A partir de enero del 2023 ,el triatlón se convertirá en el primer deporte británico en prohibir a las mujeres transgénero competir en eventos femeninos tanto de élite como amateur. Así lo determinó el director ejecutivo de British Triathlon, Andy Salmon, quien aseguró que, “las ventajas fisiológicas se conservan mediante la supresión de testosterona”.
Por Infobae
Al mismo tiempo, se determinó que la categoría masculina será reemplazada por una categoría “abierta”, destinada no solo a los hombres, sino también a todos los atletas transgénero. Ésta medida llegó para reemplazar a la establecida en 2018, la cual permitía a las mujeres trans competir contra otras no antes de haber suprimido la testosterona de su cuerpo.
“Llegamos a la conclusión de que el triatlón es un deporte afectado por el género y eso significa que los atletas que nacieron hombres tienen una ventaja sobre las atletas que nacieron mujeres y esta ventaja es significativa en natación, ciclismo y carrera”, señaló Salmon al momento de comunicar la decisión.
“La nueva política requerirá dos categorías: una categoría femenina, que estará abierta a atletas que son del sexo femenino al nacer, y una categoría abierta, que estará abierta a todos los atletas, incluidos hombres y atletas transgénero. Para la competencia internacional, solo los atletas que son del sexo femenino al nacer serán elegibles para representar a Gran Bretaña, Inglaterra, Escocia o Gales en la competencia femenina”, determinó el directivo.
Andy Salmon aseguró que ésta es la política correcta para implementar en el deporte británico y se mostró orgulloso de mantener los principios claves de equidad de género: “Hemos tomado un fuerte asesoramiento legal y creemos que nuestra política es legalmente sólida”.
Éste anunció llegó después de la decisión que tomó el organismo rector mundial de natación (FINA), el cual prohíbe a las mujeres trans, que hayan pasado por la pubertad masculina, competir contra otras mujeres en carreras internacionales.
“Este es un tema sobre el que muchos, muchos órganos rectores están discutiendo y considerando qué hacer al respecto”, sentenció Salmon, haciendo alusión al trabajo que están llevando a cabo otras entidades como por ejemplo la Federación Internacional de Piragüismo (ICF), quien también está preparando su veredicto, el cual presentará en una Junta Ejecutiva en noviembre. “Actualmente seguimos las directrices del COI en lo que respecta a los deportes en los que la fuerza física es un factor”, dijo un portavoz de la ICF.
World Athletics, la FIFA y World Netball están revisando sus políticas de inclusión de personas transgénero tras el veredicto de la FINA, el más estricto de cualquier organismo deportivo olímpico.
Semanas atrás, el Rugby League prohibió la participación de personas transgénero en competiciones internacionales hasta nuevo aviso, mientras que la Unión Ciclista Internacional (UCI) endureció sus normas de elegibilidad.
Del otro lado, el grupo de derechos LGBT Athlete Ally afirmó que los nuevos criterios de elegibilidad de la FINA son “discriminatorios” y “perjudiciales”, mientras que la ciclista transgénero Veronica Ivy calificó la política de “poco científica”. Los defensores de la inclusión de los transexuales sostienen que aún no se han realizado suficientes estudios sobre el impacto de la transición en el rendimiento físico, y que los atletas de élite suelen ser, en cualquier caso, atípicos desde el punto de vista físico.
El COI, por su parte, declaró en noviembre que ningún atleta debe ser excluido de la competición por una percepción de ventaja injusta, aunque dejó en manos de las federaciones deportivas la decisión de establecer el equilibrio entre inclusión y equidad. “A la hora de la verdad, si hay que decidir entre la inclusión y la equidad, siempre nos decantaremos por la equidad; para mí, eso no es negociable”, declaró el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, al anunciar la revisión.
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