Carolina Leal, quien solía apoyar a Maduro y a Hugo Chávez, fundó la organización Alimentando un sueño, dedicada a alimentar niños en Maracaibo, estado Zulia.
Aunque Maduro relajó los controles cambiarios en 2019, Venezuela sufre el segundo nivel más alto de hambre en América del Sur, según la FAO. “Hemos venido trayendo vida, simplemente dándoles esperanza, una comida que disfrutan y les hace sentir valiosos”, dijo Leal, cuya organización atiende al menos a dos niños desnutridos semanalmente.
Pese a la recuperación económica promocionada por el gobierno de Nicolás Maduro, la nación sigue padeciendo una grave crisis alimentaria. El gobierno culpa a las sanciones estadounidenses por las dificultades económicas. Maduro, en el poder desde 2013, espera ganar un tercer mandato en julio, compitiendo contra Edmundo González, representante de la Plataforma Unitaria Democrática, con el apoyo de María Corina Machado.
«Yo defendía la revolución. Pero me cansé de ver a la gente morir de hambre», manifestó Leal. Alrededor de 5,1 millones de personas, de un total de cerca de 30 millones, no tienen suficiente para comer, de acuerdo con la ONU.
Mientras se desarrolla la campaña electoral, Leal se concentra en los niños. Cada semana, de lunes a viernes, sirve 200 almuerzos desde su garaje a los niños del barrio Altos de Milagro Norte en Maracaibo, repartiendo sopa, pollo, arroz, cereales y más.
«Hemos salvado vidas, hemos visto brillar los ojos de muchos niños, que es lo más gratificante», dijo Leal, de 47 años. En este contexto, en el que muchos venezolanos priorizan alimentarse, Venezuela elegirá a su próximo presidente el 28 de julio.
Carolina Leal, quien solía apoyar a Maduro y a su predecesor Hugo Chávez, fundó la organización benéfica Alimentando un sueño, que se dedida a alimentar a niños en Maracaibo, estado Zulia.
Aunque Maduro relajó los controles cambiarios y otras regulaciones para impulsar la economía en 2019, Venezuela sufre el segundo nivel más alto de hambre en América del Sur, después de Bolivia, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
“Hemos venido trayendo vida, simplemente dándoles esperanza, una comida que disfrutan y les hace sentir valiosos”, dijo Leal, cuya organización atiende al menos a dos niños desnutridos semanalmente.
Pese a la recuperación económica que ha registrado el país, muy promocionada por el gobierno de Nicolás Maduro, la realidad es que la nación sigue padeciendo una grave crisis alimentaria en la que millones de personas siguen pasando hambre por el bajo poder adquisitivo.
El gobierno culpa a las sanciones estadounidenses por las dificultades económicas del país y la crisis alimentaria.
Maduro, que está en el poder desde 2013, espera ganar un tercer mandato en julio, compitiendo contra el candidato opositor y representante de la Plataforma Unitaria Democrática Edmundo González, quien cuenta con el apoyo directo de la líder María Corina Machado.
«Yo defendía la revolución. Pero me cansé de ver a la gente morir de hambre», manifestó en declaraciones a Reuters.
Alrededor de 5,1 millones de personas, de un total de cerca de 30 millones, no tienen lo suficiente para comer, de acuerdo con la ONU.
Mientras que en el país se desarrolla la campaña electoral, Leal dice que se concentrará únicamente en los niños. Cada semana, de lunes a viernes, sirve 200 almuerzos desde su garaje a los niños del barrio Altos de Milagro Norte, en el oeste de Maracaibo, repartiendo sopa, pollo y arroz, cereales y más.
Por El Nacional
«Hemos salvado vidas, hemos visto brillar los ojos de muchos niños, que es lo más gratificante», dijo Leal, de 47 años de edad.
En este contexto, en el que muchos venezolanos tienen como única prioridad poder alimentarse, Venezuela elegirá a su próximo presidente el 28 de julio.