El actor de Hollywood que mató a una joven actriz

Corría la década del 20 del siglo XX y en Estados Unidos estaba prohibido consumir alcohol, en lo que se llamó la ley seca. Pese a la norma, en Hollywood se sucedían reuniones sociales y fiestas en la que corrían las bebidas y otras sustancias.

Por Infobae

Fue en esos momentos que la actriz Virginia Rappe fue invitada a una velada del Día del Trabajo organizada por una estrella de cine millonaria en el Hotel St Francis en San Francisco en 1921, no tenía idea de que sería la última fiesta de su vida.

La fiestas fatal

El anfitrión era el reconocido magnate y actor de cine mudo de la época, Roscoe ‘Fatty’ Arbuckle, quien fue acusado de encerrar a Rappe en una habitación del hotel y aplastarla con su enorme cuerpo. La joven murió por el estallido de su vejiga tras pasar cuatro días agonizando en el hospital.

Rappe y Arbuckle tenían un origen similar. Virginia, nacida Rapp en Illinois en 1895, era hija de una corista alcohólica que había fallecido cuando ella tenía 11 años. A los 16 ya había pasado por un par de abortos. Cuando, a los 25 llegó a la última fiesta de su vida ya había sufrido seis intervenciones. Se había trasladado a Hollywood desde San Francisco para trabajar como modelo y actriz, pero, tras una breve carrera publicitaria, seguía en busca de un gran papel para el despegue que aún no llegaba.

Arbuckle también vivió una infancia pobre. Había nacido en Kansas en 1887 pesando 8 kilos y a los 5 ya estaba en 45. El parto dejó secuelas en su madre que jamás superó. Cuando la mujer falleció, su padre lo culpó de su muerte. Primero lo maltrató y luego lo abandonó. A los 20 años, pesaba 120 kilos, pero era extremadamente ágil. “Era un gran bailarín, bailar con él era como flotar en brazos de un enorme dona azucarada”, reveló la actriz Louise Brooks.

“Fatty” era una estrella, descripto por los medios de la época como un “príncipe corpulento y despreocupado”. Fue mentor de Charlie Chaplin, Bob Hope y Buster Keaton. Justo antes de la fiestas fatal del Día del Trabajo, Paramount le pagó 1 millón de dólares (un valor actual de 13 millones) por las próximas 9 películas de la compañía. Una cifra que en ese momento no cobraba ni Charles Chaplin.

Sin embargo, los periodistas que seguían las noticias de Hollywood también sabían que el abuso de sustancias le causaba problemas. Después de una infección bacteriana, que le produjo forúnculos, se volvió adicto a la morfina. Además, cuando bebía su personalidad positiva se desvanecía y rápidamente se volvía enojado, combativo y acosador.

La fiesta fatal había empezado dos días antes por el feriado puente del Día del Trabajo en Estados Unidos. Tras 48 horas de alcohol y drogas, unos gritos desgarradores de la habitación 1219 hicieron parar la música. El médico visitó a Virginia y diagnosticó que su malestar era fruto de la borrachera. La chica fue trasladada a otro sitio para que “le baje el alcohol en sangre”. Así dijo el doctor. Cuatro días después falleció en el Wakefield Sanatorium.

Fin de fiesta para “Fatty”

Arbuckle fue arrestado de inmediato, acusado de agresión sexual y asesinato. Siguieron tres juicios, en los que apareció por un cargo degradado de homicidio involuntario. Finalmente fue absuelto y, en un movimiento poco común, el tribunal le emitió una disculpa.

Según los informes policiales, Arbuckle había organizado una fiesta en el hotel St Francis en San Francisco. En un momento de la noche forzó a Rappe, la encerró en una habitación privada y la penetró con un trozo de hielo. Sin embargo, los periódicos informaron que él insertó una botella de Coca-Cola o champán dentro de ella.

Antes de ese 5 de septiembre de 1921, la joven Virginia era una actriz que vivía con su novio, el director y productor Henry Lehrman. Había estado trabajando como modelo comercial y artística desde los 14 años para mantenerse después de que su madre soltera muriera cuando ella tenía 11.

Uno de los muchos rumores que circularon sobre lo que sucedió entre Rappe y Arbuckle esa fatídica noche en el St Francis Hotel fue que Fatty atrajo a la joven actriz a una habitación separada de la fiesta principal con la promesa de discutir el avance de su carrera.

La testigo que vio todo

Los testigos, sin embargo, contaron una historia muy diferente. Maud Delmont, una amiga de Rappe, estaba en la fiesta esa noche. A pesar de las estrictas leyes de prohibición, el whisky y la ginebra fluían libremente. Ella negó con vehemencia que el alcohol afectara su memoria y testificó en los juicios que siguieron que el magnate del cine obligó a Rappe a entrar en la habitación aislada.

Delmont, además, agregó que escuchó los gritos de Rappe provenientes de la habitación e intentó abrir la puerta, pateándola repetidamente cuando se dio cuenta de que estaba cerrada con llave. “Me enojé y golpeé diez o doce veces con mis tacos tan fuerte como pude”, dijo la mujer, según un informe del Ludington Daily News del 13 de septiembre de 1921.

Treinta minutos más tarde del intento desesperado de Delmont de salvar a su amiga Virginia, Arbuckle salió de la habitación. En ese momento, la mujer llamó al subgerente del hotel preocupada por el bienestar de su amiga.

La escena que encontraron en la habitación del hotel fue espeluznante. Arbuckle estaba en pijama y tenía puesto el sombrero de Virginia. La actriz estaba tirada en la cama, se rasgaba la ropa desesperada y aullaba que se estaba muriendo.

