La familia De Grazia, guayanesa con orígenes en Italia, pasó de la gastronomía y los despachos de abogados a la actividad bancaria, facilitando que la estatal Pdvsa evadiera sanciones internacionales durante la gestión de Tareck El Aissami como Zar del Petróleo.
En esos años, las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro dificultaban los embarques de petróleo venezolano, que solo conseguían enrumbarse hacia puertos alternativos y mercados spot. El Aissami implementó un método para mantener el negocio en marcha, conocido como Pdvsa-Cripto: los fondos obtenidos de las ventas de petróleo sancionado se enviaban a cuentas en países asiáticos, se blanqueaban convirtiéndolos en criptomonedas, y luego se cambiaban por monedas duras para acumularlas en el Compass Bank de Dominica. Finalmente, las divisas en efectivo llegaban a Venezuela.
El Compass Bank & Trust Corp, fundado en 2013 en Dominica, una de las Antillas Menores del Caribe suroriental, fue clave en este proceso. En 2021, la Unión Europea catalogó a Dominica como un paraíso fiscal.
La familia De Grazia, guayanesa pero con orígenes todavía frescos en Italia, cuyos negocios pasaron de la noche a la mañana de la gastronomía y los despachos de abogados a la actividad bancaria, aportó un eslabón necesario para que la estatal Pdvsa evadiera las sanciones internacionales durante la gestión de Tareck El Aissami como Zar del Petróleo.
Por El Nacional
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En esos años las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro y su principal producto de exportación actuaban como un lastre para los embarques de petróleo venezolano, que a duras penas solo conseguían enrumbarse hacia puertos alternativos y los llamados mercados spot. La manera que El Aissami entonces implementó para mantener el negocio en marcha sirvió como germen inicial del caso luego conocido como Pdvsa-Cripto: los fondos obtenidos por las ventas internacionales del petróleo sujeto a sanciones se enviaban a cuentas en países asiáticos, desde donde se blanqueaban convirtiéndolos en criptomonedas que, luego, se cambiaban por monedas duras para acumularlas en el Compass Bank de Dominica. La travesía se completaba con la llegada de las divisas en efectivo a Venezuela.
El pivote para ese fin fue un pequeño banco, el Compass Bank & Trust Corp, fundado en 2013 en Dominica, una de las Antillas Menores del Caribe suroriental, a la que en 2021 la Unión Europea catalogó como un paraíso fiscal.