Juan Luis Londoño Arias, mejor conocido como Maluma, es considerado como uno de los fuertes representantes del género urbano a nivel mundial gracias a éxitos como Sobrio, Felices los cuatro, Hawái, Borró cassette y Nos comemos vivos. Durante su carrera artística ha ganado muchos fans -en Instagram ya rebasó los 62 millones de seguidores, mientras que en su canal de YouTube está por alcanzar los 30 millones-, entre quienes se encuentran aquellos que siguieron su carrera desde que saltó a la fama y quienes se fueron sumando conforme se posicionó entre los primeros lugares de las listas de popularidad.
Por Infobae
Por esa razón, muy pocos saben a qué se dedicaba Maluma antes de brillar sobre los escenarios. Y es que el oriundo de Medellín, Colombia, no siempre conquistó al público con sus interpretaciones, pues durante su juventud sus objetivos principales estaban desligados casi por completo de la música. De acuerdo con una entrevista que cedió para la revista Gente en 2019, cuando era un niño tuvo que apoyar económicamente a sus padres vendiendo sándwiches en su escuela.
Con tan sólo 10 años, Maluma enfrentó tanto la crisis económica familiar como la separación de sus padres. Vender emparedados y golosinas permitió que contribuyera a los gastos cotidianos que tanto él como su madre y su hermana tenían, además, de cierta manera hizo que valorara el trabajo desde muy temprana edad.
Durante la charla que sostuvo con dicho medio abrió su corazón y con mucho orgullo aseguró que su apoyo a su familia siempre será incondicional. De hecho, considera que mantener a sus seres queridos unidos es lo más valioso que tiene y sabe que las ganancias materiales que ha logrado con su carrera artística quedan en segundo plano, no obstante, reconoció que el cariño que constantemente recibe por parte del público también es algo único.
“El éxito verdadero es seguir teniendo a mi familia cerca (…) Luego la fama y el dinero llegan por añadidura. El éxito también es vivir de una pasión y muy pocas personas pueden contar esa historia. Es así que me siento feliz y afortunado, viviendo de lo que amo y rodeado de las personas que amo”, declaró.
Pero de niño no sólo vendió sándwiches y dulces entre los pasillos de su colegio, también aprovechó sus dotes artísticos escribiendo románticas cartas de amor y perdón para sus compañeros que querían conquistar a alguien o necesitaban redimir sus culpas.
Antes de incursionar en la industria musical, el colombiano logró realizar un sueño que compartía con muchos latinos, ser futbolista. Según sus declaraciones para CNN, tenía menos de 10 años cuando comenzó a experimentar su pasión por este deporte que, de cierta manera, también contriuyó a fortalecer su relación con su progenitor, quien lo apoyó llevándolo a jugar cada que podía.
Así, Maluma jugó para el Atlético Nacional y Equidad Club Deportivo durante aproximadamente nueve años; todo parece indicar que era un buen elemento, de ahí su permanencia y constancia. Sin embargo, un día decidió dejar sus oportunidades en el mundo del fútbol para por fin perseguir su otro sueño, convertirse en una estrella internacional de la música.
“Hasta aquí llego, no quiero hacer más fútbol, quiero hacer música”, fueron las palabras que Maluma le dijo a su padre cuando decidió ponerle fin a su carrera como futbolista, así lo recordó durante su visita a El Hormiguero España.
Como era de esperarse su progenitor pegó el grito en el cielo, pues no quería que su hijo desaprovechara su oportunidad deportiva, pues tenía potencial. No obstante, el colombiano fue firme en su decisión y afortunadamente las situaciones jugaron a su favor.
“Huevón, estás loco”, dijo su padre. “Yo lo miro y le digo: ‘De pronto quizá un poco, pero es lo que yo quiero hacer en mi vida’, lo siento. Para él fue muy traumático al principio, obviamente. Me acuerdo muy bien que paró el carro, me miró así con una cara de furia y me dijo: ‘Estás loco, qué quieres hacer con tu vida y aparte reggaetón, ¿por qué no vas a cantar pop?’, lo siento”.
Aunque el rechazo fue inminente, con el paso del tiempo sus familiares entendieron que era su sueño y que lucharía para hacerlo realidad. Hoy en día, los éxitos que ha logrado en su carrera con sus canciones son un reflejo de la buena decisión que tomó.
De acuerdo con información de su biografía disponible en su página oficial de internet, fue en 2012 cuando lanzó Magia, su primer álbum de estudio con el que logró un disco de oro en su país natal y su primera nominación al Latin Grammy en la categoría “Mejor Nuevo Artista”.
Pasaron tres años para que lanzara una nueva producción discográfica, Pretty Boy-Dirty Boy, donde logró fusionar baladas con reggaettón e hizo sus primeras colaboraciones con otros representantes del género urbano entre quienes destacan Farruko, Arcángel, Consculluela y Alexis & Fido.
Dicha producción logró 5 millones de copias vendidas, 16 nominaciones y permaneció alrededor de un mes en el número 1 de las listas de popularidad; siguieron F.A.M.E., 11:11 y Papi Juancho.