Virginia pasó 4 días internada agonizando en un hospital de San Francisco. En uno de los pocos momentos de lucidez que tuvo logró contarle a un amigo algo de lo que había sucedido. “Fue Arbuckle –susurró la joven actriz desde la cama-. Me lastimó”.

Esas fueron las únicas palabras que pronunció Virginia del calvario que pasó en la habitación con el famoso productor de cine. Enseguida entró en coma profundo y cuatro días después murió.

La autopsia de la víctima

La primera autopsia sobre el cuerpo de la chica dictaminó que murió por el estallido de su vejiga. Los investigadores creen que Arbuckle se acostó sobre ella, la asfixió con su peso y luego la violó con un objeto. Las dos hipótesis que manejaron los investigadores decían que el ataque fue con un pedazo de hielo o una botella de champagne o gaseosa.

Una campaña de desprestigio posterior en los medios instaló la versión de que el desgarro de la vejiga se debió a complicaciones de abortos repetidos de la chica. Esto fue refutado por el análisis del cuerpo la víctima. La actriz falleció aplastada por los 120 kilos de Arbuckle.

Los fans de Arbuckle, que días antes colmaban las salas de cine, empezaron a apedrear sus fotos en las marquesinas. Hollywood le dio la espalda. Todos sus amigos, excepto Buster Keaton, dejaron de hablarle.

Las fotos tomadas de la joven actriz en la morgue muestran grandes moretones que cubren sus brazos, piernas y estómago. Así, la evidencia llevó a la policía a arrestar a Fatty Arbuckle. Fue acusado de asesinato en primer grado y violación, que luego fue degradado a homicidio involuntario, y se le negó la libertad bajo fianza. Siguieron tres juicios, que en repetidas ocasiones no lograron condenarlo.

Cuando el caso fue a juicio por primera vez poco después de su arresto, los medios de comunicación capitalizaron el escándalo y multiplicaron sus ventas.

“La diferencia -aparte de cuestiones insignificantes de raza, culpa e inocencia- es que, por sus “crímenes”, Roscoe no solo fue acosado desde lo más alto de la pirámide de Hollywood hasta lo más bajo, sino que el escándalo por su presunto comportamiento dejó Hollywood mismo a punto de desaparecer, víctima de un público moralmente indignado, rabiosamente fascinado y seguido por la mayoría de los diarios.

Absuelto en tres juicios

Los primeros dos juicios de Arbuckle terminaron con jurados estancados. La defensa de Arbuckle fue rigurosa: afirmó haber encontrado a Rappe en la habitación 1219 sufriendo de ‘histeria’, vomitando y tratando de quitarse la ropa. Los médicos testificaron que sufría de una enfermedad crónica de la vejiga que habría sido agravada por el alcohol, señalando que fue la causa de su muerte.

Los médicos que la examinaron testificaron que no encontraron evidencia de agresión sexual. Los abogados de Arbuckle cuestionaron la confiabilidad de la testigo estrella de la fiscalía, Belmont, quien tenía antecedentes penales por fraude.

Arbuckle tenía un fuerte equipo de seguidores, incluidos sus aprendices Charlie Chaplin y Buster Keaton. En el tercer y último juicio, el jurado solo necesitó cinco minutos para deliberar. Libraron de culpa a Arbuckle del cargo reducido de homicidio involuntario y emitieron una larga declaración disculpándose con el actor. “La absolución no es suficiente para Roscoe Arbuckle”, decía el comunicado.

“Sentimos que se le ha hecho una gran injusticia. Fue varonil durante todo el caso y contó una historia sencilla en el estrado de los testigos, que todos creímos. Lo ocurrido en el hotel fue un asunto desafortunado del que Arbuckle no fue responsable en modo alguno”, agregó la declaración de los jurados, que quedaron obnubilados con “Fatty”.

La cancelación de la estrella

Pese a ser absuelto de culpa en los tres juicios, Arbuckle sufrió el escarnio público. Fue, quizás, una de las primeras víctimas de la cancelación. “Fatty” fue expulsado de la industria. Se divorció dos veces y se casó tres. Su vida personal y profesional estaba en ruinas al final de los siete meses que tardaron en concluir los tres juicios.

La cancelación fue también retroactiva: se destruyeron muchas copias de películas en las que había actuado antes de los juicios. Trató de cambiar su nombre por el seudónimo de Will B. Good para evitar la persecución. Cuando se dio cuenta de que era demasiado exagerado, se hizo pasar por William Goodrich.

Su esposa, la también actriz de cine mudo Minta Durfee, solicitó el divorcio en 1925, citando la causa como deserción, alegando que Arbuckle la había abandonado. Pronto se volvió a casar, y su segunda esposa, Doris Deane, también demandó el divorcio cuatro años. Lo acusó de abandono y abuso.

Se volvió a casar por tercera vez en 1931 con la actriz de cine Addie McPhail.

El día de su muerte, parecía que las cosas habían mejorado para el actor cancelado. Acababa de firmar un contrato con Warner Brothers para protagonizar seis cortometrajes y salió esa noche con sus amigos para celebrarlo.

“Este es el mejor día de mi vida”, dijo. Esa noche, a la edad de 46 años, tuvo un infarto mientras dormía y murió.

El caso Arbuckle fue el precursor del movimiento de mujeres en la historia de Estados Unidos. En ese momento, cientos salieron a las calles para exigirle al actor rindiera cuentas por sus acciones. Se manifestaron, por primera vez, contra la aceptación de la conducta sexual inapropiada de una estrella de Hollywood que se creía intocable.