El lanzador venezolano Jesús Luzardo finalmente pudo superar las dificultades de sus últimas aperturas en las que no logró lanzar al menos 5 entradas para aspirar a la victoria. En su más reciente juego contra los Cachorros de Chicago, Luzardo permaneció en la lomita durante 6.1 episodios, solo permitiendo 2 carreras limpias y logrando 6 ponches mientras solo concedió 2 boletos. Aunque no obtuvo la victoria, contribuyó a la victoria de su equipo, los Marlins de Miami, que remontaron para ganar 3×2 en la parte baja del noveno inning.
Luzardo destacó la importancia de jugar en un lugar donde se sienta a gusto, y desde que llegó a los Marlins, ha sido acompañado por sus padres en cada uno de sus juegos en casa. El lanzador atribuyó parte de su éxito en este juego al uso de su cambio de velocidad, el cual fue clave para ajustarse a los bateadores.
El jugador también resaltó la confianza que tiene en su equipo, especialmente en el bullpen y los bateadores, para remontar partidos en situaciones adversas. Según datos proporcionados por Baseball Savant, en su juego contra los Cachorros, Luzardo utilizó principalmente rectas y cambios de velocidad, logrando que los bateadores contrarios fallaran en 13 swings.
En sus 2 aperturas previas a las de este viernes, Jesús Luzardo experimentó algunas dificultades que no le permitieron estar en la lomita al menos las 5 entradas necesarias para aspirar a la victoria; para la penúltima salió sin decisión luego de ceder 3 rayitas limpias en 4.1 entradas, en la más reciente lanzó la misma cantidad de innings, permitió 4 carreras merecidas y debió cargar con la derrota.
Por Meridiano
Pero el beisbol es un deporte de rachas, y esa situación para el zurdo venezolano llegó a su fin la noche de este 28 de abril, cuando permaneció 6.1 episodios ante los Cachorros de Chicago, que solo le marcaron 2, ambas limpias, además incurrió en solo 2 boletos mientras ponchó a 6.
“Para mí es muy importante que se haga a ese nivel donde quiero estar, estoy muy contento con la actuación de hoy (viernes), declaró el escopetero luego del partido donde, a pesar de salir sin decisión, ayudó a canalizar las cosas para que los Marlins de Miami al final vencieran 3×2, marcando la del gane en el cierre del 9no.
Se trató de una nueva victoria de los peces volteando un marcador adverso, el jueves marcaron 5 en su chance final para despachar a los Bravos de Atlanta. Sobre la capacidad de reacción mostrada por su equipo, en comparación con el año pasado, cuando perdieron muchos juegos por la mínima diferencia, recalcó el sentimiento de seguridad que impera en ellos:
“Tenemos bastante confianza en el bullpen, en los bateadores también, no importa si estamos perdiendo por 2, 3, 4, 5 carreras, en el 7mo u 8vo, no importa; creo que en el dogout tenemos la confianza, la esperanza de que vamos anotar e irnos arriba”.
Durante los primeros 3 innings, los toleteros oseznos le conectaron con fuerza, sin embargo, hizo los ajustes necesarios para salir de posibles problemas, mostrando notorias mejoras para la segunda parte de su presentación:
“Usé más el cambio de velocidad, eso me ayudó bastante, ese es un pitcheo muy importante para mí, creo que los bateadores tienen que buscar la recta cuando la estoy localizando bien, hoy como la estaba usando salieron a buscarla, con el cambio hice el ajuste”, explicó.
Lanzar en un lugar donde se sienta a gusto siempre es importante para cualquier serpentinero. Desde que llegó a los Marlins, a mediados de 2021, sus papás siempre le ven lanzar en el hogar de los peces:
“Es algo muy importante, uno pone muchos pensamientos en ello, hasta que después del juego voy a casa y me pongo a pensar que cuando estaba en Oakland casi nunca me podían ver porque estaba tan lejos, pero estando aquí es algo que de lo que sé sienten mucho orgullo. Ese amor que está ahí, sin importar que me vaya bien o mal siempre me ven todos los días, después de cada juego, estoy contento, feliz por ello”, concluyó.
De acuerdo a los datos proporcionados por Baseball Savant, en su trabajo ante los Cachorros, los envíos más veloces de Luzardo bajaron a 98.2 millas por hora, en dos ocasiones, mientras los más lentos lo hicieron a 82.5; logró que los contrarios incurrieran en 13 swings fallidos.
El 32.3% de sus 96 lanzamientos fueron rectas, el 26% cambios de velocidad.
