre por el que conocemos todos.

¿Por qué se llamó Instagram? Su nombre es la unión de los dos conceptos ejes que ofrece la aplicación: cámara instantánea y telegrama. La plataforma permite subir una foto/video, retocarla con sus propios filtros y escribir un texto corto. Así de simple y así de exitoso fue el comienzo. Antes del bautismo, se había barajado otro nombre que quedó descartado: “Condename”.

Instagram se convierte en gigante

En los dos primeros años de vida, Instagram llegó a tener más de 50 millones de usuarios. Tanto fue el crecimiento que, Zuckerberg, viejo conocido de Kevin y Mike, la compró por mil millones de dólares.

En la actualidad, la red tiene casi mil millones de usuarios alrededor del mundo y fue incorporando novedades como las stories, que permite a los usuarios mirar y publicar videos temporales, y efectos de realidad aumentada. También los reels, para competir con TikTok, que son videos de un máximo de 30 segundos.

Gran parte del éxito de la plataforma se debe a su capacidad de atraer famosos y celebrities. En su top 5 se encuentran Selena Gomez, Cristiano Ronaldo, Ariana Grande, Beyoncé y Kim Kardashian.

La despedida de los fundadores

Luego de trabajar 6 años para Facebook, al mando de Instagram, Kevin y Mike decidieron renunciar. Systrom puso un mensaje en la red social en el que anunciaba que su socio, Krieger, y él abandonaban la empresa. Iba acompañado de una foto de los dos con la plantilla: “Estamos agradecidos por los últimos años y nos preparamos para el próximo capítulo”.

El comunicado trató de minimizar la interna que se había desatado entre los ejecutivos. “Planeamos dejar Instagram para explorar de nuevo nuestra creatividad y curiosidad. Nos sigue emocionado el futuro de Instagram y Facebook en los próximos años, mientras pasamos de ser los líderes a ser dos usuarios dentro de mil millones”.

El diario The Wall Stret Journal se refirió a las razones del portazo de los creadores de Instagram. “Estaban descontentos con la cada vez menos libertad para dirigir la empresa. Además, se quejaban de cambios en la aplicación dirigidos a promover el crecimiento de Facebook a costa de Instagram. Algunas fuentes dicen que a partir de mayo hubo un cambio en la dirección y Systrom dejó de tener acceso directo a Zuckerberg. El control se ha ido haciendo cada vez mayor. Por ejemplo, hace unas semanas la división de marketing de Instagram fue absorbida por Facebook”, escribieron en el medio especializado de Estados Unidos.

Desde su salida de Facebook, Kevin se mostró activo en Instagram. Sube fotos con su pareja, su pequeño hijo bebé y andando en bicicleta por las rutas de San Francisco, una de sus nuevas pasiones. En tanto, Mike subió pocas fotos desde su despedida de la empresa de Zuckerberg. Se lo puede ver como copiloto de un auto de carrera a más de 200 kilómetros por hora o en un show de Billie Eilish. Los dos amigos de Stanford de la buena vida y lo muestran en Instagram como unos 1.000 millones de usuarios alrededor del mundo.

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